Margarita Birriel, premio de divulgación de la UGR: "Las mujeres han trabajado siempre, tenemos miles de testimonios donde queramos"

La historiadora recibe el premio Medialab a la divulgación científica junto a su equipo que ha capitaneado como broche a su carrera: el proyecto TRAMA

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Margarita Birriel, en su casa
Margarita Birriel, en su casa / José Velasco / GPMedia

Granada/Margarita Birriel Salcedo puede definirse bajo diferentes epígrafes: profesora de Historia Moderna, feminista, activista vecinal o cofundadora del Instituto Universitario de Investigación de Estudios de las Mujeres de la Universidad de Granada. Considerada una de las figuras clave en la institucionalización de los estudios de género en Europa, Birriel ha sido impulsora de redes como Athena, Aoife y Women Across Cultures, dejando una profunda huella en la historia del feminismo académico. Uno de los últimos jalones de una carrera académica de la que ahora se jubila ha sido el proyecto Los trabajos de las mujeres en la Andalucía Moderna (TRAMA), que ha marcado un antes y un después en la forma de investigar, narrar y divulgar la historia de las mujeres. Impulsado por la investigadora junto a Inmaculada Arias de Saavedra Alías, cuenta con un fuerte anclaje territorial gracias al liderazgo de Birriel como presidenta del CEHVAL (Centro de Estudios Históricos del Valle de Lecrín y La Alpujarra) y de Arias de Saavedra como presidenta del CEHGR (Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino). En reconocimiento a esta labor, la Universidad de Granada le ha otorgado el Premio Medialab UGR a la Divulgación Científica. Sobre esta distinción y otros hitos de su trayectoria charla con este diario.

Pregunta.-Ha sido reconocida con la Bandera de Andalucía de la provincia por la Junta y con la Medalla de Oro de la Provincia por la Diputación de Granada. Ahora la Universidad de Granada le ha otorgado el Premio Medialab a la Divulgación Científica. ¿Este reconocimiento es el broche perfecto a su carrera académica?

Respuesta.-En realidad el premio es colectivo, es para el equipo de TRAMA. Es un reconocimiento a este magnífico esfuerzo que ha hecho todo el mundo, por lo que estoy muy orgullosa. Hemos trabajado mucho, pero también hemos difundido lo que hemos investigado. Por eso estoy muy agradecida de que nos hayan reconocido la labor realizada.

P.-El proyecto ha logrado romper los muros académicos y acercarse a la sociedad. En un mundo saturado de información, ¿cómo se logra hacer llegar una investigación histórica sobre mujeres? Por ejemplo, ¿ha sido difícil que trasciendan las investigaciones sobre el trabajo femenino en el mundo rural?

R.-No ha sido fácil, pero hemos tenido suerte y también, quizás hay que decirlo, cuando diseñamos el proyecto uno de los objetivos principales era hacer partícipe a la sociedad nuestros resultados de investigación. Esa posibilidad ha surgido porque hemos contado con personas que han sabido utilizar muy bien las redes sociales y difundirlo en los medios de comunicación. Ese es el caso de Raúl Ruiz Álvarez, que ha manejado todo eso y nos ha dado estupendos resultados. Tenemos una página web y un canal de YouTube, ligado CEHVAL, además de Twitter, Facebook y todo lo que hoy en día, junto a los periódicos, lógicamente, permite difundir lo que se hace. También hemos tenido el cuidado de hacer visible nuestra investigación en zonas rurales de Granada, principalmente en La Alpujarra y el Valle de Lecrín, y hemos hecho una revista de difusión que tiene todo el rigor académico, pero que está concebida para que la lea un gran público. Ahí vamos publicando pequeños trabajos, pequeños por el tamaño, porque nunca son más de dos o tres folios, pero no en cuanto a los resultados, porque lo que vamos es mostrando es ese trabajo que han hecho las mujeres de Andalucía a lo largo de la historia, principalmente en la Edad Moderna.

P.-De todas esas realidades que se han olvidado o negado, ¿qué revelaciones han sido más importantes o impactantes sobre la participación económica y social de las mujeres en la Andalucía Moderna?

R.-No singularizaría nada porque muchas de las cosas se sabían, lo que pasa es que no se han considerado importantes. Las mujeres han trabajado siempre, tenemos miles de testimonios donde queramos. Si cogemos el teatro del Siglo de Oro, hay criadas, por poner un ejemplo, pero también haciendo otros trabajos. Eso no se lo han inventado los autores, lo que hacen es mostrar el mundo que existe. Me parece que lo más importante que hemos hecho es coger toda la información que ya había, organizarla y decir que las mujeres están en todas estas actividades económicas, tanto productivas como reproductivas. Por ejemplo, aclarar ideas con categorías que hasta ahora no se han usado mucho, como la de pareja de trabajo: en la Edad Moderna la ocupación se concibe en términos de hogares, toda la gente que hay en una casa participa trabajando. No es que en el siglo XX, de pronto, las mujeres se incorporen al mercado laboral. Un ejemplo que lo demuestra muy bien es el de las estanqueras: cuando imaginamos un estanco, pensamos en ellas.

P.-De hecho la mujer ha estado tan ligada al mundo del tabaco que la cigarrera de la ópera Carmen, que representaba a esas trabajadoras del actual rectorado de la Universidad de Sevilla, se ha convertido en un mito por mediación de Bizet. ¿Se invisibilizan los trabajos mal pagados?

R.-Claro, efectivamente, y hay muchos más casos. Por ejemplo, esas santas de Sevilla que son alfareras. Hay multitud de actividades que conocemos por el arte, como las hilanderas. Esa es una de las tareas que se consideran femeninas, como bordar. Hilar es un trabajo imprescindible en la sociedad moderna porque sin eso no se puede tejer, pero está muy mal pagado. Y el trabajo doméstico, reproductivo y no remunerado todavía sigue siendo invisibilizado.

P.-¿Qué ha supuesto rescatar esas tareas y cómo interpelan las informaciones directamente a la sociedad actual?

R. -En la actualidad las leyes procuran que haya la mayor equidad posible, pero es cierto que sigue habiendo desigualdades. El hecho de que el trabajo medio femenino esté muy por debajo del masculino ya nos dice algo. En términos generales las mujeres ganan un salario medio menor y ocupan puestos de segundo rango. Hay leyes que nos protegen, pero cuesta hacerlas efectivas por muchas razones. Los sindicatos cuando negocian los convenios tienen que mirar esas cosas, pero incluso en la administración, incluso en la universidad, hace dos años salió un informe sobre que las profesoras ganaban menos que los profesores. Una de las razones era que a veces que cuidar de la casa dificultaba la carrera académica. Todavía hay muchas cosas en la sociedad que hay que ir corrigiendo en la práctica.

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