"Las discográficas al final pelean por ti cuando eres un producto rentable"
Lola Índigo | Cantante
La artista granadina presentará el viernes su primer disco, el pegadizo y reivindicativo 'Akelarre', en el Palacio de Congresos
Su talento, personalidad e iniciativa le han llevado a superar el estigma de ser una 'triunfita'
Granada/A Miriam Doblas Muñoz (Huétor Tájar, 1992), conocida como Lola Índigo, le lleva picando el gusanillo de la música y la danza desde que tiene "uso de razón". El único artista en la familia es su tío Ángel Doblas, habitual de la escena punk granadina, fundador de TNT y bajista temporal de 091.
"Recuerdo que hacía la canción de Rita Hayworth, esa donde se quitaba los guantes (Put the blame on Mame). Era una performance", hace memoria. Desde entonces, la artista no ha parado de cantar y bailar. Su personalidad, talento e iniciativa le han llevado a participar en concursos de talentos como Fama, ¡a bailar! -a los 18 años-, OT y Tu cara me suena; y a bailar junto a Chris Brown, Miguel Bosé y Fyahbwoy.
La granadina, fan de Juego de Tronos, tiene como máxima influencia a Lady Gaga desde los 13 años. "Es la artista más completa y más sincera que hay ahora", reconoce Doblas, que aspira a ser "alguien como ella, una artista multidisciplinar capaz de interpretar en una película, en un escenario, de crear un álter ego, de transformarse". Otra de las cosas que desvela en la entrevista telefónica es su pasión por enseñar. "Hay muchas cosas que me emocionan en la vida. Siempre he querido hacer un proyecto de enseñanza. Algún día lo conseguiré", cuenta.
Doblas ha vencido el estigma de ser triunfita y basta con ver lo que se avecina. En una semana publicará su primer disco, Akelarre, un canto a la libertad de la mujer; ya ha colaborado con estrellas del rap como la Mala Rodríguez Mala Rodríguez; y no para de encadenar hits con su proyecto Lola Índigo desde el año pasado (Ya no quiero ná, Mujer bruja, Maldición). La cantante actuará el viernes en el Palacio de Congresos, cuyos asientos se llenarán de la primera a la última fila de amigos, familia y fieles seguidores.
-Fue la primera en salir de la academia de OT en la edición pasada, pero ahora es una de las triunfitas más conocidas. Eso mismo le ocurrió a Mai Meneses (Nena Daconte). ¿Siente que se ha rebelado contra una industria que crea continuamente artistas de usar y tirar?
-Es curioso. Hay mucha gente que dice que sólo oye campanas de que yo vengo de OT, pero ni siquiera sabe que fui la primera expulsada y que todo lo que tengo me lo he ganado yo sola. La verdad es que lo de ser la primera expulsada de OT es una cruz porque al final te ves en una gira donde eres la última mierda. Te ves siendo la persona más prescindible. Es necesario en ese momento tener la fuerza y la autoestima suficiente. A mí no me define lo que determina un programa de tele, sino que estoy hecha de otra pasta. Lo que yo hago es otra cosa diferente. Yo soy diferente a lo que se estila en un talent show. Aproveché y me abracé a todo lo que significaba ser diferente, y creé mi proyecto.
-He leído que tuvo que invertir dinero para sacar su primer single, Ya no quiero ná. ¿Qué ha sacrificado hasta llegar aquí?
-Muchas horas de trabajo y esfuerzo. El dinero ha sido lo de menos, lo que menos me importaba. Siempre me he gastado muchísimo dinero en mi formación. Si la gente no apostaba por mí, yo lo iba a hacer.
-Se habla mucho de la fama tras el programa, pero al fin y al cabo es una burbuja. Por la alfombra de los Goya pasan muchos actores, y muchos de ellos no llegan a final de mes. ¿Hay muchas sombras detrás de la popularidad, no?
-Sí, claro. La industria es complicada para todos. Tienes que luchar por crear un producto rentable. Es lo que hay. Las discográficas al final pelean por ti cuando eres un producto rentable. Yo he tenido la suerte de que puedo ser fiel a lo que me gusta y rentabilizarlo dando conciertos; haciendo televisión, que me encanta. Creo que el mainstream es maravilloso para cambiar las cosas y hacerle llegar al público general un mensaje al que no estaban acostumbrados.
-Ya no quiero ná, Mujer bruja y Maldición, aun siendo tediferentes en temática y ritmo, reivindican a las mujeres libres a la hora de hacer, sentir y elegir. ¿Qué riesgos corren las mujeres en la industria musical? ¿Y en la vida real?
-Sí, es justo ese mensaje. Las mujeres corremos el riesgo de ser cosificadas y subestimadas. Yo sobre todo me he sentido subestimada. Ayer fui a una sesión de composición para colaborar y estos chicos no tenían ni idea de que escribía mis propias canciones. Tendemos a juzgar a una mujer por el hecho de ser mujer y pesa el estigma de OT porque en el pasado estos artistas no pilotaban tanto su proyecto. Muchos tienen en mente un prototipo de artista que no es el correcto. Yo escribo mis canciones, piloto mi proyecto, diseño mi puesta en escena y me hago cargo de absolutamente todo lo que hago. Y soy mujer. Aunque mi proyecto no está dirigido sólo a las mujeres. El único hombre que aporta creatividad a mi proyecto es el bailarín Juan Montero, amigo de toda la vida de Huétor Tajar. Obviamente necesito una ayuda coreográfica (ríe).
-El problema surge cuando un partido se empeña en difundir un mensaje peligroso, o directamente falso, sobre el feminismo.
-Nos quieren joder un poco y molesta mucho. Pero ni caso.
-¿No le parece mojigato que hoy día sea noticia que una cantante, actriz, mujer en definitiva, enseñe su cuerpo?
-A mí me toca bastante los cojones, especialmente porque yo ya tengo que ir a la playa este verano siendo consciente de que igual tengo a paparazi haciendo fotos para pillar mis tetas. No entiendo porque mis tetas son portada y son noticia, pero las tetas de un hombre no.
-Bueno, ojo que en las redes sociales censuran los pezones.
-Efectivamente. Luego no me dejan enseñar las tetas en Instagram.
-El reguetón sigue siendo territorio de hombres. ¿Cuándo cambiará eso? ¿Se atrevería a hacer una canción con Maluma?
-Tiempo al tiempo. La verdad es que los mensajes han cambiado y eso es lo importante. Sí, claro. Si el mensaje que proyecta es el adecuado ¿por qué no?
-¿Cómo de importante es esta ciudad para usted?
-Para mí es todo. Es la ciudad más bonita del mundo. Lo he dicho muchas veces. Siempre es emocionante actuar para mis exalumnos, porque durante muchos años fue profesora de danza aquí, mi familia, mis amigos. Es la ciudad en la que más ilusión me hace actuar.
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