"Los dinosaurios han sustituido al mito del dragón"
José Luis Sanz. Paleontólogo
El científico que descubrió a Pepito, el dinosaurio de la extraña joroba, explica que la dinosaurología española será aún más potente si las administraciones les dejan.
José Luis Sanz, el mayor experto español en dinosaurios, confiesa que la película El monstruo de tiempos remotos marcó un antes y un después en su vida. La visión de un dinosaurio despertando de su letargo en los hielos árticos por culpa de una bomba nuclear le generó "una fascinanción especial". Se dedicó a buscar fósiles en los alrededores de su Soria natal. "Los dibujaba, leía a Julio Verne y a Conan Doyle. El mundo perdido y esas cosas", cuenta: "Lo típico de cualquier dinomaníaco pero con las dificultades de la Soria de los 60". Ahora sigue siendo "más o menos un dinomaníaco profesional...". Ayer ofreció en el Parque de las Ciencias la conferencia Dinosaurios ¿cómo sabemos lo que sabemos? "Si dentro de miles de años la humanidad sigue existiendo", en las mentes de entonces "los dinosaurios seguirán teniendo su dimensión mitológica. Aunque seamos muy científicios y sepamos mucho seguiremos soñando".
-¿Cuánto sabemos sobre los dinosaurios?
-La pregunta es concreta pero la respuesta no lo es tanto. Hoy en día sabemos muchas más cosas sobre los dinosaurios y su forma de vida: cómo eran, qué tamaño tenían, qué comían, dónde vivían o cómo evolucionaron. Sabemos más cosas que hace 10 años y mucho más que hace 50 pero pensar que ya sabemos mucho sobre ellos sería una absoluta presunción. Creo que tenemos un nivel de conocimiento muy importante en cuestiones relativas a cómo eran pero, a partir de ahí, lo que sabemos mucho peor es cómo funcionaban.
-Ahí empieza la leyenda...
-Sólo tenemos algunas evidencias de cómo funcionaban: cómo masticaban, caminaban o se movían, pero cuando te vas a cuestiones mucho más íntimas sobre cómo funcionaba su corazón o el hígado tenemos muchas lagunas.
-También hay lagunas en las razones de su extinción.
-Sí, pero creo que es un enigma menor. La ciencia de hoy en día tiene claras una serie de cosas, como las tres hipótesis que están muy bien contrastadas como posibles causas: la caída de un meteorito, las grandes erupciones volcánicas en una zona de la India y el cambio en los niveles de las aguas oceánicas y marinas al final del Cretácico. Pero hay cosas que todavía no sabemos, o al menos yo no he conseguido saber, y es que desaparecen todos los dinosaurios que no son aves pero no desaparecen reptiles como los cocodrilos o las tortugas que habían acompañado a los dinosaurios durante millones y millones de años. Tampoco los mamíferos...
-¿Por qué nos fascinan tanto?
-Yo creo que porque constituyen unas faunas de grandes animales terrestres alternativas a las actuales. Estamos acostumbrados a ver jirafas o elefantes -que son bastante raros con esa trompa y esas orejotas-. Pero, claro, al lado de un tiranosaurio o un diplodocus son bastante normalitos. Creo que los dinosaurios han sustituido al mito del dragón en las sociedades modernas. Aunque seamos hombres del siglo XXI, cuando vemos un dinosaurio se dispara algo en nuestro subconsciente, una especie de admiración y cierto terror.
-Usted descubrió a Pepito, el concavenator de Cuenca, un ser con una extraña joroba... ¿Es tan especial y diferente a todos los demás?
-Pepito tiene una serie de cosas que son muy singulares y que no tiene ningún otro dinosaurio conocido. Pertenece a un linaje de dinosaurios pero, como ocurre en los animales actuales, tú puedes pertenecer a un linaje determinado pero tener características muy singulares. A Pepito le pasa igual. Dentro de su grupo tiene una joroba completamente desconocida. Hay otros que tienen algo comparable pero ese tipo de joroba tan específica, con esas dos apófisis vertebrales que forman una especie de lanza, era completamente desconodido entre otros dinosaurios. Pero además tiene otra singularidad: tiene los pies pequeñísimos. Tiene pies de bailarina de ballet, muy pequeños con respecto a otros animales parecidos.
-¿Sería como el patito feo de los dinosaurios?
-No me gustaría creerlo, pobrecito.
-¿Recuerda ese día? ¿Qué camino hay entre el hallazgo del fósil y la historia que la Paleontología le devuelve a ese dinosaurio?
