Ane Gabarain, Goya a mejor secundaria por '20.000 especies de abejas': "Me encantaría trabajar con Bayona"

La actriz estará el domingo en la Semana de Cine e Igualdad de Maracena, donde presentará la película

Cuatro pueblos de Granada sin cine disfrutarán de la gran pantalla

Ane Gabarain
Ane Gabarain / G.H
Carlota Ibáñez

07 de noviembre 2024 - 14:44

Pregunta.-En general, su carrera ha ido más bien encarrilada hacia la comedia, ¿le ha resultado complicado adaptarse a una película como '20.000 especies de abejas', que es más dramática? ¿En qué género considera que se desenvuelve mejor?

Respuesta.-A ver, es cierto que públicamente sí se me asocia más con al humor porque he hecho mucha telecomedia, muchas series que pegaron fuerte como Ahí abajo, y aquí, en el País Vasco también, pero yo siempre he amado el drama como actriz. He intentado trabajar esos registros en teatro, en proyectos que me llegaban y decía bueno, ya sé que no lo va a haber el gran público, pero a mí me alimenta, me enriquece y me ayuda a explorar territorios, que me parece que es fundamental para un actor; es lo que nos hace más fuertes. De hecho, acabo de hacer La Casa de Bernarda Alba en el Centro Dramático Nacional. El montaje es maravilloso y está dirigido por Alfredo Sanzol. La verdad es que lo disfruté muchísimo, ha sido uno de los trabajos de los que más me ha costado desprenderme. Hice el personaje de Poncia, con una gran dirección, con compañeras maravillosas como Patricia López Arnaiz, Ana Wagner…, la verdad es que ha sido un sueño cumplido y un pedazo de drama (risas). También fue difícil la decisión porque tenía otros proyectos, pero dije bueno, ¡solo se vive una vez! Para mí es casi una obra fetiche, te diría. Y además con la dirección de Alfredo Sanzol, al que he admirado siempre muchísimo… Era un sueño que tenía que cumplir entonces dije, bueno, ya está, cumplido. 

P.-Como bien ha dicho, usted ha trabajado en algunos proyectos teatrales, ¿diría que es muy diferente a trabajar en una película o serie de televisión? En cualquier caso, ¿cuál le agrada más?

R.-Muy diferente es, pero bueno, todo depende del proyecto. Yo he podido disfrutar muchísimo haciendo teatro y también sufrir haciéndolo; y lo mismo me ha pasado con la televisión o con el cine: he podido sufrirlo y he podido disfrutarlo. Con esto, quiero decir, que son muchos los factores que hacen que disfrutes o que sufras: el propio proyecto, quién lo produce, qué obra es, quiénes son tus compañeros de viaje… Son muchos factores. Entonces, ¿qué es lo que más me gusta? No lo sé, la verdad… Yo jamás he abandonado el teatro. Llevo casi cuarenta años… Bueno, (risas), cuarenta años de profesión y  nunca jamás he abandonado el teatro, con lo cuál eso quiere decir que hay ahí, un vínculo, que me atrapa. Si me dices que me tengo que quedar con uno de los medios, quizás me quedo con el teatro porque es uno de los más puros. No sé… Pero ya te digo, me gustan los tres medios, todo depende de los factores

P.-¿Como fue para usted encarnar el papel de Tía Lourdes, personaje defensor del colectivo LGTBI+ en la película?

R.-La propia película es un canto a la diversidad, una invitación a mirar al otro, te invita a intentar entenderlo, a dialogar... Es una peli que a través del personaje de la pequeña Cocó, que interpreta Sofía Otero magistralmente, te interpela, te pone frente al espejo y te hace cuestionarte muchas cosas. Y este personaje, el de Lourdes, la verdad es que es precioso porque tiene su ambigüedad, que vale mucho también por lo que calla. Es una mujer a la que se le adivina una biografía complicada, una mujer que al principio se nos muestra un poco distante, un poco tosca, pero luego vemos que es la que está más dispuesta, más cercana y la que muestra mayor empatía con la niña y que está decidida a acompañarla en ese viaje, en esa transición. Es muy bonito. Luego, tiene ese elemento poético, ese vínculo con la naturaleza, con el mundo de las abejas, de la apicultura, de la apiterapia, que es como todo esto de las abejas, las colmenas, que es una gran metáfora también de la sociedad y, concretamente en la película, de la familia también. La colmena funciona como un ente en sí mismo, como lo es la familia, como son los colectivos, como puede ser la sociedad… 

P.-Ha participado en muchas otras películas y series, ¿en cuál ha disfrutado más participar? ¿Y cuál ha sido el personaje, de los que ha interpretado, con el que se ha sentido más identificada o que más le ha gustado personificar?

