Granada "garantiza" durante una década más el legado de José Guerrero, que amplía sus fondos
Los herederos del artista y la Diputación actualizan el comodato del centro, que albergará más de 200 obras
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Granada/Contraviniendo la norma, el Museo José Guerrero ha abierto sus puertas un lunes, y ha sido por buen motivo. El centro de la capital ha acogido la firma de la extensión del comodato entre los familiares del pintor y la Diputación de Granada, una extensión que se cifra en diez años y que supondrá además la incorporación de 150 piezas inéditas a los fondos de la pinacoteca.
Ya con todas las rúbricas estampadas en el documento, firman el tercer comodato entre ambas partes, actualizando así el acuerdo alcanzado en 2015, también con una vigencia de una década, cuando se cumplían veintidós años desde que se aceptasen las obras del artista por parte de la ciudad.
Así lo ha recordado Francis Rodríguez, presidente de la Diputación provincial, quien ha asegurado que este acuerdo "garantiza la presencia de Guerrero" en la provincia, destacando al mismo tiempo "la unanimidad" política que existe entre los distintos partidos para salvaguardar el legado del pintor.
Por parte de la familia de Guerrero, llegada desde Estados Unidos, la firma del comodato, además, trae un regalo para la ciudad, coincidiendo con el 25 aniversario del Centro, pues se incorporan más de 150 obras a los fondos del museo, elevando el total hasta más allá de las 200. Este nuevo lote incluye obras representativas de distintas etapas y técnicas empleadas por José Guerrero, "enriqueciendo así la interpretación de su trayectoria y asegurando la conservación de un legado artístico de incalculable valor", según subrayó el presidente de la Diputación.
Muchas de estas nuevas adquisiciones están ya abiertas al público como parte de la exposición José Guerrero: Expansión. Nuevas obras en la Colección del Centro, que ofrece un viaje a través de las diferentes etapas creativas del pintor, desde sus primeros años en la figuración renovada hasta su inmersión en el expresionismo abstracto y sus últimas obras. Entre las piezas se encuentran acuarelas de su etapa inicial, que se suman a las telas ya presentes en la colección, así como una serie de dibujos realizados durante su estancia en Bruselas, Amberes y Londres, en los que se aprecia su evolución hacia una mayor abstracción formal.
Tony Guerrero, hijo del artista, ha sido el encargado de hablar en representación de los herederos del pintor. Durante su intervención, en español con acento americano, ha expresado "la profunda gratitud de la familia" hacia la institución supramunicipal durante un cuarto de siglo.
A juicio del hijo, el museo, ubicado en la calle Oficios, junto a la Catedral, cumple el deseo de su padre, que murió en 1991, de mantener "un centro vivo, no un mausoleo", que mantenga "las puertas abiertas a los ciudadanos de Granada".

El centro "invita a la investigación individual" a público de todas las edades "según su interés", ha proseguido Guerrero, y desde su inauguración es un lugar clave para estudiantes de arte de la ciudad y los profesores de Bellas Artes, así como para "todos aquellos que buscan inspiración" en la obra de su padre, a través de varias actividades culturales programadas en el centro a lo largo de su historia. "Apostemos por un futuro en el que la excelencia sea nuestro objetivo", ha concluido, emocionado, el descendiente del artista.
Dentro de ese futuro, y enmarcada en la celebración del 25 aniversario, el museo acoge este martes, a las 19:30 horas una mesa redonda abierta al público con los miembros de su comisión asesora, Juan Manuel Bonet, María de Corral, María Dolores Jiménez Blanco y Eduardo Quesada Dorador. En este encuentro, titulado Alegría de la pintura en un mundo afligido, se abordará la vigencia de la obra de José Guerrero y su capacidad para inspirar nuevas miradas en el arte contemporáneo. Además, se debatirá sobre los desafíos y las oportunidades que el Centro enfrenta en su misión de preservar y difundir el legado del artista, reafirmando su papel como espacio de referencia cultural.
José Guerrero 'apoya' también a la Capitalidad Cultural
El legado de José Guerrero se mantendrá hasta 2035 en Granada, por lo que se convierte en un factor clave para la candidatura a Capital Cultural de la ciudad para 2031, como ha recalcado Rodríguez en su intervención, para quien el museo "debe ser un pilar fundamental" dentro del proyecto de la capital
Su contribución no solo se mide por el valor de su colección, sino también por su capacidad para generar conocimiento, creatividad e identidad cultural. Vamos a seguir apoyando esa iniciativa tan ilusionante para todos los granadinos con medidas como esta”, ha dicho Rodríguez.
Un museo que el pintor no pisó
Como ha recordado Tony Guerrero, su padre murió en 1991 sin llegar nunca a pisar el edificio que hoy alberga su legado. Fue en Barcelona, donde vivía su hija, donde falleció el 23 de diciembre de aquel año. Tiempo antes, en 1988, la Comisión de Artes Plásticas de la Diputación de Granada ya le había comunicado su interés en mostrar de forma permanente en la capital una parte de su colección personal, un ofrecimiento que caló rápidamente y ambas partes trataron de afinar el proyecto, aunque no se pudo concretar en vida del pintor. Pese a todo, el proyecto siguió adelante, empezando a mostrarse algunos brotes verdes en una muestra antológica en el Palacio de los Condes de Gabia y la adquisición de dos obras suyas: Súplica y La Brecha de Víznar III.
Tras la muerte del artista, la familia aceptó la oferta de la institución, y a partir de 1992 el Área de Cultura de la Diputación comenzó a trabajar en firme en el actual museo, algo que se hizo oficial en mayo de 1993, cuando el organismo público aceptó a su vez el ofrecimiento de obra por parte de los herederos del pintor, dotado de gran valor patrimonial.
Se estableció como sede del museo el edificio que albergaba el diario Patria, en la calle Oficios, que había cerrado sus puertas diez años atrás. El lugar, pese a todo, necesitaba una remodelación y en 1995 se encargó el proyecto de adecuación al arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas y el proyecto museológico a Yolanda Romero Gómez. Finalmente, en el año 2000 el museo abrió definitivamente sus puertas.
Una comisión de expertos, en colaboración con los herederos, procedió a la selección del fondo José Guerrero, compuesto inicialmente por cuarenta óleos sobre lienzo de gran formato que abarcan las diversas etapas de su trayectoria. Además, cuenta con diversos trabajos sobre papel y el archivo personal del artista, integrado por su correspondencia, escritos personales y material diverso publicado e inédito.
Inicialmente, este legado tomó la forma de un depósito temporal por diez años, sin embargo posteriormente esa cesión se ha ido ampliando hasta llegar a este lunes, cuando el comodato ha vuelto ampliarse por otra década. Cuando las partes vuelvan a reunirse, será en 2035, tres décadas de un "espacio vivo" como lo quiso el artista.
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