"Cuando empecé, tocaba merengue, salsa y reguetón y no había oído hablar del jazz"
Jazz en la Costa
"El jazz forma parte de mi esencia y mis raíces"
Saxofonista, compositora, cantante y educadora, Lakecia Benjamin es un magnífico ejemplo del jazz actual, para el inicio del Festival Internacional de Almuñécar. Nominada varias veces a los premios Grammy, esta artista estadounidense sufrió un parón tras un grave accidente de carretera, que casi le cuesta la vida. En 2023, volvió con su álbum Phoenix, toda una declaración de principios de su manera de entender la música. Coproducido por la excelente baterista Terri Lyne Carrington, este disco incluye colaboraciones de Georgia Anne Muldrow, Wayne Shorter o la activista Angela Davis. Es un trabajo que ha tenido una curiosa continuidad en directo con Phoenix Reimagined, en concierto con titanes invitados de la talla de John Scofield o Randy Brecker.
Para ella, el jazz y su lenguaje son, ante todo, sinónimo de libertad, al igual que su instrumento, el saxo, que describe como el más parecido a la voz humana. Entre sus referencias están los Coltrane (a quienes dedicó un disco entero), Sun Ra o Sly And The Family Stone. La elocuencia y la mentalidad abierta de esta compositora afroamericana forman parte de una personalidad particularmente atractiva, radiante y cautivadora, como lo es su sonido.
Valen la pena sus directos. En el escenario, su amor por su trabajo se vuelve obvio incluso para un observador casual. Al conectarse con el oyente de esta manera, lo atrae más hacia su palabra sonora, dándole una mayor riqueza. En parte, esta vitalidad adicional de sus presentaciones parece provenir de la pura alegría de vivir que debería ser siempre la música.
-¿Cómo fue su paso definitivamente al jazz desde la música latina?
-Pasé al jazz de inmediato en la escuela secundaria de música, con mi director, el tubista Bob Stewart. Él me preguntó si había oído hablar del Jazz y yo le dije que no, que tocaba, merengue, salsa y reguetón. Me dio una lista de músicos a los que debería escuchar (Charlie Parker, Charles Mingus, Duke Ellington, Sonny Rollins y John Coltrane)… e inmediatamente me atrapó el virus del jazz. Descubrí que es parte de mi herencia y mis raíces, y otra extensión de mí misma, una forma de expresar mi arte.
-El equipo de sus discos lo integran pesos pesados como Shorter, Diane Reeves, Rooney, Ron Carter, Regina, Terry… ¿Cómo se consigue esa agenda de contactos?
-Tuve que buscarlos y encontrarlos, ir a sus conciertos, conseguir sus teléfonos y correos electrónicos. Embarcarme en una búsqueda empecinada en conseguirlos de la manera que fuera posible. Y los conseguía todos para poder tocar con ellos en mis discos.
-¡Y toda una leyenda del Black Power como Ángela Davis! ¿Se siente continuadora de la lucha por los derechos civiles en este momento tan complicado?
-No necesariamente, si acaso me esfuerzo, dentro de mis posibilidades, por aportar humanidad a través de la paz y el amor, sanar mediante la música y el arte.
-¿Cada vez hay más mujeres instrumentistas en el Jazz o es que son más visibles?
-Hay muchas mujeres instrumentistas, siempre las ha habido. He tocado en varias grandes bandas femeninas y en grupos más pequeños, hay muchas mujeres que lo hacen y se ganan la vida con la música. Es posible que no hayan estado tan promocionadas como otros. No importa cuál sea la experiencia personal y profesional de cada una, el marketing y la publicidad es un terreno complicado, hablando de cultura.
-En sus discos ejerce de productora, ¿le gusta el trabajo técnico de estudio?
-Me considero una artista completa, productora, compositora, directora de orquesta y animadora y lo tengo todo en mente a la vez cuando hago algo. De todas formas, siempre intento conseguir otro observador musical que tenga alguna visión exterior. No creo que se pueda ser completamente objetiva cuando tu arte es tan personal.
-Vemos su agenda de conciertos y en apenas cinco días tiene cinco conciertos en España, Alemania y USA ¿no para?
-Intentamos llevar cuánta más música mejor a la mayor cantidad de personas que podamos… y no olvido tampoco la comida española (risas)… España es un país muy bonito que nunca quieres dejar.
-Phoenix fue un álbum de resurrección, también personal y familiar, ¿verdad?
-Creo que de todos los álbumes que he hecho, éste es probablemente el más personal para mí. Tuve un accidente automovilístico y me rompí tres costillas, la escápula, me fracturé la mandíbula, me perforé el tímpano, y tuve algunos daños neurológicos, en el hospital no sabían si iba a sobrevivir o no. También, en la pandemia, cancelé todo mi trabajo y empecé a perder amigos y familiares. Hasta 15 familiares fallecieron entonces. En el momento en que comencé a escribir el nuevo álbum, no tenía un nombre ni nada por el estilo y surgió Phoenix. Creo que refleja la experiencia de todas las dificultades que atravesamos en la vida, aprendí sobre la importancia de seguir adelante y el arduo trabajo que se necesita. Supongo que quería resaltar ese tipo de resiliencia que todos tenemos. Me sentí como un ave fénix resurgiendo de las cenizas.
-Phoenix reimagined es una revisión en directo muy original del disco de estudio del mismo nombre ¿Cómo se le ocurrió la idea?
Realmente se me ocurrió tres días antes de que lo grabara. Poco después de los Grammy estaba meditando sobre el futuro. Tuvimos toneladas de fechas de gira, simplemente de gira, de gira, de gira, y sentí que, cuando tocamos en vivo, la música de Phoenix es completamente diferente a cuando la gente compra el CD. En mitad de la noche me vino a la cabeza una idea para expresarme así: quería un álbum que mostrara que todavía estamos creciendo, ascendiendo y descubriendo quiénes somos, en plena transición. Estoy muy agradecida a todos los que estuvieron disponibles para hacerlo.
-¿Cómo van a ser sus conciertos en España?
-¡Estarán llenos de energía y gozo, risas, sonrisas y esperemos que un poquito de baile!
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