La guitarra flamenca, entre el toque a lo barbero y el clásico

En los márgenes

En Granada contamos con una gran tradición tanto de guitarristas como de guitarreros y debe ser un referente en el instrumento

Miguel Borrul junto a sus hijas.
Miguel Borrul junto a sus hijas. / R. G.
Reynaldo Fernández

06 de noviembre 2022 - 04:00

Granada/En las barberías era muy frecuente que el cante se acompañara con los acordes de la guitarra, lo que se denominaba guitarra rasgueada, frente a la guitarra punteada de la música culta, como ya lo reseñó Juan Antonio de Vargas y Guzmán en su Explicación de la guitarra de rasgueado, punteado y haciendo la parte de el baxo, Cádiz 1773. A falta de una guitarra propia, en los barrios gitanos los niños que utilizaban la de sus mayores, para ensayar cogían un cartón y con la mano derecha realizaban los rasgueos para practicar los ciclos rítmicos de los distintos palos del flamenco. También los un principiante ensordecen las cuerdas de la guitarra con la mano izquierda para utilizar el instrumento como una percusión rítmica de los rasgueos de la mano derecha. Faustino Núñez, Norberto Torres y Guillermo Castro Buendía, entre otros, han estudiado la evolución de la guitarra flamenca con interesantes investigaciones.

En la guitarra clásica tenemos a figuras fundamentales como Fernando Sor (Barcelona 1778- París 1839) con su Método para guitarra de 1830; Dionisio Aguado (Madrid 1784- Madrid 1849) con su obra Escuela de guitarra de 1825; Francisco Tárrega (Villareal, 1852- Barcelona 1909) o Miguel Llobet (Barcelona 1878- Barcelona 1936).

Antonio Torres Jurado.
Antonio Torres Jurado.

Entre la generación de Sor y Aguado y hasta la de Tárrega se sitúan una serie de artistas de gran interés al ser guitarristas clásicos pero que en su repertorio incorporan “aires populares” o “aires nacionales”, lo que se ha denominado preflamenco, es decir que combinan el punteo de la guitarra clásica con el rasgueado a lo barbero. En este sentido mencionar a Trinitario Huertas (Orihuela, Alicante 1804- París 1875) y a Julián Arcas (María, Almería 1832- Antequera, Málaga 1882). Julián Arcas fue alumno de Dionisio Aguado y su amistad con el guitarrero, también almeriense, Antonio de Torres (Almería 1817-1892) llevará a este a fijar los tipos de la guitarra clásica y de la guitarra flamenca.

Discípulo de Tárrega será el guitarrista flamenco Miguel Borrul Castelló (padre) (Castellón de la Plana 1866- Barcelona 1947) que formará una saga de guitarristas de lo jondo. Discípulo de Miguel Llobet será Ramón Montoya Salazar (Madrid 1879- 1949).

En la guitarra flamenca de concierto de la edad de oro mencionar a Sabicas, Agustín Castellón (Pamplona 1912 – Nueva York 1990), sobrino de Ramón Montoya; Paco de Lucía (Algeciras 1947- Playa del Carmen, México 2014) y Manolo Sanlúcar (Sanlúcar de Barrameda 1943- Jerez de la Frontera 2022).

Julián Arcas.
Julián Arcas. / R. G.

En Granada tenemos una escuela de gran interés y relevancia, mencionar en primer lugar a Francisco Rodríguez Murciano (Granada 1795-1848) con su famosa Rondeña transcrita por su hijo 'Malipieri' y que tanto impresionó a Glinka que se difundió por Rusia y Europa. Glinka en su estancia en Granada tomará clases con Francisco Rodríguez Murciano pasando muchas horas escuchándolo tocar y transcribiendo algunas de sus melodías. Este guitarrista gustaba de tocar en las barbería y para amigos en ambientes íntimos. 'Malipieri', su hijo, será intimo amigo de la familia Barrios, de Antonio Barrios 'El Polinario' (Granada 1858-1939) y de su hijo Ángel Barrios (Granada 1882- Madrid 1964) gran compositor y guitarrista clásico y flamenco. Manuel Cano Tamayo (Granada 1925-1990), primer catedrático de guitarra flamenca en España, en el Conservatorio Superior de Córdoba fue discípulo de Ángel Barrios. Juan Carmona 'Habichuela' (Granada 1933- Madrid 2016) creará una importante saga de guitarristas flamencos. Por solo mencionar a algunos de los históricos teniendo en la actualidad a un nutrido grupo de magníficos guitarristas flamencos que no sería posible citar en estas breves líneas.

Ángel Barrios.
Ángel Barrios. / R. G.

La guitarra flamenca que surgió del instrumento de acompañamiento del cante y el baile a lo barbero (rasgueada) y de las técnicas de punteado de la guitarra clásica, ha desarrollado sus propios métodos, rasgueos, golpes en la caja, falsetas, etc. La guitarra flamenca se toca con una posición diferente a la clásica. La mano derecha está cerca del puente, donde la tensión de las cuerdas es mayor y el sonido es más seco y fino, necesitando un cuidado de las uñas distinto. El ataque de las cuerdas es perpendicular, mientras que en la clásica es muy frecuente el ataque oblicuo produciendo así un sonido “más redondo”. La técnica del pulgar esta mucho más desarrollada en la guitarra flamenca moviéndose con gran rapidez y agilidad. El rasgueo es su seña de identidad y el trémolo de cuatro notas, frente al frecuente trémolo de tres notas de la guitarra clásica.

También el instrumento se configura con sus características peculiares. La caja es más pequeña, los aros suelen ser más estrechos que en la clásica, por lo que es más ligera. La acción es más baja, dando ese sonido percusivo y esto se consigue con una altura muy baja de las cuerdas con respecto al diapasón, lo que ofrece una mayor sensación de comodidad. La guitarra flamenca utiliza frecuentemente madera de ciprés para el fondo y los aros, cuya densidad es de 400/600 kg/m³, y abeto alemán para la tapa, de una densidad de unos 450 kg/m³, frente a las diferentes variedades de palo santo y otras maderas de muchas guitarras clásicas que duplica a esas densidades, situándose en torno a los 1000 kg/m³. Otro elemento característico serán lo golpeadores que se utilizan para proteger la madera de la tapa. El sistema de varetaje también es diferente, colocando las barras armónicas de una forma específica, siendo su sonido más brillante.

Juan Habichuela.
Juan Habichuela.

En Granada disponemos de una excelente tradición de guitarreros tanto del instrumento clásico como de la guitarra flamenca. El Conservatorio de Música de Granada pide que se dote la enseñanza superior de guitarra flamenca o el grado, como existe en otros conservatorios españoles. Este año del centenario del Concurso de Cante Jondo de 1922 Concurso de Cante Jondo de 1922sería un buen momento para hacerlo. Ya Manuel de Falla en aquel acontecimiento luchaba por que se creara una academia para enseñar este arte, siguiendo el ideario de la Institución Libre de Enseñanza. Granada debe ser un referente en la guitarra flamenca.

stats