Una de las obras de José Guerrero
Una de las obras de José Guerrero / G. H.
Bernardo Palomo

08 de julio 2024 - 11:05

Una galería de arte al modo de los años ochenta y noventa es un negocio obsoleto, sin perspectivas, pasado de moda, anclado en las parcelas nostálgicas de un romanticismo que no lleva a ninguna parte. La prueba de esto que decimos son las cantidad de galerías con las persianas echadas para siempre que os encontramos en el complejo paisaje del mercado del arte. Paisaje desolador buscado, en parte, por los propios galeristas que han navegado a bandazos, creyéndose de todo y patrocinando argumentos que sólo tenían credibilidad en los despachos institucionales regentados por oficiantes desinformados que estaban allí por la bonoloto política de esta sociedad desabrida, injusta y soberbia. La galerías de arte con lúcidos gestores que han sabido reciclarse y asumir los nuevos conceptos de la modernidad manifiestan fórmula que difieren de lo que hubo y que sólo conservan lo bueno de una situación que, hoy, tiene otros rumbos y potencian nuevos estamentos. Alarcón Criado empezó en aquellos años pero no sucumbió a los inamovibles conceptos de un universo artístico que cambiaba a pasos agigantados, asumíendo los postulados de lo nuevo con un espíritu que nada tenía que ver con lo que fue en sus inicios cuando se presentaba con el nombre de Full–Art en la sevillana calle Bilbao.

Carolina Alarcón y Julio Criado como galeristas nacieron en los estertores expositivos del aquel pasado reciente pero, viendo lo que había y, sobre todo lo que venía, se adaptaron a las exigencias de ese arte del presente, modificando esquemas y abriéndose a los parámetros de lo que la nueva realidad artística exigía. Aquel espacio que empezó como Galería Marta Moore, ya convertido en Alarcón Criado,es la lanzadera para moverse por todo el mundo, acudiendo a los acontecimientos más importantes del arte para que su realidad como galeristas no se quede anclada en un espacio alejado del discurrir desenfrenado de los tiempos. Por eso, la galería sevillana es una de las de mayor entidad del país y referencia absoluta en las ferias más importantes del mercado internacional.

Uno de los artistas que desde hace años ocupa el importante catálogo que esta galería presenta por las mejores ferias del panorama internacional, es este granadino que tiene el nombre y el apellido de otros de los grandes granadinos, el pintor abstracto José Guerrero, de tanta importancia en la renovación artística y referencia absoluta en el arte que se hace en Granada. El fotógrafo nace en Granada en 1979 y, precisamente, nosotros accedimos a su obra, hace unos años, en el stand de la Alarcón Criado en ARCO. Desde entonces hemos seguido con expectación al discurrir de su obra, comprobando cómo su trabajo se apartaba de las pacatas maneras de la fotografía al uso y se posicionaba en un estamento lleno de rigor, valentía y absoluta artisticidad. Su fotografía interesaba e interesaba mucho y, muy pronto, fue objetivo de las mejores colecciones.

Otra de las imágenes de Guerrero.
Otra de las imágenes de Guerrero. / G. H.

Su trayectoria está sustentada por muy buenos reconocimientos en lo mejor de la fotografía, por lo que su historial goza de una importante significación. Baste decir que, en 2005, recibe la Beca de la, entonces, Caja San Fernando al Joven Autor Andaluz. En el 2007 obtiene la Beca Iniciarte de la Junta de Andalucía. Un año más tarde tiene un gran éxito en PhotoEspaña, recibe los Premios Purificación García y Caja Madrid y es artista residente en el Colegio de España en París. En 2010 obtiene los Premios María José Jove e Imaginera. Ese mismo año recibe la Beca Manuel Rivera, desarrollando un proyecto fotográfico en el estado de Arizona, en colaboración con Mark Klett, artista norteamericano y profesor de la Universidad de Phoenix. El año 2015 consigue la Beca de residente en la Academia de España en Roma, donde desarrolla la serie “ROMA”; asimismo, ese año participa en el proyecto “Art Situacion”, comisariado por María Corral, Lorena Martínez, Vicente Todolí e Ilaria Gianni, expuesto en el MACRO de Roma, en Villa Croce de Génova y en el Matadero de Madrid. En 2017 recibe el Premio Internacional de Fotografía Pilar Citoler. Su fotografía se encuentra en importantes colecciones y museos nacionales e internacionales, en el Amon Center Museum, en el Center for Creative Photografy de Arizona, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en la Colección DKV, en la Fundación Mapfre, en la Colección Pilar Citoler o en la Colección Los Bragales, entre otras. Clara evidencia de que se trata de unos de los fotógrafos con mayor cartel en este mundo donde, por culpa de los vaivenes del arte y sus manipuladores, la fotografía fue cuestionada tras un tiempo en el que se elevaron a los máximos estamentos, pobres realizaciones salidas de escasas luces artísticas.

Sobre el artista

José Gurrero no es, ni mucho menos, un fotógrafo al uso; su obra va más allá de la mera representación, de la ilustración bien estructurada de una determinada realidad. El fotógrafo granadino realiza una obra poderosa, sin concesiones a la galería y con los planteamientos acertados de la verdadera y gran fotografía. José Guerrero es fotógrafo fotógrafo; algo que, hoy, con tantos advenedizos de cámara -o móvil- en la mano y sin luces artísticas en la cabeza que se creen sustitutos de Cartier Brassan, no es nada fácil de encontrar. Su fotografía está sustentada en una sabia visión de lo real, extrayéndole muchas circunstancias de su existencia y promoviendo acciones infinitas llenas desde el poder generador del concepto y la materializaión real del hecho fotográfico . La muestra en la sevillana calle Valverde es el resultado del trabajo de José Guerrero en los áridos campos granadinos y en las inquietantes zonas de la Bahía de Nápoles. Las fotografías presentadas nos sitúan ante dos conceptos físicos, el muro y la brecha. Ambos son protagonistas de una fotografía que abandona la simple posición representativa y asume una nueva dimensión. Las luces y las sombras, lo cerrado y lo abierto, lo que se esconde y lo que se adivine, la claridad y el misterio de lo oscuro son conceptos que se tiene dispuestas en las bellísimas imágenes que componen la serie 'Brechas'. A los muros, a las paredes, a los escuetos vestigios de restos arquitectónicos se le extrae su sentido plástico para que ofrezcan una nueva realidad plástica y artística, dejando que la simple realidad marca una nueva disposición cercana a el más absoluto abstracto.

Sobre su obra

En su obra, José Guerrero, dimensiona la propia realidad para que esta ofrezca muchas más circunstancias que las que la propia mirada atisba y asimila. Crea espacios indefinidos, lugares aleatorios que pierden identidad física y visual para ganar nuevas e impredecibles circunstancias. Sus series transcurren por fronteras inestables entre esa fotografía que genera desenlaces de justa proporcionalidad representativa y posiciones no concretas que definen una abstracción esencial donde la plasticidad y el sentido de la forma juegan un papel de máximos.

De nuevo, uno de los fotógrafos españoles con más sentido, nos presenta esa realidad cuestionada por la inquietante visión de un planteamiento que deja de ser real para abrazar un desarrollo abstracto lleno de poder formal y emoción total, siempre con un trasfondo lleno de intimismo y casi silente espiritualidad.

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