La música de la Navidad

En los márgenes

Villancicos, zambombas, panderetas, panderos, cántaros golpeados con una alpargata de esparto, almirez metálico, carrañacas, cascabeles, campanillas y palmas, configuran los sonidos populares de la Navidad

'Feliz Navidad', vuelve a la Plaza de las Pasiegas el Villancico Oficial de la Ciudad

Grabado hermanos Rouargue Un domingo por la mañana en Granada la Zambomba, de 1851.
Grabado hermanos Rouargue Un domingo por la mañana en Granada la Zambomba, de 1851. / G. H.

Granada/El villancico es una de las formas más características de la lírica hispánica. Ramón Menéndel Pidal vincula el zéjel andalusí con el villancico. El villancico se caracteriza por tener una forma responsorial, muy utilizado en el canto de los salmos tanto de la liturgia del judaismo como del cristianismo, donde alterna coro con el estribillo y solista con las estrofas. Pero el villancico como su hermano el zéjel no solo tiene esta forma también lo caracteriza su sello popular e introducir palabras o utilizar el lenguaje dialectal en lugar de las formas más cultas y académicas.

Aunque podemos rastrear sus antecedentes en las cancioncillas mozárabes del siglo XI, como investigó Samuel Miklos Stern en 1948, su periodo de consolidación y esplendor será desde el siglo XV hasta el siglo XVIII. El villancico lo encontramos, además de en España, en Venezuela, Bolivía, Perú, Ecuador, Argentina, Chile, México, Colombia, Centroamérica y Cuba.

Existía un villancico emanado del pueblo y otro culto que tendrá su apogeo en el barroco, pero también un villancico escénico y uno danzado. Aunque la lengua oficial de la Iglesia Católica hasta el Concilio Vaticano II era el latín, los villancicos se cantaban tradicionalmente en lengua vernácula.

Mencionar como fuentes diversos cancioneros como el Libre Vermell, una colección del siglo XIV; el Cancionero de Baena, de Juan Alfonso de Baena (1445); el Cancionero de Astudillo (c. de 1450); el Cancionero de Upsala, de 1576, en donde encontramos los primeros villancicos de navidad; el Cancionero de Palacio, entre 1460 y 1504; o el importante Canciones y Villanescas de Francisco Guerrero, de 1589.

El villancico utilizado con temas profanos y religiosos, estos últimos especialmente en el ciclo de Navidad y en la festividad del Corpus Christi, permitirá que se desarrolle en diferentes lenguas, representando la universalidad del cristianismo y el papel evangelizador del imperio hispánico. Podemos encontrarlos en vasco, gallego y catalán, indígenas en quechua, criollos, etc. En el siglo XVII serán muy famosos los villancicos de personajes en donde se imitaban o parodiaban diversas lenguas o acentos como los de catalanes, gallegos, vascos, negros, moriscos, indios, etc. Los villancicos de negros tuvieron una gran fama en España y Latinoamérica, se trataba de diálogos donde se utilizaba un español o un portugués deformado y mezclado con un léxico africano, generalmente derivado de las lenguas bantúes, en donde se escenificaban sus supuestos bailes.

El villancico en Latinoamérica se desarrolla por dos vías. Los músicos profesionales adscritos a las grandes catedrales e iglesias urbanas desarrollan su forma artística. Paralelamente, la forma folklórica proliferaen las zonas rurales, siendo propagado por misioneros y sacerdotes de parroquias y cultivado por los campesinos indígenas, mestizos y criollos. El himno mariano Hanaq pachap cussicuinin (“Alegría del cielo”, en quechua) es la primera obra polifónica compuesta y publicada en el mundo en este idioma, de Juan Pérez Bocanegra en 1631.

Zambomba Jerez (2)
Zambomba Jerez (2) / G. H.

Uno de los instrumentos musicales más característico de los villancicos es la zambomba.

El origen del término zambomba es onomatopéyico y podría proceder de zimbembo, cantos fúnebres y de ritos iniciáticos de paso de los jóvenes en el Congo. Pudo pasar a la Península Ibérica en el siglo XV traída por los esclavos procedentes de Zaire. Se extendió por Latinoamérica y los Tercios de Flandes la introdujeron en Holanda en el siglo XVI.

Villancicos México de 1676.
Villancicos México de 1676. / G. H.

La zambomba es un membranófono o tambor de fricción. Según sea su cuerpo podemos distinguir entre la del pitón -planta- de la Axarquía de Málaga; las de barro como la caduf o cangilón de Conil de la Frontera (Cádiz), la de cántaro de Hinojosa del Duque (Córdoba), las tipo orza, puchero y maceta, como las realizadas en Cenes de la Vega (Granada), la de tinaja, como las de Rociana (Huelva) o la de arcaduz como las de Níjar (Almería). En 1991 Soledad Asensio e Inmaculada Morales realizaron una interesante investigación y exposición sobre los instrumentos musicales de barro desde el Centro de Documentación Musical de Andalucía, una parte de esa muestra se quedó de forma permanente en la Casa Museo Alfonso Ariza en La Rambla (Córdoba).

El parche de la zambomba se realiza de piel, de lona o tela. La barrilla de fricción es un carrizo. Actualmente el cuerpo también se hace de lata y de plástico.

En 2015 las zambombas son declaradas Bien de Interés Cultural, se incluyen en el diccionario de la RAE y en el Atlas de Patrimonio Inmaterial de Andalucía figura la elaboración de las zambombas realizadas con el pitón, lona de paseros y carrizos, que se recogen en las cañadas de los ríos de la Axarquía malagueña.

'Saca 400 sillas', de Curro Albaicín, 2019.
'Saca 400 sillas', de Curro Albaicín, 2019. / G. H.

Interesante es el grabado de 1851 de los hermanos Rouargue: El domingo por la mañana en Granada. La zambomba. Este instrumento que se utilizaba en verano en las veladas y reuniones de las plazas y en las puertas de las casas, será sobretodo la imagen de la Navidad. Fernán Caballero la menciona en 1852, posteriormente lo harán Bécquer, Pedro Antonio de Alarcón, Benavente, Ganivet, Baroja, Galdós, Juan Ramón Jiménez, etc.

Destacar la recopilación que hace Manuel de Falla de Cantares de Nochebuena, donde, al menos, de las nueve canciones las dos primeras están acompañadas con zambomba, rabel o chicharra.

En 1933 se estrena el espectáculo Las calles de Cádiz, en cuyo origen intervienen Rafael Alberti y Federico García Lorca. Encarnación López, “La Argentinita”, será el alma del mismo, acompañándose de las jerezanas Juana la Macarrona, La Malena y Fernánda Antúnez, con el cantaor Rafael Ramos Antúnez “El Gloria” o “Niño Gloria”, que será la figura central de la Nochebuena en Jerez y que registró en un disco de pizarra de 78 r.p.m.

Las zambombas o zambombadas de Jerez son muy famosas. Por último mencionar el documental de Curro Albayzín: Saca cuatrocientas sillas, sobre la navidad gitana del Sacromonte. La zambomba se ha convertido en uno de los símbolos más identificativos de estas fiestas andaluzas, donde los villancicos flamencos han encontrado un lugar muy importante.

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