“La mayoría de las mujeres hemos pasado por violencia, abuso, maltrato y vergüenza”
Amparo Sánchez, música, escritora y productora
Dejó de ser Amparanoia para ser Amparo Sánchez y diversificó su actividad. Este viernes llega a la Sala Aliatar para cerrar su última gira como música a la vez que presenta sus trabajos como productora
Granada/–Esta semana cierra No me olvides tour este viernes en Granada. En este trabajo ha contado con invitados como Julián Saldarriaga (Love of Lesbian), Antonio Lizana, Mario Díaz, Arco, Tony Moreno (Eskorzo), Juan Pinilla o Depedro. Con este último ya colaboró en Alma de Cantaora, en 2012. ¿Con todos les une una relación tan larga?
–No con todos, aunque cada uno es especial por un motivo. Con Depedro nos unen más de 23 años de amistad y música porque tuvimos juntos un grupo en Madrid a mi llegada a vivir allí, Ampáranos del Blues, y desde entonces hemos compartido giras, estudio y vida, somos familia. Tony y yo nos conocemos de toda la vida y colaboré en su tema La Tumba para el último álbum de Eskorzo. Con Julian Saldarriaga y Lizana tengo una bonita amistad, además de gustarnos juntarnos para jugar con la música. Con Mario Díaz, Arco y Juan Pinilla también son muchos años de conocernos pero será la primera vez que hagamos algo en directo. Estoy muy emocionada y agradecida con la participación de todos ellos.
–¿Alguna sorpresa para este viernes en la sala Aliatar?
–Además de lo que sale en el cartel, pues aún no sé, es posible… ¡Las sorpresas son así, no se anuncian!
–También es el segundo aniversario de Mamita Records, la presentación del debut discográfico de Yonse, Tormenta Herida, y Hermanas, su álbum visual con María Rezende. ¿También le acompañarán en el escenario?
–María Rezende no estará en la presentación, ella vive en Brasil y está lanzando su libro de poesía con el mismo nombre del proyecto. El público podrá ver los vídeos en exclusiva del álbum Hermanas, que acompañan el álbum, y son una obra maravillosa del artista Murciano Total. Celebramos el segundo aniversario de mi sello discográfico con la salida del álbum Tormenta Herida, de Yonse, que he producido y que es nuestro primer formato físico. Y la actuación de Queenky Potras no dejará a nadie indiferente al baile.
–Llega a Granada tras un largo y exitoso recorrido europeo. ¿Cómo recibe el público de ciudades como Colonia una música fusión que parece más propia de latitudes caribeñas?
–Es bastante rockero el repertorio de Amparanoia, aunque tenga toques latinos, balcánicos, caribeños… Creo que en la música se rompieron las barrera y las fronteras y mis fans alemanes llevan más de 20 años viniendo a mis conciertos, saben las letras de mis canciones mejor que yo.
–Empezó muy jovencita y con su primer álbum, Haces bien, hizo escala en Madrid con su hijo y su guitarra. ¿Cómo recuerda esa primera etapa en Madrid por los bares y clubs de Malasaña y Lavapiés?
–Fue una etapa dura pero la recuerdo con mucho cariño, como dice mi canción No me olvides: “Mi voz y actitud calmaron el miedo”. Pasaron muchas cosas en mi primer año en Madrid que determinaron mi futuro, lo que pasó en mi carrera fue crucial para lo que vino después.
–¿Cómo ha cambiado ahora todo ese mundo?
–El mundo no cambia tanto en realidad. Por ejemplo, ahora hay la revolución digital y parece que todo es digital pero seguimos necesitando los álbumes, físicamente. Entonces parece que todo cambia mucho pero sólo cambia la fecha en el calendario. En la música siempre tendrás que tener un deseo enorme de expresarte por ese canal para poder llevar la inestabilidad económica, la seguridad en ti misma junto a las inseguridades, el miedo a fracasar, la euforia de los primeros pasos hacia tu sueño.
–Su primer trabajo en solitario como Amparo Sánchez, en 2012, se tituló Tucson-Habana y se rodó en Arizona y Cuba. Y luego repitió en Tucson con Espíritu del sol en 2014. Entre los músicos españoles hay más tradición con la música del país caribeño pero, ¿cuál es su vinculación con esa ciudad norteamericana?
–Mi conexión es por la banda Calexico, que conocí en el 2000 y desde entonces hemos cultivado una bonita amistad, hemos grabado álbumes, compartido giras… Les presente a Jairo (Depedro), que ha estado de guitarrista con ellos y en general son mi familia de Tucson, una ciudad con una gran tradición artística, con la influencia de México que tiene su frontera a 50 km y músicos de muchos lugares llegan allí a aprender, crecer y a dejarse llevar por el ritmo del desierto de Sonora.
–Como escritora, su libro autobiográfico de 2014, La niña y el lobo, cuenta la historia de violencia machista y superación. ¿Cómo ha vivido lo que está ocurriendo en los últimos años con el feminismo y movimientos como el #metoo?
–Creo que ya era hora de que las voces y los testimonios de las mujeres silenciadas salieran a la luz, que sintamos que estamos juntas en esto, porque la mayoría hemos pasado por violencia, abuso, maltrato y vergüenza. Es normal que dentro de un movimiento como es el feminismo aparezcan diferentes posicionamientos y filosofías, pero el objetivo es el mismo: basta ya de violencia hacia la mujer y trabajamos por una igualdad real.
–Ha organizado Esperanzah Es Muher, 2018-2019, cuyo objetivo es visibilizar a la mujer en la música dentro y fuera del escenario con un equipo cien por cien femenino. ¿Hay un lobby femenino ahora como se señalaba antes de la existencia de un lobby gay?
–No existe ningún lobby, mujeres desde diferentes lugares del planeta intentamos traer nuevas propuestas para la visibilidad. En el caso de Esperanzah es Muher, para la visibilidad y la igualdad en la música, somos mujeres tanto el equipo artístico como el equipo técnico. Porque seguimos siendo minoría, y mucho, en los carteles de los festivales. Además seguimos ganando menos que nuestros compañeros músicos. Por eso buscamos ser inspiración para otras mujeres que quieran ser instrumentistas o técnicas.
–¿Se siente a gusto en la etiqueta de “activista musical”?
–No me gustaron nunca las etiquetas. En mi música hablo de mí, de lo que siento, de lo que vivo y de lo que veo y en lo personal apoyo a causas que me motivan. Y ahí es donde está mi activismo.
–Cierra 2019 con la promesa de un nuevo álbum para 2020. ¿Hay algo que pueda adelantarse en sobre ese nuevo trabajo?
–Pues puedo contar que estamos preparando con la misma ilusión que empiezo siempre los trabajos, pero quizás con este que estamos maquetando hay mucha más responsabilidad para grabar un álbum nuevo de Amparanoia. El último fue en 2015, La vida te da. Han pasado muchos años pero hay un reto que asumir con mucho gusto ¡y ganas!
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