El legado de Juan Habichuela
La leyenda de la guitarra flamenca en Granada desea ofrecer al Ayuntamiento todos sus premios y pertenencias a cambio de una vivienda en la que poder pasar en su ciudad sus últimos años
Después de casi 60 años fuera de su tierra, Juan Habichuela, el fundador de toda una dinastía flamenca en Granada y uno de los mejores guitarristas acompañantes, quiere volver a vivir en Granada, su ciudad natal. El guitarrista quiere ceder al Ayuntamiento de Granada todo su legado personal, que incluye multitud de premios, fotografías e incluso guitarras a cambio de que la corporación le ofrezca una vivienda en la que poder residir. El guitarrista se entrevistará hoy con el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, para expresarle sus deseos.
"Yo lo que quiero es entregarle al Ayuntamiento todo mi legado para que toda la ciudad pueda verlo", comenta el veterano guitarrista, de 78 años. "Lo que yo quiero es volver a Granada y estar aquí, con mi familia, con mis hijos, con mis nietos".
Habichuela ha acompañado prácticamente a todos los grandes del cante flamenco en España. "A los de antes y a los de ahora", dice. Entre ellos, a Camarón de la Isla, Enrique Morente, José Menese, Pansequito, Fosforito. "A más de 200 cantaores", explica. De todos ellos, se queda con dos: con Camarón y con Morente. "De Camarón tengo yo en mi casa una enorme fotografía pintada en la que estamos los dos y que para mí es una verdadera alegría. Cuando la miro, gozo".
Entre las pertenencias de Juan Habichuela se encuentra una guitarra de Vicente Arias de 1808. "Sería el equivalente a un violín Stradivarius", apunta su hijo, Antonio Carmona. "Aunque mi favorita es una de Santos Hernández que es prácticamente imposible de encontrar. Ya no se fabrican guitarras como ésa. Esa guitarra no tiene precio", tercia el guitarrista.
"Cuando me venga, me lo quiero traer todo y entregarlo al Ayuntamiento", añade. "Yo he tenido de siempre el pensamiento de volver a Granada, y me gustaría volver lo antes posible. Yo me vendré en cuanto lo diga el alcalde. Cojo una furgoneta y la lleno con todo mi legado. Me gustaría que pudiese verse en el Ayuntamiento, o que se hiciera una casa museo con seguridad, porque todo lo que hay es muy valioso. Quiero que sea un sitio al que pueda acceder todo el mundo". A cambio, el guitarrista pide una vivienda. "Un alquiler, lo que sea", añade.
Juan Habichuela empezó su carrera bailando a los nueve años. Pero a los 11, en 1944, se decantó por la guitarra. Desde entonces ha sido uno de los mejores guitarristas de acompañamiento de todos los tiempos. Él y Sabicas son los dos grandes nombres de la guitarra flamenca de acompañamiento.
En presencia de su nieto, llamado también Juan Habichuela, el veterano guitarrista explica uno de los grandes trucos. "Si un cantaor se equivoca de compás y pierde el ritmo, tú lo que tienes que hacer es perder el ritmo también e irte con él, porque si no, los dos váis cruzados y el público se da cuenta. La mejor manera de ir acompañando es ir equivocándote con el cantaor".
"Lo que mi abuelo pretende", dice Juan Habichuela Nieto, "es que todo su legado se quede en Granada y la gente pueda apreciar lo que un granadino ha hecho en todo el mundo". Se trata, en el fondo, del legado de una leyenda viva del flamenco.
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