Lucas Macías al frente de la OCG.
Lucas Macías al frente de la OCG. / Jesús Jiménez Hita
Gonzalo Roldán Herencia

21 de septiembre 2024 - 13:01

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Orquesta ciudad de Granada: El oboe barroco.

Programa: Johann Sebastian Bach, Suite núm. 1 en Do mayor BWV 1066 y Concierto para oboe d’amore en La mayor BWV 1055; Alessandro Marcello, Concierto para oboe en Re menor; Georg Friedrich Haendel, Música para los reales fuegos artificiales HWV 351. Orquesta Ciudad de Granada. Solista y director: Lucas Macías (oboe). Lugar y fecha: Auditorio Manuel de Falla, 20 de septiembre de 2024.

La Orquesta Ciudad de Granada retoma la temporada en el recién estrenado curso académico con vigor y altas cotas de excelencia, gracias en gran medida a la visión artística de su director titular, un flamante Lucas Macías que ha revitalizado su programación y ha comprometido para este año algunos de los grandes nombres de la interpretación solista, entre los que él mismo se encuentra por probados méritos. Bajo el lema “El oboe barroco”, ofreció toda una lección magistral de interpretación y coherencia, en el que actuó como solista y director en un programa que incluyó dos de los conciertos barrocos para oboe más conocidos y emblemáticos.

El director

Lucas Macías se revela como un gran conocedor de las cualidades y posibilidades expresivas de nuestra orquesta; la audacia y conocimiento del repertorio y su hábil dominio del panorama musical europeo hacen que estén presentes en la programación de la OCG para esta temporada la frescura y excelencia que desde sus inicios ha sido un sello distintivo de calidad. Como viene siendo habitual, septiembre se dedica al repertorio barroco, lo que ofrece a nuestra orquesta la posibilidad de demostrar su ductilidad y capacidad de adaptación a este repertorio, singular tanto por la sonoridad requerida como por sus exigencias técnicas.

El aspecto del Auditorio Manuel de Falla en el pasado de la OCG.
El aspecto del Auditorio Manuel de Falla en el pasado de la OCG. / Jesús Jiménez Hita

El concierto de este fin de semana, en el que Lucas Macías fue protagonista absoluto, se abrió con la Suite núm. 1 en Do mayor BWV 1066 de Johann Sebastian Bach, una de las páginas orquestales del cantor de Leipzig más conocidas. Con una plantilla reducida y la presencia del clave como bajo continuo, una OCG barroca hizo las delicias de la audiencia con este aperitivo musical en el que a la versátil y acertada dirección de Macías se unió la excelencia interpretativa de los solistas de viento de nuestra orquesta, en particular de Eduardo Martínez y José Antonio Masmano al oboe y de Santiago Ríos al fagot; juntos interpretaron con gran belleza por encima del tutti orquestal los diversos tríos que Bach dejó escritos como parte de esta suite.

La siguiente obra, también de Bach, fue el Concierto para oboe d’amore, cuerdas y bajo continuo BWV 1055, para cuya interpretación Lucas Macías asumió el doble rol de solista y director. Las particularidades técnicas de este instrumento y la escritura virtuosística del compositor han convertido esta obra en una piedra de toque dentro del repertorio. Macías acometió cada movimiento con gran musicalidad, conocedor del papel predominante del oboe dentro de la textura barroca del concierto, pero también del necesario diálogo con la parte orquestal, a la que se incorporaba con generosidad y maestría, liderando una interpretación perfecta en lo solista y muy en el espíritu de la partitura en lo que al conjunto se refiere. Su dominio de la técnica del instrumento, su imponente capacidad para mantener con la tensión adecuada las largas partes solistas y la musicalidad emanada de su gesto y de su interpretación fueron toda una lección de repertorio, que no dejó indiferente a ninguno de los asistentes.

Si la primera parte estuvo llena de emoción contenida y maestría interpretativa, no lo fue menos la segunda, que se abrió con el Concierto para oboe, cuerdas y continuo en Re menor de Alessandro Marcello. La interpretación fue una conjunción entre rigor estético y buen gusto, todo ello desde el respeto al carácter de la obra y con una técnica depurada y limpia. Lucas Macías articuló hábilmente cada movimiento con dinámicas muy acertadas, creando un bello diálogo entre solista y orquesta, y construyendo el discurso melódico-armónico de manera orgánica y natural con gran elegancia y perfección. No en vano, estamos ante uno de los mejores intérpretes al oboe del panorama europeo actual, y es todo un privilegio tenerlo al frente de la OCG.

La prolongada ovación recibida hizo que el director se dirigiera, en nombre propio y de todos los componentes de la orquesta, a la sala. En unas sentidas palabras, agradeció al público asistente la labor de apoyo a un proyecto cultural tan importante como la OCG, que tiene en sus abonados y en las personas que cada fin de semana se acercan a sus taquillas un respaldo de excepción, muestra de la calidad que tiene el sustrato cultural granadino. Este agradecimiento se plasmó musicalmente en la interpretación, fuera de programa, de la “Sinfonía-Adagio” perteneciente al Oratorio de Pascua BWV 249 de Bach.

Para cerrar esta velada, convertida no solo en un disfrute para los sentidos, sino también en una celebración musical, se interpretó una festiva y rítmica versión de la Música para los reales fuegos artificiales de Georg Friedrich Haendel. Los efectistas toques de timbales y tambor, el fulgor de las trompetas, la calidez de las cuerdas y la maestría de todos los componentes de nuestra OCG pusieron el broche de oro a una velada de excepción.

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