-En el caso del concavenator fue muy largo porque encontramos un animal de seis metros de longitud. Encontrar uno tan grande fue un reto y hubo que extraerlo fragmento a fragmento para luego reunirlos como si fueran un puzle. Estuvieron tres preparadores durante un par de años con una paciencia exquisita, milímetro a milímetro, sacando sedimento alrededor del esqueleto para exponerlo tal y como está en la actualidad.
-¿Y qué se sabe hoy de esa joroba y los pies de bailarina?
-En ninguno de los dos casos tenemos idea. Lo de la joroba es imposible de averiguar. No tenemos herramientas en la Paleontología actual para contrastar hipótesis que sean lo suficiente fiables como para sacar una conclusión. Podía ser incluso un arma ofensiva si me apuras, o defensiva. Pero también podía ser un reservorio para algún tipo de sustancia o un elemento de exhibición.
-¿Es el descubrimiento del que se siente más orgulloso? Precisamente en Las Hoyas usted se topó con aquellos fósiles con alas. ..
-Aquello fue importante también porque nos encontramos aves que son las que acompañaban a Pepito en vida, diferentes de las actuales. Tenían dientes todavía y un carácter primitivo. Estas aves, más o menos del tamaño de un gorrioncito, tienen dos cosas importantes: primero, nos ayudaron a contrastar y a sustentar mejor la hipótesis de que las aves son dinosaurios porque tienen un carácter esquelético como el de ellos y otros muy semejantes a las aves actuales. También nos sirvieron para empezar a comprender cuál es el origen del vuelo moderno en las aves. Fue un hallazgo muy importante y creo que, excusándome la pedantería, marcó un hito en nuestro conocimiento de la historia evolutiva temprana de las aves.
-Si tuviera que asesorar en un guión para una peli de dinosaurios ¿los pondría como Spielberg conviviendo con personas?
-Depende de lo que quisiera el productor... Los seres humanos duraríamos muy poco a no ser que tuviéramos escopetas de caza de gran calibre. Obviamente un tiranosaurio podría ser un animal terrible para enfrentarse a él pero estoy convencido de que si le pegas dos tiros en el cerebro se acabó el dinosaurio. De todas formas, yo creo que en una confrontación entre hombres y dinosaurios los que más sufrirían serían los dinosaurios seguro.
-Imagino que en España queda mucho por investigar.
-Queda mucho en todas partes. En España por supuesto también. Aunque tenemos un buen nivel de paleontólogos que estudian dinosaurios se siguen encontrando nuevos yacimientos y lo que tenemos que pensar es que en los próximos años la dinosaurología española va a ser todavía mucho más potente si es que nos dejan.
-A no ser que sean espectaculares, los medios no siempre se hacen eco de los nuevos hallazgos. ¿Cuál es su trabajo ahora?
-Seguimos trabajando en Las Hoyas, el hogar de Pepito, pero estamos trabajando en otros yacimientos, en el jurásico portugués y, especialmente, en otro yacimiento de Cuenca donde se encontró hace cuatro o cinco años en el trazado de la vía de alta velocidad Madrid-Valencia huesos de dinosaurios de hace aproximadamente 70 millones de años. Hemos encontrado en Lo Hueco miles de huesos de dinosaurios, a veces esqueletos casi articulados, bastante completos algunos, de entre 16 y 18 metros de longitud. Esos son nuestros objetivos más importantes, lo que pasa es que la adminsitración de Castilla-La Mancha ahora es prácticamente insolvente en todos los aspectos y su apoyo desapareció hace tiempo.
-Contaba en una entrevista que se habían encontrado fragmentos significativos de ADN de mamíferos de la Edad del Hielo como mamuts. Supongo que las posibilidades de encontrar ADN de dinosaurio son remotas... ¿Estamos a salvo?
-Yo creo que es muy improbable. Es una molécula relativamente estable pero, claro, cuando pasan decenas de millones de años la cosa empieza a ponerse fea y desaparecen partes enteras de esa macromolécula. No sé si a alguien se le ocurrirá hacer dinosaurios de otra forma pero clonar dinosaurios con supuesto ADN es una perspectiva que si la conseguimos en algún momento tardaremos un rato.
-Echándole un poco de imaginación... ¿Cómo verán o hablarán de los dinosaurios en el futuro?
-Eso más que una elucubración pertenecería al dominio de la profecía... No estoy muy seguro de que la humanidad vaya a salir con bien de todos los males hasta que aprendamos, y si seguimos tropezando en la misma piedra siglo tras siglo no estoy convencido de que sigamos aquí pero, en cualquier caso, el conocimiento de los dinosaurios sería inconmensurablemente mayor del que tenemos ahora.
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