La verdadera María la Portuguesa: la hija de Carlos Cano protagoniza un documental sobre la mujer real detrás de la canción
Eduardo Montero dirige esta historia sobre la vida de una mujer a caballo entre las dos orillas de la frontera sur de España y Portugal en los años 80 para hablar también de la permeabilidad cultural y musical entre los dos países
Granada inicia el recuerdo del 25 aniversario de la muerte de Carlos Cano con un disco homenaje de El Hombre Garabato

Granada/La historia de María la Portuguesa es un drama que escribe en tres actos: cuando sucedió, cuando Carlos Cano la convirtió en canción y ahora cuando un documental descubre para el público la historia real de una mujer que más magnética y exótica, era casi selvática en una zona costera en el que se juntaban en la orilla de un río dos países y dos sociedades en los que su vida libérrima no era moneda de cambio común.
Primer acto
El 5 de enero de 1985, un suceso conmocionó al país e hizo que se volcaran ríos de tinta en la prensa nacional: un 'guardinha' portugués mató de dos disparos a bocajarro a un pescador de Ayamonte, Juan Flores, que estaba pasando langostinos de contrabando de Vilarreal de Santo Antonio hasta su pueblo. Fue un incidente fronterizo entre la Guardia Portuguesa y pescadores españoles que sobrevivían gracias al contrabando en un momento en que las relaciones entre España y Portugal, en asuntos pesqueros, estaban muy tirantes. Juan Flores llevaba solo cinco kilos de langostinos cuando fue sorprendido por la Guardia. Los policías alegaron que habían disparado al aire. La autopsia revelaría que Flores había recibido dos impactos a menos de dos metros de distancia.
El suceso, tras el revuelo, habría quedado enterrado en el olvido si al cantautor Carlos Cano no le hubiera llamado la atención el hecho de que una mujer misteriosa, a quien nadie conocía, no se despegó ni un momento del cadáver en todo el velatorio y el funeral.
Segundo acto
Aquella historia fue el origen de María la Portuguesa, una de las canciones más versionadas de toda la copla española. "Dicen que fue el 'te quiero'/ de un marinero/ razón de su padecer,/ que una noche en los barcos/de contrabando/ pa'l langostino se fue./ Y en las sombras del río/ un disparo sonó/ y de aquel sufrimiento/ nació el lamento/ de esta canción". La letra de Carlos Cano tenía referencias directas con los hechos acaecidos en la orilla de Portugal, en enero de 1985.
La identidad de María la Portuguesa se ha mantenido en secreto a lo largo de los años. Nadie sabe si realmente Juan Flores conocía en Portugal a María y aún hoy hay historias en torno a su muerte que la familia aún no tiene claras.
Tercer acto
Un documental, titulado también María la Portuguesa, pone ahora nombre y apellidos a esa misteriosa mujer que permaneció junto al cuerpo del marinero durante tres días velándolo y luego lo acompañó al funeral: Aurora Murta Gonzaga. El granadino Ángel del Río, guionista del largometraje documental, cuenta cómo surgió este proyecto audiovisual que tiene su origen en las investigaciones de un periodista y en libro Carlos Cano, voces para una biografía.
El volumen recorre en sus más de 300 páginas la vida de Carlos Cano a través de los testimonios de diferentes artistas, familiares, amigos o activistas sociales y políticos, que lo conocieron y que compartieron su intensa trayectoria o que sienten la influencia de su obra absolutamente viva y cercana. Desde Juan de Loxa, Paco Ibáñez, Luis Pastor, Lluís Llach, Santiago Auserón, Martirio o Pasión Vega a María de los Ángeles Infante, Diego Cañamero pasando por Ian Gibson, Antonio Gala o Amaranta Cano.
Esta hija y Ángel del Río, editor también del volumen, acudieron a presentar el libro a Ayamonte y su pueblo gemelo al otro lado del río, Vila Real de San Antonio, un municipio del Algarve. "Estando allí surgió la idea de hacer esta película porque dije que me gustaría ir al cementerio a visitar la tumba de la que ya sabíamos que no se llamaba María, ni era portuguesa", cuenta el editor.
Datos que se habían hecho públicos a través de un reportaje de prensa publicado y firmado David López Frías, periodista que se convertirá en una figura indispensable del relato cinematográfico que arranca en Granada, en la casa de Carlos Cano de la Vega, con su hija Amaranta comentado algunos detalles de la vida del cantautor, como la clara diferenciación que establecía entre la vida de padre y la de músico. "A nivel artístico, nos mantenía al margen. Estaba absolutamente separado el Carlos Cano familiar del artístico", un punto fundamental para entender el motivo que lleva a la hija a desconocer los sucesos y personajes reales que inspiraron al cantautor y que la impulsan a protagonizar esta búsqueda.
La producción
"Cuando fuimos al cementerio a ponerle unas flores vi que en agosto de ese año, 2023, esta mujer cumpliría hubiera cumplido el siglo de vida. Pensé que sería bueno hacer un pequeño documental y como nosotros hemos trabajado con Eduardo Montero en otras ocasiones y con su productora Intermedia Producciones se lo propuse: "¿Por qué no nos acercamos un día en agosto y hacemos una historia sobre ella?" Pensábamos en hacer un corto y cuando Eduardo se puso a investigar dijo que el tema daba para una película. Hicimos el guion y con Intermedia presentamos el proyecto a Canal Sur y pronto contamos con su apoyo".
Y es que la cinta es la historia de Aurora, pero también de una canción que vivió como ella, entre las dos orillas, entre la copla y el fado. "María la Portuguesa también es un homenaje de Carlos Cano al fado portugués y Amália Rodrigues fue su gran musa. Por eso, para el documental fuimos a Lisboa y estuvimos en el Museo del Fado, en la Fundación de Rodrigues y a partir de ahí contamos con la colaboración de la Fundación José Saramago", explica el productor sobre otro de los colaboradores de la cinta.
La historia
Fue idea del director Eduardo Montero contar como Amaranta Cano como hilo conductor que empieza a investigar el origen de la canción en Granada pero pronto parte al encuentro del periodista que realizó la investigación y también visita los lugares de la vida de Juan y Aurora para contar con los testimonios de los testigos que convivieron con estos dos personajes ya desaparecidos. Todo ello da pie a relato sobre el crimen, la cultura de frontera y la cultura de contrabando en una época en la que había que presentar un pasaporte para cruzar de España y Portugal, trufado de versiones del tema de cantantes como Martirio o Rozalén.
A lo largo de 65 minutos el espectador puede descubrir la historia de ambos a través de los relatos de observadores tan directos como una de las hijas del marinero o las cuidadoras de la residencia de ancianos en la que terminó sus días Aurora. David Frías en su última intervención en el documental deja la principal pregunta en el aire: ¿por qué lo acompañó en el duelo? ¿Hubo una historia de amor entre ellos como cantaba Carlos Cano? "Al final lo que tuvo María, o Aurora o lo que se llamase en realidad, fue una vida muy intensa", relata sobre una figura real que supo sobrevivir en el contexto de estrecheces económicas y ayudar también a los demás. "¿Cuál es la realidad? Se la han llevado a la tumba todos y para mí también eso es en cierto modo bonito", comenta sobre el encanto de una historia que es "una amalgama de muchos finales". "Eso le da más magia a una canción ya de por sí mágica". El que quiera buscar su propia interpretación, que vaya en busca del documental que prosigue su exitosa andadura en Festivales con un premio Asecán debajo del brazo mientras ultima su salto a algunas carteleras de cine.
También te puede interesar