La llegada de un otoño científico

Cielos despejados, tempertauras altas y brisa bochornosa. A las 16:49 horas de la tarde de ayer se hacía efectivo el cambio de estación. El otoño había llegado, mientras el termómetro marcaba 38 grados centígrados.

Lejos de la ropa otoñal, la gorra, pantalón corto y calzado descubierto fueron las prendas más comunes del medio centenar de personas que se acercó al Parque de las Ciencias para recibir la nueva estación.El museo organizó una serie de visitas guiadas que se prolongaron desde el medio día hasta las 18:00 horas y tuvieron como escenario el Jardín Astronómico.

Los interesados en el fenómeno contemplaron en una estructura metálica compuesta por tres barras como con la llegada del otoño el sol incidía directamente sobre la barra intermedia, correspondiente al equinoccio de otoño.

David Ballesteros, biólogo responsable de impartir las explicaciones durante los itinerarios, explicó que ayer la duración tanto del día como de la noche fue de doce horas cada una. Fenómeno que variará a medida que finalice el otoño y se aproxime el solsticio de invierno, "cuando las noches se extendiendan más que los días y la perpendicularidad de los rayos solares sea la más estrecha".

Además de las descripciones sobre el cambio de estación, los cincuenta visitantes desplazados al Jardín Astronómico disfrutaron de los doce módulos restantes que lo componen, entre los que destacan los diversos relojes solares, las maquetas sobre antiguas estructuras de medición de civilizaciones antiguas, el sistema ptolemaico o el gnomon, "el intrumento más sencillo y antiguo de medición solar y temporal, a la que se llega a través de la sombra que proyecta", explicó Ballesteros.

Durante poco más de tres horas numerososgrupos familiares participaron en la actividad ejerciendo de modelos improvisados en cada una de las estructuras que demostraban los diferentes procesos de la analema o recorrido solar. Una transformación compleja que el centro museístico procuró trasladar al público de una manera sencilla y entendible.

Desde ayer y para el medio centenar de visitantes que acudieron al Jardín Astronómico del Parque de las Ciencias , el otoño será mucho más que tiempo de hojas caducas y amarillentas sobre la tierra húmeda.