Marina Heredia cierra Lorca en el Generalife junto a Tomatito: "Se nota mucho cuando al guitarrista le gusta el cante y no sólo está acompañando"
Pregunta.–¿Cómo ha surgido la colaboración con Tomatito para cerrar el ciclo?
-Coincidí con Tomatito en Sevilla en un acto de flamenco, en la entrega de los premios de CajaSol, y me preguntó que si me gustaría estar con él ese día, que le cantase un poquito y por supuesto le dije que sí.
P.–¿Cuándo se inició la amistad entre ustedes?
–He tenido la suerte de que él y su hijo José me han tocado en una bulería muy bonita para mi último disco, pero nos conoces desde hace tanto tiempo que no lo puedo precisar. Lo recuerdo desde siempre, desde pequeña porque él ha venido varias veces a casa de mis padres, con Camarón incluso.
P.–¿Qué temas tienen previsto para este sábado?
–No sé el repertorio que hará él. Con independencia de lo nuevo entiendo que tocará también lo clásico, pero yo voy a hacer un par de cantes: seguiriyas y tangos de Graná.
P.–Con una complicidad de años, ¿es necesario ensayar antes?
–Como nosotros vamos a hacer cante clásico, eso tiene poco ensayo ya. Lo único que sí ha hecho es llamarme para preguntarme en el tono que yo canto cada cosa para que luego no le pille allí de sopetón. Poco más, aunque también echaremos un ratito en la prueba de sonido.
P.–Eso es lo que permiten las tablas.
–Hombre, si es una cosa con letras o composiciones nuevas, hay que ensayarlo. Sin embargo, si es cante clásico y toque, está preparadísimo para cualquier cosa que pueda hacer.
P.–¿Lo considera el mejor guitarrista de España ahora mismo?
–Es difícil afirmarlo porque para mí puede serlo y para otros no.
P.–Desde luego, con el suyo y el de Paco de Lucía son los dos nombres de la guitarra flamenca más conocidos internacionalmente.
–Claro Tomate es uno de los mejores por su sonido tan personal. Eso es algo que se tiene o no se tiene, no se puede buscar la personalidad para luego impregnársela a todo lo que haces. Él sí la posee porque está dotado de una gran sabiduría. Sus años de bagaje se lo han dado y, además, en su caso particular le gusta mucho el cante. Eso no es tan frecuente hoy en día y se nota mucho cuando al guitarrista le gusta el cante y no está solo y simplemente está acompañando. Es verdad que habíando estado al lado de Camarón tantísimos años sería imposible que no lo fuera. Además, siempre te enseña cosas, pero siempre muy cariñoso, respetuoso, siempre intentando hacerte mejorar.
P.–Da la impresión de ser incluso una persona dulce. Eso será muy de agradecer.
–Sí, es que Tomate es un hombre muy educado, muy cariñoso y le gusta mucho reír.
P.–Él habrá desarrollado también muchas tablas, temple y paciencia a lo largo de los años.
–Eso va con la personalidad de cada uno: él tiene temple porque lo tiene. Y lo que posee también es una educación muy bonita, muy exquisita, y eso se nota cuando está en el escenario.
P.–Después de esta actuación, hay ya otro concierto suyo previsto en Granada en septiembre: el día 21 en la Abadía del Sacromonte.
–Sí, estará enmarcado en el anticipo de la Bienal de Flamenco de Granada, que será el año que viene. Será un gran evento que durará varios días y ayudará a consolidar la presencia de Granada en ese recorrido flamenco andaluz.
P.–¿Era una necesidad que existía en esta ciudad para destacar el flamenco granadino?
–Sí, sí, lo veo completamente necesario y hay otras demandas que la ciudad debe abordar en algún momento. Es cierto que el flamenco de Granada merece ese espacio importante porque es muy peculiar, con unas características muy singulares que merecen ser exportadas al mundo. Además, hay mucha gente joven que tiene que ser reconocida.
P.–¿Y qué otras cosas le quedan pendientes a la ciudad?
–La primera y principal tener un gran teatro, que no lo tenemos. En Granada se necesita un teatro grande, con posibilidades técnicas, que ofrezca una programación estable tanto de flamenco como de otras músicas.
P.-El proyecto Garnatum, firmado por Kengo Kuma, resultó ganador de un concurso para la construcción del Gran Espacio Escénico de Granada por la zona del edificio Forum, aunque finalmente no se llegó a hacer. ¿Cree que sería buena idea retomarlo?
-No lo recuerdo bien y no sé el lugar en el que se debe emplazar, pero supongo que no muy lejos del centro de la ciudad, con aparcamientos cómodos por la zona y fácil acceso con los transportes públicos.
P.-¿Cree que Granada tiene público para absorber una programación estable, por ejemplo, de ópera?
-Yo creo que sí. Ahora hay una programación grande cultural todos los meses del año, aunque algunos actos tenga más éxito que otros. Prueba de ello es que para reservar el Teatro Isabel la Católica un día al año, hay que hacerlo con mucho tiempo de antelación porque siempre está cogido. Además, creo que ese público también se tiene que ir haciéndose. Como en todo en la vida, hay que empezar por algún sitio, por el principio.
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