El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista
Granada/Es difícil recordar un momento de la historia reciente en el que el feminismo haya estado más presente, al menos mediáticamente. En mitad del huracán que han suscitado los movimientos "Me too" ("Yo también") y "Time is Up" ("Se acabó el tiempo"), un año más, como es habitual desde 1995, se daba a conocer la nómina de los finalistas de los premios Andalucía de la Crítica de 2018. Fue el pasado viernes 19 de enero, mediante un comunicado, y se anunciaba una lista de una veintena de nombres que sólo contaba con dos nombres femeninos: Mónica Doña y Encarna León, ambas en la categoría de poesía.
La polémica saltó rápido en redes sociales. "Y, entre todos los debates sobre poesía generados en las últimas semanas (que si boom que si no boom, que si poesía juvenil que si falsa poesía, que si venden que si no), nadie ha mencionado ni por asomo la cuestión de la desigualdad de género, el machismo estructural del mundo de la cultura, la utilización por parte del mercado de un tipo muy concreto de poesía "femenina", conveniente, sumisa (poesía de amor, erótica si acaso, correcta y comedida, que no transgrede ni molesta, que se pliega al deseo masculino) -podía leerse en un post de la poeta y editora Olalla Castro-. La lista de finalistas del Premio Andalucía de la Crítica lo dice todo. Hombres votando a hombres (por vergüenza, debe ser, han incluido el libro de una poeta). Otra vez los mismos de siempre, lo mismo de siempre. Hasta el bostezo. Felicidades, señores".
Este post no lo había publicado en 2018: era un texto de enero de 2017 que regresaba a la actualidad por un comentario. "Ha vuelto a estar en primera línea, aunque en realidad es del año pasado. En la lista de los títulos previos que son sometidos a votación para elegir los finalistas, no había paridad pero sí muchísimos más nombres femeninos proporcionalmente para los que luego son elegidos", comenta Castro sobre lo que ocurrió el año pasado.
Esta polémica coincide en el tiempo con la publicación de un informe sobre la materia que se presentó en Madrid el jueves 25 de enero, Descubrir lo que se sabe(Estudio de género en 48 premios de poesía), publicado por Ediciones Tigres de Papel. La autora Nieves Álvarez, vicepresidenta de la asociación Genialogías y miembro del Team Europe de la Comisión Europea, tiene una larga experiencia en el campo del género y la literatura.
En este estudio ha analizado 48 premios de poesía con una dotación igual o superior a 5.000 euros. De ellos, 39 pertenecen a instituciones públicas y otros nueve a fundaciones públicas o privadas sin ánimo de lucro.
Según los datos que ha extraído, de los 1.468 premios de poesía otorgados en España entre 1923 y 2016, solo 257 fueron entregados a mujeres. En todas las ediciones analizadas hubo hombres en los jurados, pero en 414 de ellas no hubo ninguna mujer. Y de las 1.060 plazas ocupadas por mujeres en los jurados en esos años, 162 (el 15,66%) lo fueron por secretarias sin voto. Las únicas excepciones encontradas han sido la del Premio Tardor y la del Premio Miguel Hernández de Poesía Joven.
Con este estudio, la asociación Genialogías denuncia el incumplimiento de la Ley de Igualdad Efectiva en los premios públicos de poesía española, una ley promulgada por el Gobierno de España en el año 2007 que obliga a las instituciones públicas a proponer jurados paritarios.
Una figura con tanto peso en el mundo literario Manuel Rico, que precisamente formará parte del jurado de expertos que elegirá a los ganadores de los Premios Andalucía de la Crítica de este año, señala que el problema está relacionado con lo que denomina "la prevalencia de los hombres en el aparato literario" , lo que es sólo "el reflejo de una sociedad que está muy marcada por el machismo y que no ha aplicado de forma efectiva la Ley de Igualdad". "Nieves Álvarez hace un estudio muy riguroso sobre los premios, los jurados y otros aspectos que no tienen que ver exclusivamente con las diferencias de género porque también denuncia que hay diversas editoriales que están gestionando y llevándose todos los premios institucionales o, en el caso de los jurados, que se repiten en multitud de premios vinculados a esas editoriales".
La secretaria de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios, la profesora de la Universidad de Granada Remedios Sánchez, achaca esta disparidad en los finalistas a la falta de acceso de la mujer al mercado editorial. Sánchez señalaba este jueves que de 140 libros de poesía, sólo 33 habían sido publicados por mujeres. "De 104 socios que elegimos a esos finalistas, el porcentaje de mujeres oscila entre el 30% y el 40%", precisa Sánchez, que insiste en la ecuanimidad del proceso: "Es el premio más transparente de España".
"Es evidente que hay una disparidad absoluta en el número de mujeres que publican, pero en cualquier caso ese porcentaje del 20% no se mantiene en los premios y por supuesto en los jurados", afirma Rico en relación al dato de que sólo hay cinco mujeres ganadoras en la categoría de poesía en las dos décadas de estos premios. Además matiza que "lo que se tiene que saber es cuantos libros de mujeres han llegado originariamente a las editoriales y han sido rechazados".
Para compensar esta discriminación, Rico señala: "Hay editoriales que se dedican a publicar sólo a mujeres y a recuperar nombre de poetas olvidadas, como Torremozas, La Bella Varsovia o la colección Bartleby, que dirijo, e incluye muchos nombres femeninos. En muchos casos son editoriales pequeñas creadas por mujeres".
A pesar de eso, se da la particularidad de que "las obras publicadas por ellos, en general, tienen más visibilidad. Tienen más críticas en prensa, por ejemplo", opina Ángeles Mora, una privilegiada en esta materia que tiene el Premio Nacional de Poesía y el Premio de la Crítica.
"Esto ocurre en el ámbito de la creación literaria, no tanto en el universitario, por ejemplo, en el que sí hay bastantes mujeres, por lo menos en los departamentos de Literatura y Teoría de la Literatura", subraya Olalla Castro. Pero incluso esta igualdad, tiene también sus matices. "En la carrera, el 80% de los alumnos son mujeres, porcentaje que se mantiene en el personal docente e investigador contratado, pero que va disminuyendo de forma piramidal en los profesores titulares y más aún en los catedráticos, donde el 80 % son ya hombres. Lo lógico que es que haya un mayor porcentaje de mujeres titulares. Y no nos estarían regalando nada", señala Erika Martínez, una de las voces femeninas más premiadas de la poesía granadina y profesora del Departamento de Literatura Española.
Pero las cifras son más desiguales aún en el ámbito de los premios de narrativa. Por ejemplo, en los Premios Andalucía de la Crítica, en dos décadas sólo una mujer ha resultado ganadora: Eva Díaz. Y no hay ninguna en los tres años de relato o en los diez de ópera prima. "Lo que ocurre es lamentable. Hay muchísimas mujeres que publican narrativa", comenta Manuel Rico, quien señala que no se ha hecho aún ningún estudio. "Se ha hecho de poesía porque son mucho más numerosos los premiso que se dan por parte de instituciones como Diputaciones, Ayuntamientos... Sería muy saludable hacer el mismo análisis para los de narrativa y para los de cuento, porque es algo que se da en todas las disciplinas artísticas. Un estudio estadístico es fundamental para establecer un diagnóstico", deja como apunte para trabajos futuros sobre la desigualdad en el mundo literario español.
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