Florent: "Si gana el Oscar, veré la película"

Granada/Florent Muñoz, cofundador de Los Planetas, se desdobla artísticamente con su primer álbum en solitario Florent y yo, un proyecto de diez canciones inéditas grabado en diciembre de 2020 entre los estudios Sonic Room y el Cortijo de Santa María de la Vega, en Granada. Fue un reto, después de 30 años de trayectoria, que ha pasado con nota a juzgar por los piropos de la crítica. Tras su paso por el Sonorama, Palencia Sonora, Atlantic Fest... -"y alguno más que se me olvida, porque también he girado a la vez con Planetas"- en esta ocasión juega en casa, con un concierto en la sala Planta Baja de Granada. La cita será el 25 de octubre a las 21:00, que abrirá Syd Depalma teloneros y amigos. "Vienen de Barcelona y su propuesta es bastante interesante. De hecho el cantante es el teclista de mi grupo".

Pregunta.-Con dos bandas, una de ellas con el peso de Los Planetas, ¿hay que tener una doble personalidad para que no gire todo en torno a su órbita?

-Ha sido muy emocionante y muy estresante a la vez. Con Los Planetas todo es muy multitudinario, somos cabeza de cartel, pero con Florent y yo, todo lo contrario. Al ser un grupo que está empezando y tiene otras exigencias de horarios. Por ejemplo, en el Atlantic Fest toqué por la mañana con Florent y yo y por la noche con Los Planetas. Fueron muchas emociones en un día, pero estuvo muy bien. Si coincide con Los Planetas, todo se multiplica.

P.-Y este 2024, con gira del 30 aniversario de Súper 8, película y libro de la película, habrá sido una locura.

-Sí, porque con este disco viene a cerrar un círculo de 30 años. Cuando salió aquel primer Súper 8, aunque tuvo mucha repercusión en cuanto a crítica, los conciertos no eran tan mayoritarios. Empezábamos a dar nuestros primeros pasos en el mundo de la música y como todo grupo que comienza tiene un poder de convocatoria mínimo. Queríamos volver a tocar ese disco, tanto las para generaciones más jóvenes como para aquellos de nuestra edad que no tuvieron la oportunidad de vernos.

P.-Se han dado una serie de coordenadas mágicas para llegar ese punto, porque que el presidente de un país se declare fan o la reina vaya a un concierto no podrían ser variables ni remotamente calculables.

-Es el valor que tienen la música, que no te lleva ni a imaginar que gente tan dispar reconozca el valor a tu creación, entre ellos celebridades o políticos. A mí me llama la atención pensar que mi música pueda estar sonando en el Palacio Real o en la Moncloa. No deja de ser curioso, nadie pensaba cuando empezamos con Súper 8 que llegaríamos hasta ese punto. La música tiene ese punto de no distinguir entre sexo, raza ni posición social. Es trascendental, llega a todo el mundo porque tiene un lenguaje que toca lo más sensible de la persona por encima de la condición social. Y eso es lo interesante del arte.

P.-¿Se tiene la sensación de disociación cuando se está en un grupo tan importante y a la vez empezando en otro punto?

-En la vida no siento que lo tenga todo hecho. Siempre me interesan nuevos proyectos, nuevos caminos por recorrer. En este caso es un camino muy personal de mis propias canciones, escribirlas, cantarlas, dar un paso al frente porque siempre he sido guitarrista de Los Planetas, asumiendo que ese papel de primera línea lo tiene Jota, como es normal. Este disco surge de la pandemia en la que estábamos todos encerrados y utilicé el tiempo para componer, para dar rienda suelta a todas esas ideas que me iban saliendo con la guitarra. Esos son los restos de las personas, buscar proyectos y cosas que te motiven para intentar cumplirlos.

P.-Al menos la crítica, desde el principio, no ha podido aceptar mejor ese nuevo reto.

-Con respecto a la crítica, todo ha sido todo de diez, la verdad. Tenía ese miedo, porque era una cosa novedosa que yo cantara, música totalmente hecha por mí. Esos miedos surgen, pero mi ambición era más poderosa. Estaba seguro de que habría gente que no le gustaría por la letra, la música, la voz. Tenía la sensación de que quería hacer algo importante y más después de la pandemia que parecía el fin de nuestros días. Pensaba: si no he escrito un libro, por lo menos tengo un disco.

P.-Igual por eso la gente tiene más ganas de directos que nunca. ¿Cree que hay un boom de la música en vivo?

-En España sobre todo hay un boom de Festivales impresionante. Empezamos a principios de los 90 y hemos visto todo ese recorrido, como el negocio ha crecido, los festivales que se han quedado en el camino, los que se han hecho fuertes y todos los que surgen... Me parece increíble la capacidad de convocatoria que tienen, porque se han convertido también en un parque temático. Igual solo conoces a uno o dos grupos, pero ya no importa quien toca, sino el estar ahí: que no me lo cuenten. Son fenómenos sociales interesantes de estudio, porque también canalizan la música como arte, es interesante observar su poder para dar a conocer una serie de grupos a una masa. Yo soy más partidario de la cercanía. Como en el cine, no me gusta ir a un Festival para ver diez películas de las que me interesa solamente una. Prefiero ir la sala, pagar mi entrada, ver un concierto que dura una hora. Termino, salgo y me voy al bar. No tengo que estar toda la noche para ver un grupo. Mejor las distancias cortas. Por ejemplo, presenté Florent y yo en la Sala Sol de Madrid desde cero, como un grupo que está empezando con conciertos con 80 personas, 100, 200 para ver crecer el proyecto.

