Granada y Heidelberg más cerca gracias al Festival de la Guitarra

Granada y la ciudad alemana de Heidelberg pasaron a formar parte hace una década de la Red de Ciudades Europeas de la Literatura, también conocida como Ciudades Creativas, un privilegiado espacio creado por la UNESCO para reconocer y fomentar lugares donde la cultura tiene un lugar destacado. Desde entonces, estas capitales suelen realizar actividades conjuntas, aprovechando que el calendario les concedió a ambas el mismo título de manera simultánea.

El concierto del granadino Jesús Fernández al piano y de Heiko plank a la guitarra-Plank, celebrado en el marco del VIII Festival de la Guitarra de Granada-Antonio Marín, ha supuesto un punto de inflexión para acrecentar estas relaciones culturales. Contó con la asistencia de Andrea Edel, directora general de cultural del Ayuntamiento de Heidelberg, y de Jesús Ortega, coordinador de Granada Ciudad Literaria de la Unesco, del consistorio granadino.

La cita en el festival granadino tenía, además, una justificación muy importante. En 2006, Heiko Plank inventó en Heidelberg una nueva guitarra. Él prefiere llamarla Plank y obtenido la patente de este nuevo instrumento como reconocimiento a su aportación al mundo de la música. Tiene ocho cuerdas y dispone de los elementos habituales de una guitarra eléctrica, con sus pastillas y pedales. El resultado, explicado grosso modo, es una guitarra que capaz de interpretar a la vez un bajo eléctrico y conseguir una serie de efectos muy singulares. En realidad, como suele suceder en estos casos, la mejor manera de identificarla es escucharla y eso hizo el auditorio que lleno el Teatro del Centro Federico García Lorca, escenario de este concierto, en el que también fue protagonistas Jesús Hernández, un pianista granadino más conocido en Norteamérica y Francia que en España, pese a que ha actuado con grandes estrellas como la saga de los Morente. Es un músico que se mueve especialmente entre el jazz y el flamenco, pero capaz de albergar otros muchos registros.

Heiko y Jesús actuaron tanto en solitario como de manera conjunta. Es la segunda vez que lo hacen y la primera que han preparado un programa expresamente ideado para formar un dúo. Hubo en ocasiones inspiración flamenca, otras veces se partió de Bach y en ocasiones la creación surgió sin necesidad de anclarse en ningún ambage. Como suele ocurrir en este tipo de propuestas tan innovadoras, el resultado es una incógnita y la respuesta del público otra interrogante, pero conforme iba transcurriendo el concierto y especialmente a su fin, se pudo comprobar que fue un éxito. El público iba tomando la palabra y lo refrendó. Y es que desde el principio el sonido era bello, envolvente e innovador, sobre todo con la nueva guitarra o plank.

Dos ciudades que deben continuar encontrándose

El objetivo se cumplió doblemente. Primero porque el resultado artístico fue sobresaliente y después porque el público aceptó acogió con entusiasmo esta propuesta. Encuentro fue el título con el que nominó al espectáculo y ahora sería preciso darle continuidad a la acción planteada, tanto en la relación entre Granada y Heidelberg, como en el futuro de esta formación musical que debe tener continuidad en el tiempo para revalidar los logros que han alcanzado en el Festival de la Guitarra de Granada.