"Está en manos de las instituciones que la ciencia sea en Granada como el rock"

emilio garcía. investigador en el Instituto de Astrofísica de Andalucía

El astrofísico y divulgador madrileño es el encargado de la Unidad de Cultura Científica del IAA-CSIC

Hoy inaugura junto a Óscar Huertas la cuarta edición de 'Desgranando Ciencia'

Emilio García, tras la presentación de la cuarta edición de 'Desgranando Ciencia'.
Emilio García, tras la presentación de la cuarta edición de 'Desgranando Ciencia'. / M. A.
María Alonso

14 de diciembre 2017 - 09:01

Granada/Ha escrito una obra dramática de marionetas, se ha convertido en un dibujo animado, ha diseñado un videojuego "marciano", ha dirigido la película La velocidad de nuestros pensamientos (2016), ha hecho radioteatro… Y todo ello con un solo objetivo: acercar la ciencia a la gente. Emilio García (Madrid, 1972), investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), lleva una década dedicado a la divulgación científica, ya sea como encargado en la Unidad de Cultura Científica del IAA-CSIC, como conferenciante en universidades o en talleres para público infantil. García además presenta junto a la periodista Susana Escudero El Radioscopio, el programa de divulgación científica de Canal Sur Radio. Hoy inaugurará con una charla, junto a Óscar Huertas de Laniakea, la cuarta edición de Desgranando Ciencia.

-¿Por qué es importante organizar un evento como éste?

-Desde hace varios años hacía falta en Granada un evento de divulgación que fuera referente, porque hay mucha y muy buena divulgación. Creo que todas las instituciones científicas de Granada deberían apoyar a este evento, no solo este año si no en futuras ediciones.

-"Hasta que no se comunica, la ciencia no es ciencia", asegura Diego Golombek, biólogo y divulgador. ¿Está de acuerdo?

-Es cierto que en el Medievo la ciencia y el saber estaban reservados a los monjes, quedando recluida entre las cuatro paredes de los monasterios. Actualmente, la situación es distinta, pero aún corremos el riesgo de comunicar solo entre colegas, lo que no deja de ser otra forma de reclusión. Es fundamental transmitir la ciencia al cliente final: la sociedad. Sobre todo la financiada con fondos públicos. Es la gente quien la paga, y quien en última instancia va a disfrutar los avances científicos que se realicen. Así que, sí, la ciencia no cumple su ciclo vital hasta que no se divulga a la sociedad.

-¿Qué echa en falta en la divulgación científica española?

-Siempre he echado de menos que la divulgación esté a nivel institucional. Hace falta una buena red y un buen músculo de lo que se llama unidades de divulgación científica. Parece que en los últimos años ya las instituciones y los directores científicos se están dando cuenta de que es importante y están intentando meterla en sus organigramas, pero ahora falta el siguiente paso, que es una financiación que sea más o menos estable. Que no sea gente que se contrata para un año y luego se tienen que ir porque no se le puede mantener.

-¿Qué rutinas deben cambiar los científicos?

-Creo que es importante que empiecen a incluir la formación en comunicación científica como parte de su día a día, como parte de las herramientas que necesitan para hacer ciencia a todos los niveles. En ese sentido creo que es bueno que haya cursos como el de técnicas de divulgación.

-¿Hasta dónde se puede llegar a "falsear" la ciencia con el fin de que se comprenda mejor?

-No hay que tenerle miedo a las analogías o las metáforas. La divulgación te permite esas pequeñas metáforas imaginativas a la hora de transmitir un concepto. Al fin y al cabo no pretendes que ese conocimiento forme parte de la experiencia académica de alguien. Cuando te enfrentas a un problema científico, tu propio cerebro utiliza analogías. Luego ya llegará el formalismo. Creo que se debería animar más a los alumnos a que jueguen con la imaginación para intentar captar conceptos científicos.

-¿Para vender bien la ciencia es mejor ser un investigador especialista en algún área, o un buen comunicador que conozca el tema y sepa transmitirlo?

-Esto se ha planteado muchas veces, y creo que en parte es encasillar cosas que no tienen por qué ser encasilladas. Al final somos personas comunicando. Una persona lo hará mejor que otra independientemente de si es científico o comunicador. Cuando un investigador tiene buenas herramientas de comunicación, es sencillamente genial. ¿Significa esto que un divulgador que no sea especialista no es adecuado para divulgar? No. Te formas y lo aprendes. De la misma manera, un investigador que no tenga dotes innatas comunicativas también puede aprenderlas.

-¿Cree que la divulgación científica va por buen camino?

-No del todo. Si de por sí se invierte poco dinero en ciencia, la divulgación es ya lo último en lo que se gasta el dinero. Lo importante realmente sería que se invirtiera en ciencia y que todo el personal científico tuviera una cierta calidad y no se tuviera que ir a otros países.

-¿Granada es una ciudad que apuesta por la ciencia?

-La ciudad está viviendo un momento dorado en lo que respecta a la divulgación científica. Además del Parque de las Ciencias, hay mucha gente implicada. Sin embargo, corremos el riesgo de perderlo si la ciudad a nivel institucional no mima a los divulgadores. Si no se cuida un evento como Desgranando Ciencia, que funciona gracias a la voluntad de unos cuantos, se perderá. Granada tiene que darse cuenta de que tiene aquí un activo más por el que debe luchar. Está en manos de las instituciones que realmente la ciencia en Granada sea como el rock, la Alhambra, o cualquier otra de las características que definen nuestra ciudad.

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