P.-El disco tiene diez temas, pero ya hay canciones nuevas.

-Son todas canciones de la misma época, aunque algunas se quedaron fuera. El disco se grabó en plena pandemia, en diciembre de 2020. Fue un trabajo peculiar: todos con test de antígenos, permisos de movilidad. Verte fuera de tu casa y sin mascarillas era apocalíptico. Grabé el disco prácticamente en un día en un estudio de La Vega, tocamos en directo y está producido por Carlos Díaz. Se quedaron tres temas fuera, dos canciones sueltas, El futuro en los sueños y Ahora mejor que nunca, más una cara B del single Rumba de mi estado de Alarma. Los vídeos los he hecho en colaboración con El Volcán y las portadas yo, que siempre me ha gustado pintar.

P.-Después de tres décadas en un discreto segundo plano, pudo haber algún recelo por parte Jota.

-No, fíjate que en este periodo de tiempo él también sacó un proyecto personal: Jota, con el disco Plena Pausa, que musicaliza imágenes inéditas de Iván Zulueta. Hemos coincidido los dos con dos proyectos paralelos y tanto yo lo he apoyado a él como él a mí. Las canciones las propuse incluso para Los Planetas, pero el disco ya estaba cerrado y dije, pues las saco yo.

P.-Las canciones hablan de cotidianidades y aspiraciones. ¿Es un disco de fin de fiesta?

-La temática es de una época jodida, pero viene a reflejar el día a día que vivimos. Son tiempos de crisis en los nos hemos convertido más bien en supervivientes, luchadores, porque está la cosa bastante difícil en lo laboral, todos sabemos los conflictos que hay a nivel mundial. No es pesimista, pero habla de la soledad, de esa rutina que nos asfixia a veces por el trabajo, pero soy una persona que tiene esperanza y un punto positivo, de optimismo. No soy nada siniestro. Siempre pienso que somos fuertes y tenemos recursos: si no es tu pareja, tu familia, tus amigos, una película, un disco, viajar o una buena comida. Cualquier cosa que te ayude y te dé confianza. Siempre hay un puente que cruzar, un camino que seguir, un grupo nuevo que escuchas y te despierta esa pasión por hacer música, o volver a los clásicos, las fuentes. Siempre hay esas ganas de hacer cosas, eso es lo que nos mantiene vivos. Si no, yo no llevaría 30 años con Los Planetas o no hubiera ese este hecho disco.

P.-En Granada al menos está el partido ganado.

-Espero que sea una noche especial, porque es el primer concierto de Florent y yo en Planta Baja, una sala mítica que siempre ha apoyado a Los Planetas. Verme ahí va a ser muy interesante y excitante, gestionar todas esas emociones... Mi intención ahora es disfrutarlo, intentar que ese toro no dé miedo.

P.-¿Miedo? ¿Por timidez?

-Por timidez no, porque algo no vaya bien, que se te olvide una letra. ¿Por qué? Porque con Los Planetas tengo una seguridad. Me preocupa quizás no estar a la altura, porque nunca me he visto ahí. Subirse es en un escenario es una experiencia muy fuerte. Es como hablar en público, actividades que parecen normales y puedes no estar capacitado. Es como el toreo de salón, delante del espejo puedes ser un maestro y luego delante del toro se te olvida todo. Muchos amigos tocan muy bien en privado, pero luego no llegan a abstraerse del público. Subirse a un escenario es una sensación muy potente y muy mágica. Cuando hay ese feed back y hay esas emociones es irrepetible, es como hacer el amor.

P.-¿Se imaginaba que una película sobre el nacimiento de la banda iba a llegar a representar a España en los Oscar?

-No, para nada, pensaba que no la vería nadie, y equivocado estaba.

P.-¿Es cierto que no la ha visto?

-Sí, porque es una película que no se basa en hechos reales. Es una idea que gira en torno a lo que ellos creen que pasó en aquella época, en aquella grabación, se dan muchas situaciones que no existieron y me ahorro el verla.

P.-¿Cree que se sentiría molesto?

-Posiblemente, pero lo mismo me puede gustar porque falsea la realidad. Igual digo: "Mira, lo que estás contando no es la realidad pero ojalá hubiese sido así". Como no la he visto, pues no puedo opinar. Me lo ahorro. Tengo tantas cosas que ver, leer y escuchar antes, que la película no está en mis prioridades. Si estuviese basada en hechos reales pues sí, pero es una fantasía que roza la ciencia ficción. Es un conflicto mío personal, Jota si la ha visto y May también.

P.-Pero ya que va a llegar a los Oscar...

-Bueno, aquí lo digo: si gana el Oscar veré la película.

P.-¿Y con Cristalino, el actor y músico granadino que lo interpreta, ha llegado a hablar?

-Lo conocí a raíz de que hiciera la cinta y me pareció un tío súper majo. Ojalá se le abra un camino, porque todo el mundo me dice que es de lo mejor de la película. No es nada personal, el director también me parece un pedazo de director.