Korrontzi: “La sociedad dentro de unos años decidirá qué es tradicional”

Granada/Hace tiempo hubo un trikitilari (intérprete de acordeón diatónico) llamado Korrontzi, en Munguía (Vizcaya). Del recuerdo a aquel músico ambulante sacó su nombre este quinteto vasco, pero también la inspiración, ya que su música se dedica a todos los tocadores antiguos de acordeón diatónico. Estuvieron en la final del Eurofolk y de allí sacaron titulares en los que se podía leer que “más que Folk, lo suyo era punk”, mientras que la prensa inglesa habla de ellos como los “Jimi Hendrix del acordeón”. El sábado actúan en el Parapandafolk, junto a los cántabros de Casapalma. Será en el auditorio Enrique Morente de Íllora, con entrada libre.

Pregunta.20 años en esto de la música tradicional debe ser menos que nada ¿no?

Respuesta.Ha sido un camino largo e intenso, la verdad que cuandocomenzamos en el 2004, nunca hubiéramos pensado quetendríamos un recorrido tan largo. Quizás ese ha sido elsecreto, pensar en el día a día y no en proyectos a largoplazo. Seguimos disfrutando de la música tradicional,intentamos hacer una labor divulgativa y, mientras este trabajonos llene por dentro, seguiremos el camino.

P.Ahora se hacen muchos experimentos con el folk. ¿han probado una trikitixa con un pedal wahwah o una base Drum&Bass?

R.Hay muchas nuevas propuestas. Algunas están funcionando muy bien de cara al gran público. No me parece contraproducente, me parece bien. Nosotros también hemos experimentado en algún trabajo con un DJ. Siempre y cuando sepas el rumbo, no me parece mal visitar otros puertos. Y lo comentado en la pregunta anterior, no somos nadie para decir lo que es tradicional. La sociedad, dentro de unos años, decidirá qué es tradicional…

P.Se lo preguntaba también por eso, porque han hecho cosas con DJ y también con orquesta sinfónica

R.Así es, llevamos 20 años de carrera, 900 conciertos, más de 30 países visitados, innumerables menciones y premios… y yo creo que uno de los secretos es no ponernos límites. Hay que experimentar y hacer el camino, aunque algunas veces ese camino también ha sido de vuelta.

P.Hay un titular que le señala como “el Jimi Hendrix de latrikitixa”

R.(Risas) Sí me acuerdo de que ese titular salió en un periódicode Inglaterra después de nuestro concierto en Warwick… Yasabes que se decía que la trikitixa era el “fuelle del infierno”,debido a que hace unos años incitaba al baile en “pecado”. Sea como sea, a mí lo que me llena es no dejar indiferente anadie, que la gente se fije en la tradición, que disfrute y bailecon la trikitixa y, sobre todo, que se acuerde que por encimade la globalización siempre habrá pequeños pueblos quesiguen reivindicando sus orígenes.

P.Sus últimas publicaciones son del formato libro disco ¿Necesitan completarse con la parte literaria o es para valorizar el formato?

R.Intentamos que el comprador se lleve algo tangible a su casa, que no solo sea un CD que se puede encontrar gratis en Internet. Lo acompañamos de un libro en el que aportamos contenido al formato. Esa es la apuesta y, aunque económicamente siempre salimos perdiendo con estos formatos, el objetivo no es económico, sino ver la sonrisa de la gente cuando le dedicas un trabajo de este tipo, abres el formato con él para firmarlo y ves su sonrisa cuando sabe que se va a llevar un trocito de Korrontzi.

P.Uno benéfico en favor de un barco de salvamento…

R.Todos los años hemos hecho conciertos benéficos, cancionesbenéficas… no sé… creemos que sí podemos ayudar. Esnuestra obligación poner el foco en alguna causa e intentaraportar. Comenzamos con los proyectos benéficos en 2016,y han sido innumerables las ONGs a las que hemos ayudadoen todos estos años, siempre intentando que nuestro fuelle sirva para algo…

P.Y otro una antología ‘entre amigos’...

R.“20” es un regalo para nosotros, un resumen de nuestraandadura, canciones, conciertos, fotos, carteles, etc. Todo tienecabida en este trabajo y, la verdad, estamos muyorgullosos del camino recorrido. Queríamos reflejar nuestraandadura en algún soporte, y así editamos este nuevotrabajo. Es una manera de dejar constancia de lo que estoschavales vizcaínos consiguieron con ilusión, trabajo y, sobretodo, amor por la tradición.