Marisa Paredes en su última entrevista: "A mí me retirará la muerte, pero que tarde en venir, porque quiero ver crecer a mi nieta"
La intérprete, una de las grandes damas del cine español, recibió hace pocos días el galardón del Festival de Cines Premios Lorca por toda su trayectoria y unas horas antes nos atendió en su hotel, en lo que resultó ser una de sus últimas declaraciones públicas
El Festival de Cines Premios Lorca reconoce lo mejor del talento local
Granada/El Festival de Cine Premios Lorca en Granada ha homenajeado a Marisa Paredes, que recoge el Premio de Honor a la Trayectoria, un reconocimiento a su carrera en el cine. La actriz es una de las estrellas de la quinta edición. Conocida por su larga trayectoria como 'chica Almodóvar' después de protagonizar numerosas cintas del director manchego como Tacones lejanos, La flor de mi secreto,Todo sobre mi madre, Hable con ella o La piel que habito, ha participado también en producciones internacionales tan destacadas como La vida es bella, El coronel no tiene quien le escriba o El espinazo del diablo.
Horas antes de la proyección de esta cinta este viernes, la intérprete nos atendía en su hotel. Es en las distancias cortas cuando se entiende completamente que esta mujer enjuta, elegante y de dicción perfecta sea capaz de atraer la atención sobre ella en cuanto entra en el plano: tiene una presencia aristocrática, un hablar entusiasta e hipnótico a partes iguales, y una mirada que se come la cámara y al interlocutor que tenga por delante a sus 78 años de edad.
Pregunta.-Además de una actriz con una trayectoria enorme en la que ha trabajado con grandes nombres nacionales e internacionales y se ha llevado todos los premios, desde el Goya de Honor, al Nacional de Cinematografía o la Medalla al Mérito de Bellas Artes, es todo un icono de estilo. ¿Cómo lo lleva?
-Sí, lo soy (risas). Yo no tengo redes, pero mi hija o mi agente me mandan comentarios, unos buenos y otros malos. Entre los buenos, una vez salió uno que se preguntaba como una actriz de más de 50 años es tendencia de elegancia entre las mujeres. Me quedé sorprendida porque no sé el motivo. Bueno, sí los sé: creo que la elegancia es algo de dentro, aunque ayuda mucho ser delgada he visto señoras de muy distintas tallas y mayores elegantísimas. La juventud se riñe un poco con la elegancia porque es riesgo y moda. Las chicas jóvenes se visten bien para sus tribus. Eres joven, te gusta el riesgo y quieres pertenecer a la tribu de tu momento, que es la tuya. La elegancia tiene que ver con el alma y tu actitud ante la vida. Carmen Maura me dijo que me podía poner una batita de 2,5, una bata del Sepu, y chica, parecer la Duquesa de Alba".
P.-Es verdad que tiene ese don, esa percha...
-Estilo, lo que tengo se llama estilo.
P.-Como en el anuncio de Aura Loewe, en referencia ese no sé qué especial vinculado a esa colonia: "o la tienes o no la tienes".
-Pero eso es así para casi todo, para la inteligencia por ejemplo. Y la inteligencia para todo sirve, para la elegancia también: para llevar lo que te viene bien y no lo que es moda. Saber lo que te sienta bien.
P.A veces uno puede ver novedades en otros que no sabe como encajar. ¿Ocurre también con las tendencias artísticas? ¿Le ha ocurrido en un ámbito como el cine, en el que además a para las actrices parece primar tanto eso de la chica joven y guapa?
-No, estamos en un momento extraordinario socialmente y políticamente. Por fin la mujer está llegando a que se la reconozca en todo lo que puede llegar a valer: en talento, inteligencia... Que no se enfaden los hombres, pero la mujer tiene más capacidad de ternura, bondad, riesgo, dolor, comprensión, generosidad... Creo que nos lo da la propia naturaleza. Si las mujeres no existiéramos la verdad que el mundo se acabaría pero, no porque podemos parir, es porque podemos cuidar. Cuando los hombres se van a la guerra, ¿quién mantiene esa casa, este trigo, esa cosecha, esa lumbre, esa comida, ese cuidado al herido que vuelve? La prueba es que cuando llega la mujer a puestos de importancia política,, directoras generales de empresas... las cosas cambian porque tenemos otra forma de enfocar la vida y eso nos da una mejor proyección a la hora de tener trato con los otros.
P.-En una de las películas más aclamadas de su carrera, La flor de mi secreto, su personaje es una escritora de éxito de novela rosa pero pronuncia una de las frases más célebres del cine al intuirse abandonada: queda alguna posibilidad por pequeña que sea de salvar lo nuestro. ¿Hay muchas mujeres fuertes que también se ven arrastradas por la fuerza de esas pasiones telúricas o eso es algo de la ficción?
-Eso es la naturaleza humana. La pasión mueve el mundo: se crea el hombre, se crea la mujer, y surge el sentimiento, el amor, la pasión, el deseo... Son fundamentales. Todo eso forma parte de la poesía, de la vida. Ella se arrastra porque está dispuesta a arrastrarse para que él no la deje. Que es malo, sí, pero ya lo descubrirá. Lo que hace falta es denunciar que te maltrata, que te pega, que te asusta, que te maltrata y abusa de ti de una manera psicológica, mental, física.. Denúncialo. Date cuenta que no tiene derecho a hacerlo y vete. Ahí está el conflicto de la vida, sino todo sería más fácil.
P.-Leo también dice en esa cinta, "no pueo escribir más rosa, porque todo lo veo negro". ¿Eso le ha pasado como actriz, que atravesaba un mal momento y tenía que hacer un personaje opuesto a su situación?
-Cuando uno trabaja, hay que olvidarse de todo lo demás. Cuando uno crea hay que crear con toda la dificultad y el dolor que tenga esa creación, sea escribir, pintar, cocinar o cambiar pañales. Todo desde el fondo de tu alma y con pasión.
P.-¿Marisa Paredes sí podría sobreponerse y escribir rosa?
-Para qué, si lo que ella quiere es escribir negro, que escriba negro. Yo elijo mis guiones, de lo que me ofrecen lo que creo que es lo mejor. Me puedo equivocar, pero elijo con un conocimiento de oficio y como persona, lo que puede contar ese director, con esa historia, con esos compañeros y esos personajes. Nunca he puesto el dinero por delante de todo lo demás, no así otra gente. Yo tengo una exigencia total conmigo misma, cualquiera que me conoce sabe que eso es así desde que empecé a los quince años.
P.-Es una carrera larga y fructífera como pocas, por eso se la reconoce en el Festival de Cine Premios Lorca.
-Mi vida es como la de cualquier otro, pero he tenido buenas posibilidades y ofertas. También ha habido, hay que decirlo, momentos de estar sin trabajar seis meses, siete meses... Si tienes que comer coges lo primero que te llega, pero si puedo elegir la diferencia nunca va a ser el caché. Acabo de hacer una película en cooperativa sin sobrar: Periferia, dirigida por Carlos Molinero, que se estrenará a finales de año o principios del próximo. Y otra Emergency Exit, en la que he rodado una semana y no con un gran presupuesto. Lo he hecho porque me gusta la historia, me gusta el director, Luis Miñarro, y también el reparto. Y la he hecho feliz.
P.-Ni se le pasa por la cabeza entonces la idea de retirarse.
-No, hombre, a mí me retirará la muerte. Contra esa no puedo yo luchar, pero que tarde en venir mucho, que tengo una nieta de tres años y quiero verla crecer y acompañarla en el camino de la vida todo lo que pueda
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