José Soto y Egilona, última reina visigoda de Hispania, dos historias de novela separadas por más de 1.000 años que se cruzan en la realidad
El ex militar español, que perdió la visión y una pierna en un accidente con explosivos durante una misión de Paz en Bosnia, es en la actualidad investigador de la UGR y el Centro de Estudios Bizantinos y autor de algunas de las novelas históricas con más éxito de España
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Granada/La reina Egilona, también conocida como Ayluna o Egilo, fue una figura histórica notable del siglo VIII en la Península Ibérica, conocida principalmente por haber sido la última reina visigoda y posteriormente la esposa de Abd al-Aziz ibn Musa, el primer emir musulmán de Ál-Ándalus. Su historia es fascinante porque representa un período de grandes cambios en la península, desde la caída de los visigodos hasta la llegada y consolidación del dominio musulmán.
En Egilona, reina de Hispana (Espasa, 2024), José Soto Chica con su capacidad para conectar los eventos históricos con sus consecuencias sociales, políticas y económicas, ofrece su visión sobre esta figura femenina tan crucial como relegada en la historia de España. Sin perder su tradicional estilo dinámico, cuenta el primer como don Rodrigo, duque de la Bética, vuelve a sus tierras tras verse obligado a rendir pleitesía al nuevo rey de Hispania, Witiza, el asesino de su hermano Favila. Ahora lo inteligente es bajar la cabeza; ya habrá tiempo para una venganza. Cerca de Córdoba, se detiene a descansar en una casa noble y allí ve por primera vez a Egilona, una muchacha de quince años, de melena rojiza, piel blanca y ojos ambarinos, que esa misma noche se convertirá en su mujer.
Nueve años más tarde, cerca de Tarifa, las huestes del ya rey Rodrigo tratan de impedir la entrada en Hispania del nuevo conquistador del mundo: el imperio Omeya. Al mando de su ejército se encuentra Táriq ibn Ziyad, un liberto a quien su patrón Musa ibn Nusáir, valí de África en el nuevo orden del califato, ha enviado de incursión. Con este viejo soldado, feo, bizco y pelirrojo, curtido en mil batallas, viaja su concubina, Umm Hakim, una joven fascinante, de ojos de gacela y saberes mágicos, y Abd al-Aziz, uno de los hijos de Musa. Entrar y salir, esa es la orden. Pero, en el fragor de la batalla, Abd al-Aziz mata a Rodrigo y pone sus ojos en Egilona, la mujer más hermosa y altiva que ha visto nunca.
Rodrigo murió en la batalla de Guadalete en el año 711, una batalla decisiva que marcó el comienzo de la conquista musulmana de la Península Ibérica por parte de los ejércitos árabes. Esta conquista supuso el colapso del reino visigodo y la instauración del dominio musulmán en la región. Egilona se casó con Abd al-Aziz ibn Musa, el primer emir musulmán de al-Ándalus. Este matrimonio puede leerse como un romance o una alianza estratégica, ya que Abd al-Aziz buscaba también legitimidad y estabilidad política en un territorio recientemente conquistado, y Egilona, como ex reina visigoda, aportaba una conexión con la nobleza local y un símbolo de continuidad.
Sobre el autor
Hasta ahí el inicio de la vida de Egilona, para pasar más de 1.000 años después a la de José Soto Chica, nació en Granada, en 1968. Fue militar profesional y estuvo destinado a la Misión de Paz de la ONU en Bosnia-Herzegovina, un lugar que supuso un punto de inflexión en su existencia a causa de un gravísimo accidente con explosivos que le costó una pierna y lo dejó ciego, lo que le llevó a encauzar su vida hacia su verdadera pasión: la historia. Fue así como su biografía de superación se cruzaría años más tarde con la de Egilona. En la actualidad es doctor en Historia Medieval e investigador del Centro de Estudios Bizantinos, Neogriegos y Chipriotas. Además, cuenta con el reconocimiento de hijo predilecto de Santa Fe.
