La historia detrás de la estatua de la Virgen de las Nieves

La obra, firmada por Francisco López Burgos, corona el Veleta y es clave en la romería de Monachil

Su historia se remonta a los años 50, tras el encargo de Antonio Zayas

Conoce la historia de la Virgen de las Nieves de Granada / Granada Hoy
M. N.

06 de agosto 2024 - 03:59

La madrugada de este lunes se produce la Romería de la Virgen de las Nieves de Monachil, considerada la más alta del país al realizarse a 3.200 metros de altura en Sierra Nevada y que tiene su punto final en el pinacho del Veleta, donde espera precisamente la imagen de esta virgen, una obra que lleva la firma de Francisco López Burgos y por el que consiguió el Premio Nacional de Escultura en 1954.

La historia de esta talla se remonta a principios de la década de los 50, cuando a petición de Antonio Zayas y Fernández de Córdoba, "uno de los hombres más enamorados de Sierra Nevada que la ciudad encontró nunca", según lo recuerda Juan José Montijano Ruiz, lleva a la que sería, a la postre, una de sus más ilustres y celebérrimas creaciones. La obra, "que congracia elegantemente con la iconografía paisajística" en palabras del investigador, es llevada a cabo en torno a un remolino de nieve que se convierte en manto para abrigar y dar cobijo a la Señora quien, entre sus brazos, sostiene al hijo dormido.

No sería hasta 1960 que el Grupo Universitario de Montaña traslada la figura a lo más alto del Veleta, donde permaneció durante varios años hasta que las inclemencias meteorológicas acabaron por destrozarla. Un par de años dpespués, López Burgos comenzó a realizar otra pero esta vez de aluminio, haciéndola mucho más resistente, y superando los tres metros de altura. En 1968, el escultor terminó esta nueva versión, que fue colocada sobre un arco de piedra.

Ya por esa fecha, la fama de López Burgos estaba en alza. Como recuerda Montijano, durante la segunda mitad del siglo XX viaja a Estados Unidos y allí, dado el éxito que alcanza su trabajo, "una galería le propone trabajar en exclusiva para ella durante tres años y, como siempre suele suceder, han de venir foráneos para que los oriundos nos demos cuenta del potencial que encierran nuestros artistas", precisamente sería durante una estancia en América cuando el actor Charlton Heston adquiera una de sus esculturas en piedra en 1965.

De regreso en su Granada, el escultor no para de trabajar y de hacer proyectos por encargo y que sirven para realzar el patrimonio artístico de la ciudad como la Niña del Columpio, el busto en bronce de Manuel de Falla o del doctor Carlos López Neyra, destacando el monumento a José Antonio Primo de Rivera, que será levantado en la plaza de Bibataubín, y encargado por un grupo de ciudadanos anónimos.

Este monumento, recuerda Andrés Cárdenas, que eran cinco brazos extendidos que sujetaban las alas de un águila, hubiera servido para cualquier otro homenaje (al flamenco, por ejemplo, ya que se trataba de palmas de mano levantadas en actitud de toque), de no ser porque había un pedestal revestido de mármol en el que estaban el yugo y las flechas falangistas y una leyenda: Granada a José Antonio. Ya en la democracia varias plataformas de izquierda pidieron en reiteradas ocasiones su retirada, pero no fue hasta la pasada década cuando el Tribunal Superior de Justicia dio la orden de desmontarlo.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último