Granada prepara una gran exposición antológica de Miguel Rodríguez-Acosta para el mes de julio

El homenaje al pintor arranca este jueves con la primera exposición de sus obras en el Carmen de la Fundación en la colina de la Alhambra

Fallece el pintor Miguel Rodríguez-Acosta

Patricia del Pozo, durante su intervención en el acto de homenaje en el Carmen de la Fundación Rodríguez-Acosta.
Patricia del Pozo, durante su intervención en el acto de homenaje en el Carmen de la Fundación Rodríguez-Acosta. / José Velasco/ Photographerssport

Granada/El Carmen de la Fundación Rodríguez-Acosta ha acogido este jueves el primer acto de homenaje que la ciudad de Granada ofrece a Miguel Rodríguez-Acosta tras su muerte. El pintor granadino falleció la noche del miércoles 1 de enero a los 97 años de edad en el domicilio de su tierra natal. Gestor cultural, ilustrador y grabador español, fue subdirector del Museo de Arte Moderno de Madrid y presidente de la Fundación Rodríguez-Acosta durante más de 60 años, en donde era una personalidad muy querida. Precisamente, por su vinculación con la Fundación no quiso en su larga trayectoria exponer su propia obra en las espectaculares salas del edificio situado en la colina de la Alhambra. Desde este mismo jueves hasta el próximo mes de febrero una exposición de su obra que forma parte de la visita al monumento recuerda su larga y fructífera trayectoria como creador.

La muestra, que inauguró la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, es el primero de una serie de actos en memoria del gestor cultural y artista que se prolongarán en los próximos meses y culminarán con una antológica de toda su trayectoria el próximo mes de julio. Así lo ha anunciado Del Pozo en su discurso en el acto de recuerdo que celebrado en el Patio Principal de la sede de esta fundación pública andaluza. El homenaje ha contado con la presencia de un centenar de personalidades, como la alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo; el rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado; o la consejera de Fomento, Rocío Díaz, entre otra figuras de la cultura y la familia del pintor.

Del Pozo, que ha calificado a Miguel Rodríguez-Acosta como "un amigo, un compañero y un gran maestro" con el que coincidió durante su anterior etapa al frente de la Consejería de Cultura, ha informado también de la edición de una publicación colectiva sobre "la vida, obra y el legado" del pintor al que se le concederá "la Medalla de Honor de la Fundación Rodríguez-Acosta a título póstumo en el año 2025". "Esta Fundación es un proyecto de pasado, de presente y de futuro, un proyecto cultural y de creatividad", destacó la consejera sobre el papel desempeñado por el pintor al frente de esta entidad, "que da oportunidades a los jóvenes y a todos". Por su parte, la alcaldesa insistió la trascendencia de una figura "que significa tanto para la cultura de Granada y de la comunidad autónoma"

José María Rodríguez-Acosta, hijo del desparecido pintor, tuvo palabras de agradecimiento para los asistentes al acto, "un homenaje merecido porque durante muchos años ha sido una persona dedicada a su ciudad, a la cultura, y querido por todos".

Trayectoria

Perteneciente a una conocida familia granadina vinculada a la banca, Miguel Rodríguez-Acosta comenzó su formación artística junto a su tío, el pintor José María Rodríguez-Acosta. En los años 50 se traslada a Madrid para estudiar en la Escuela de Bellas Artes. Allí conoció a Joaquín Valverde, a quien acabará considerando su maestro y de quien recibe su admiración por Italia, por el arte romano y etrusco y, especialmente, por los artistas del Protorrenacimiento, de gran influencia en su obra. Tras la obtención del título del profesor en la escuela madrileña, durante su vida alternó su faceta artística con la docencia.

Participó en numerosas exposiciones colectivas, celebró su primera individual en la Casa de los Tiros de Granada en 1957, y expuso en numerosas citas artísticas de primer nivel tanto en España como fuera de ella, como La estampa contemporánea en España celebrada en el Centro Cultural del Conde Duque de Madrid (1988). Durante la segunda mitad de la década de 1970 comenzó su formación como grabador en la Fundación Maeght en Saint-Paul-de-Vence (Francia) y recibió el Premio del Círculo de Bellas Artes del XXII Salón del Grabado y de la Estampación (1978).

Entre las retrospectivas sobre su obra realizadas en las últimas décadas han destaco Pasos en el jardín (Centro Cultural Conde-Duque, Madrid, 2002) y la más reciente, Arrayán y silencio (2011) en el crucero del Hospital Real y La Madraza. A propósito de la misma, su comisario, el catedrático de Historia del Arte Ignacio Henares Cuéllar, hablaba así sobre el artista que calificaba "un representante de una poética abstracta de gran fidelidad y muchos quilates artísticos", un exponente de "la veta más rompedora de la tradición artística" de Granada.

Los grabados representaban una parte más que esencial en la trayectoria de Miguel Rodríguez-Acosta, ya que el pintor confesaba que su "irrupción en aquel mundo" fue determinante en su forma de abordar el arte abstracto: "Estaba muy en contacto con lo que hacía en Europa y me fui acercando directamente a ese tipo de trabajos".

Como ilustrador destaca la carpeta de grabados que realizó para Sonetos del amor oscuro, obra inédita de Federico García Lorca, y su colaboración en la revista Litoral, en los números dedicados a la poesía árabe (1988-1989).

La muestra que estos días puede verse en el Carmen Blanco de la Fundación Rodríguez-Acosta está compuesta por una decena de óleos sobre lienzo de muy distintos formatos.

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