'Fandango', un cante que es casa
Cine
Remedios Malvárez y Arturo Andújar estrenan en el Festival de Huelva una ‘road movie’ sobre el palo flamenco con Rocío Márquez, Arcángel y Sandra Carrasco entre otros artistas
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El cantaor Arcángel camina por la Plaza de Toros de la Merced estremecido por el peso del pasado:ese recinto, hace ya más de un siglo, en 1923, albergó un concurso de cante jondo que marcaría un antes y después en la memoria onubense, porque aquel encuentro concedió el reconocimiento que hasta entonces se le había negado al fandango. El periodista Miguel Ángel Fernández atribuye ese prejuicio que menospreciaba hasta entonces aquel estilo a sus vínculos con la vida alejados del recato, a su procacidad y su afición a los cafés cantantes. Pero para Arcángel ese palo es, dice, más que una música: cuando entona sus letras le invade un sentimiento de pertenencia, sabe que con su voz prolonga un árbol genealógico en el que han aflorado tantas veces la emoción y la belleza.
El artista forma parte del fabuloso elenco de Fandango, el nuevo documental que dirigen Remedios Malvárez y Arturo Andújar, una suerte de road movie que recorre las localizaciones de este patrimonio sonoro y que sus creadores estrenan hoy en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Rocío Márquez, Jeromo Segura, Argentina, Sandra Carrasco, Perlita de Huelva, Rafael Estévez y Cristian de Moret, entre otros nombres, muestran en este proyecto su gratitud a un palo flamenco que conciben como un pilar de su educación sentimental.
“El fandango es lo primero que han mamado, que han oído, lo primero que interpretaron”, señala Malvárez sobre los participantes en esta película, que aprecian en este cante la calidez amable de un hogar. “Les preguntamos qué era para ellos el fandango, y todos coincidían en lo mismo: en que con él sentían que volvían a casa, a la infancia, a los orígenes. Son todos artistas que han viajado por el mundo, pero que no han olvidado las raíces”, analiza Andújar.
“Para cantar un fandango, más que buscar la medida, procura que sea un desgarro”, defendía Paco Toronjo, y el metraje de esta película da la razón al maestro. “Con cinco frases sabía retorcerte las tripas”, sostiene en el documental Jeromo Segura, fascinado con esa intuición certera de las letras que inmortalizó el de Alosno. “El fandango cuenta la vida cotidiana, recoge los sentimientos más profundos, el amor, el desamor, el desarraigo”, argumentan los directores del filme en una entrevista con este periódico. “Hay otros palos que se limitan a un lamento, a un anhelo, pero un fandango condensa en sus versos una historia”.
El largometraje, el cuarto en la trayectoria de Producciones Singulares tras Alalá, Menese y Pico Reja, quiere “poner en valor ese palo que ha sido injustamente maltratado por cierto purismo, por el hecho de ser popular. Nadie en una fiesta canta una soleá o una seguiriya, pero a un fandango lo puedes bajar de tono y lo puedes hacer tuyo. Y, sin embargo, cantar un fandango en un nivel profesional es muy difícil”, apunta Malvárez.
Pese al homenaje sentido que le dedica, Fandango brinda también una mirada crítica. En una conversación con el poeta Juan Cobos Wilkins, Rocío Márquez reclama un carácter más reivindicativo en las letras, una atención más comprometida con los problemas de su tiempo, como esa denuncia de la contaminación causada por el Polo Químico que propuso junto a María Salgado en la composición Son flúor tus ojos. “La lírica del flamenco no deja de ser un reflejo de la realidad, y hay letras que se han quedado desactualizadas. Ya la niña no va a la venta ni el hombre a la fragua. Esos paisajes rurales han cambiado”, opina Malvárez.
Entre otros aspectos, Fandango reflexiona también sobre el papel de la mujer en el flamenco. “En las letras la mujer cumple unos roles que están en desuso: o es la madre, la santa, o la amante, una perdida”, aseguran los directores, que resaltan la importancia “de las creadoras en el flamenco y de las mujeres que custodiaron la tradición y el legado de las fiestas populares”. Uno de los pasajes más conmovedores del conjunto se ubica en la Peña Femenina de Huelva, una iniciativa pionera que ha cumplido ya cuatro décadas y en la que tres generaciones encarnadas por las cantaoras Perlita de Huelva y Argentina y la guitarrista María José Matos recuerdan cómo el talento y el tesón de algunas artistas avanzadas a su tiempo plantaron cara al machismo imperante.
Fandango, que entre otras escenas reserva también la reinterpretación de Scarlatti por parte de Cristian de Moret y la danza de Rafael Estévez inspirada en los pasos del Cerro de Andévalo, tiene muy presente la idea de viaje en el guión que firman Malvárez y Miguel Ángel Parra. “Los artistas aparecen paseando, van en coche y en tren, pero también emprenden un viaje emocional”, comentan los realizadores, que con este trabajo querían destacar “la riqueza, la diversidad, del paisaje de Huelva, con su litoral, sus montañas, sus minas”. La misma variedad que nutre “los 25 minutos musicales que tiene la película, actuaciones en directo en las que no hay dos fandangos iguales ni dos melodías que se repitan”, dicen los responsables del filme, que también presumen de su fotografía en blanco y negro, “porque nos parecía un homenaje a la serie Rito y Geografía del Cante y porque el blanco y negro tiene algo de clasicismo, pero hoy se usa como un elemento de vanguardia, una mezcla que nos interesa”.
El equipo de Fandango aguarda con expectación el estreno de la cinta en el Festival de Huelva. “Tenía que ser aquí donde se presentara, aquí es donde empezó todo. La ciudad está volcada, el teatro está lleno y mañana [por hoy] la vamos a liar”, concluyen con una sonrisa esperanzada.
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