Como investigador y profesor, José Soto Chica ha desarrollado su carrera principalmente en la Universidad de Granada, donde ha impartido clases sobre historia medieval, historia del mundo islámico y Bizancio. Su experiencia como militar ha influido significativamente en su enfoque de la historia, aportando una visión detallada sobre la guerra, las tácticas militares y la organización de los ejércitos en sus estudios. Está considerado uno de los principales expertos en la historia de Bizancio y la Hispania visigoda en el mundo hispanohablante. Su enfoque interdisciplinario, que combina historia, arqueología y estudios militares, ha enriquecido la comprensión de períodos históricos complejos y ha aportado una nueva luz sobre la historia del Mediterráneo durante la Antigüedad tardía y la Edad Media.
Es autor de las monografías Bizancio y los sasánidas (2012), Bizancio y la Persia sasánida: dos imperios frente a frente (2015), Imperios y bárbaros. La guerra en la Edad Oscura (Despertaferro, 2019), y Los visigodos. Hijos de un dios furioso (Despertaferro, 2020), así como coautor de la edición, traducción y estudio de La Didascalia de Jacob. En 2021 José Soto ganó el Premio Edhasa Narrativas Históricas con su novela El dios que habita la espada y en 2022 publica Bajo el fuego y la sal, una novela sobre el saqueo a los tesoros del Vaticano.
Soto Chica es conocido por su capacidad para combinar rigurosidad académica con una narrativa accesible y envolvente. Ha participado en diversos proyectos de investigación y ha contribuido con numerosos artículos y ensayos en revistas académicas, abordando temas como las invasiones bárbaras, las guerras bizantinas y la expansión islámica. Hasta que en 2024 ha publicado Egilona, reina de Hispania.
Su influiencia
Ahora se vuelve a retomar el peso que una figura como Egilona ha juado en la historia de España. Con el rigor y exhaustividad que caracteriza a Soto Chica, sin dejar de lado la capacidad natural del autor para narrar la historia de manera que resulta tanto educativa como inspiradora, el investigador profundiza en una figura que según las crónicas árabes y cristianas, ejerció una notable influencia sobre su nuevo esposo. Algunas fuentes la describen como una mujer fuerte y decidida que trató de preservar las tradiciones visigodas y su estatus dentro de la corte musulmana. Se dice que sus intentos de influir en Abd al-Aziz, incluyendo la introducción de ciertos elementos de la realeza visigoda en la corte musulmana, causaron malestar entre los musulmanes más ortodoxos, que veían estos cambios como una peligrosa mezcla de culturas.
Una de las historias más conocidas, aunque de dudosa veracidad histórica, es la acusación de que Egilona persuadió a Abd al-Aziz para que se hiciera coronar como rey, lo cual fue visto como una traición a la fe islámica, ya que esto iba en contra de los principios del califato. Este tipo de rumores y tensiones políticas culminaron en la muerte de Abd al-Aziz en el año 716, asesinado por orden del califa omeya de Damasco, quien temía que el emir estuviera consolidando demasiado poder y creando un reino independiente en Al-Ándalus.
El legado
Después de la muerte de su segundo esposo, el destino de Egilona se pierde en la historia. No se sabe exactamente qué ocurrió con ella después de estos eventos, pero su figura ha sido objeto de numerosas leyendas y reinterpretaciones, tanto en la historiografía islámica como en la cristiana. Egilona simboliza una época de transición y mezcla cultural, siendo una figura que refleja la complejidad de las relaciones entre los visigodos y los musulmanes durante los primeros años de al-Ándalus.
La historia de Egilona es un testimonio de cómo las mujeres, a menudo relegadas a papeles secundarios en los relatos históricos, jugaron roles cruciales en momentos de cambio y transición. Su vida refleja los choques culturales y políticos de una época marcada por la conquista y la transformación de una sociedad. No en vano, Egilona será recordada en su papel de reina y consorte "como la mano, la mente, el espíritu poderoso que sembró la semilla de una nueva era".
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