R.-Pues a ver, siempre digo que yo con Patria disfruté muchísimo. Bueno, disfruté y lo sufrí. Fue especial, digamos. No sé si disfrutar sería la palabra porque también fue un trabajo que nos abrió un poco las tripas. En el caso del personaje de Miren, no es que me sienta identificada, pero sí que me gustó interpretarlo por todo lo que me removió, por todo lo que me despertó; me volvió a despertar algo, un conflicto que cuando echamos la mirada atrás sigue en nuestros corazones y en nuestra tripa, que no hay que olvidar. Eso es lo importante. Pero luego, te diría que en teatro ha sido Poncia. Como antes te comentaba, me ha costado soltarlo. Se dice que los grandes personajes se llevan en la intimidad y me parece que es una gran verdad, creo que llevo a Poncia en la intimidad ahora que se acabó el montaje. Y te diría que Lourdes, el personaje de 20.000 especies de abejas, también que me ha dado muchísimo, no solo por permitirnos cosas como el propio estreno en el Festival de Berlín, con todo ese éxito que tuvo, con el oso de plata a Sofía, con esa ovación que tuvo la película, que va a ser inolvidable desde luego en mi carrera. Todavía la gente se te acerca en la calle y te da las gracias por el mensaje de la película, por el tratamiento, por la vida esa que tiene, por cómo arroja también un poco de luz, y cómo invita también al diálogo… Y ya te digo, Lourdes ha sido un personaje que me ha dado mucho, ¡me ha dado hasta un Goya!  Verla, cómo va a ser ahora, en Granada, estar ahí un poco a pie de espectadores y a pie del cine... Yo para presentarla y para quien quiera saber algo sobre ella.

P.-Como bien ha dicho, ganó el Premio Goya a la mejor actriz de reparto por su papel de Tía Lourdes en '20.000 especies de abejas'. Tuvo que ser muy emocionante, ¿cómo se sintió al respecto? ¿Se lo esperaba?

R.-La verdad es que fue una sorpresa, porque mis compañeras de nominación eran cuatro pesos pesados. Mi compañera Itziar Lazcano, que fue sublime en la película; Luisa Gavasa, que es una actriz enorme; Ana Torrent, Clara segura… Estaba muy, muy emocionada, muy contenta con la nominación. Y luego, además, llegar a Valladolid no fue fácil porque yo ese día tenía función en el Teatro María Guerrero, con La Casa de Bernarda Alba. Estábamos en plena temporada, de hecho, la habíamos estrenado dos días antes o algo así. Entonces, era impensable suspender la función para poder asistir plenamente a los Goya. Pero como Patricia López Arnaiz también estaba nominada y actuaba también en La Casa de Bernarda Alba, la organización nos puso un coche después de la función y nos fuimos. Con esto quiero decir, que imagina como llegamos a Valladolid, con todos los nervios, el estrés, el cansancio… Me senté en la butaca y fue como un golpe de relajación. Me dije, bueno, voy a disfrutar de lo poco que queda de gala y, para mi sorpresa, ¡me dan el Goya! Bueno, fue maravilloso. Me dio tanta emoción recibir el Goya de manos de Sofía…

P.-¿A qué edad decidió que quería ser actriz y qué le inspiró a ello?

R.-Pues no lo sé, la verdad. Mi familia es un poco farandulera; mis padres son aficionados al teatro. No sé si lo decidí, pero la vida me llevó a ello. Justo ese año se creó la escuela de arte dramático oficial del Gobierno Vasco. Entonces a mí me vino como anillo al dedo porque yo tenía vocación, pero también la incertidumbre de cuando eres tan joven. Así que me apunté al centro y fue bonito porque entras en sintonía con gente como tú. Por esa época empezaba a profesionalizarse el teatro, la televisión y la radio vascas estaban echando a andar… Cuando terminamos la escuela, hicimos una compañía, y bueno, luego poco a poco un proyecto me llevó a otro. Cuando tenía 27 años, hice mi primer trabajo importante en televisión, que era una sitcom que fue un bombazo. Ahí despuntó un poco mi carrera en el ámbito audiovisual. Siempre he ido compaginando mis teatros con la televisión, y bueno, cine también.

P.-¿Actualmente está trabajando en algún otro proyecto, además del que me ha comentado de 'La Casa de Bernarda Alba'?

R.- Pues ahora estoy haciendo algunas funciones de teatro con dos compañías de aquí. Con una, un montaje que se llama Todas las hijas, dirigida por Andrés Lima. Y también estoy trabajando en la versión en euskera de Un Óscar para Óscar. Y estoy a la espera de empezar a rodar una película que dirigirá Paulo Urquijo.

P.-¿Hay algún director o actor con el que le gustaría trabajar en el futuro?

R.-Pues no sé, la verdad que con muchos, pero me encantaría trabajar con Bayona, con Sorogoyen, con Echeverría, con Benito Zambrano. Pero con muchísimos, la verdad.

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