'El odio' que no llegará finalmente a las librerías
Como las opiniones de expertos multidisciplinares de numerosos medios, también las posturas de las librerías granadinas sobre el libro del caso de Bretón estaban divididas
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Granada/Finalmente, no llegará a ninguna librería. Anagrama ha decidido suspender indefinidamente la distribución del libro El odio, de Luisgé Martín, basado en el caso de José Bretón, condenado por el asesinato de sus dos hijos. A través de un comunicado, la editorial ha informado este jueves que "voluntariamente, se mantiene en su decisión de respetar la petición de las medidas cautelares solicitadas por la Fiscalía para paralizar la distribución de la obra". Tras la denegación judicial a posteriori de esa petición de medidas cautelares, Anagrama, como comunicó la semana pasada, ha suspendido la distribución de la obra sine die.
Las liberías granadinas
Aunque la comunicación se hizo pública el jueves, tras el revuelo causado por la solicitud de la Fiscalía con la consiguiente cascada de opiniones de todo tipo vertidas en los medios de comunicación, algunas cadenas de librerías habían tomado sus propias cautelares. El 24 de marzo Picasso anunciaba en X lo siguiente: "Muchas personas opinando, mucha libertad de expresión, mucha represión... Librerías Picasso ha decidido no vender este libro y así se lo comunicaremos a la red comercial. Respecto a la editorial Anagrama, esperamos medidas. Convencidos y convencidas del dolor causante a las mujeres, convencidos y convencidas del inmenso dolor de Ruth".
Otras librerías, en cambio, como Babel, optaron por no censurar un libro que no había llegado siquiera a sus manos. Así lo explica Rafael Serrano, uno de los socios fundadores a preguntas de Granada Hoy. "Nos sentimos obligados a vender cualquier libro amparado en la libertad de expresión", señala el librero, para quien su profesión le impide "poner puertas al campo". "El día 25 pasó sin recibir la publicación como estaba previsto y este jueves ya se hizo público el comunicado. Nosotros tuvimos un momento de indecisión y habíamos recibido quejas de algunos clientes, pero hay que defender la libertad de expresión", insiste Serrano, quien también cree correcta la decisión de Anagrama si considera que es lo más oportuno.
En el término medio también hay librerías más pequeñas, como Tremenda, que había meditado sobre el tema pero no habían llegado a adoptar ninguna postura pública antes del comunicado de Anagrama y se mantienen en esa línea. "Sí que tenemos una opinión, pero preferimos no pronunciarnos porque creemos que se lía mucho más si las librerías nos manifestamos", explica el responsable, Alberto Sánchez.
Entre la cancelación y el respeto
Las posturas públicas de los implicados han estado tan divididas como las de los expertos multidisciplinares que han vertido su opinión estos días en prensa, radio, televisión y redes sociales. Sea por el miedo a la cancelación y el daño reputacional, a las medidas judiciales o por el respeto al dolor de las víctimas, las medidas tomadas este jueves han cambiado la situación del tablero. En el comunicado -anunciado hacía varios días-, la editorial barcelonesa declaraba su decisión y aclaraba de paso algunos puntos. Por ejemplo, que "el único autor de la obra es el escritor y periodista Luisgé Martín" y aprovechaba para desmentir que se haya realizado o se vaya a realizar pago de cualquier naturaleza al condenado por los horribles crímenes cometidos.
La editorial manifiestaba el respeto absoluto que merece Ruth Ortiz, la madre de los niños asesinados, y lamentaba el dolor que las informaciones divulgadas sobre la publicación y la distribución del libro hayan podido causarle. Para Anagrama, en una sociedad democrática, "debe existir un equilibrio entre la libertad creativa como derecho fundamental y la protección de las víctimas".
Según el comunicado, las obras que se inspiran en hechos reales, como es el caso de El odio, requieren de "una dosis doble de responsabilidad y de respeto". Por esta razón, "en un ejercicio de prudencia y de forma voluntaria", Anagrama "ha decidido mantener la suspensión de la distribución de la obra de manera indefinida".
Cuestiones legales
El odio estaba previsto que este miércoles llegara a las librerías. Sin embargo, la obra no se había distribuido ni se podía adquirir por internet, después del inicio de diferentes procedimientos judiciales. La Fiscalía presentó hace dos días un recurso, que no tenía efectos suspensivos, ante la Audiencia de Barcelona para pedir de nuevo la paralización de su publicación al concluir que era la única vía disponible para evitar una "inminente lesión" a los derechos de los menores asesinados.
Por su parte, el juez había denegado la medida cautelar solicitada por la Fiscalía de Menores, a raíz de la petición de amparo de la madre de los menores, al entender que podía suponer una merma del derecho a la libertad de expresión y que no había suficientes datos para resolver si el libro suponía una vulneración de los derechos, puesto que aún se desconocía su contenido íntegro.
Opiniones de expertos
"No he tenido acceso al volumen, pero creo que el problema de este libro es que está a caballo entre lo que es la creación artística y el reportaje periodístico convertido en crónica literaria, siguiendo la línea que inauguró Capote hace muchos años. Ahí hay un problema ya que, cuando la creación artística se acerca al periodismo, debe respetar los límites de la actividad informativa", comenta José María Pérez Zúñiga, escritor con numerosas novelas y libros de poesía publicados a la vez que profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada. El autor recalca una cuestión tan obvia como relevante: para tener una opinión clara hay que conocer el libro. "Eso es lo primero. Como no lo hemos leído, estamos opinando sobre algo que en realidad no sabemos".
Esa falta de acceso al libro era fundamental en la determinación del magistrado de Cataluña, comunidad en la que está la sede de Anagrama. "Por mucho que la Fiscalía de Menores de Barcelona haya cargado las tintas, yo creo que el juez tiene razón cuando dice que, al no poder analizar en qué medida ese libro puede conculcar el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen de los menores asesinados y de su madre, no podemos restringir la publicación vía medida cautelar", comenta Carles Hurtado Noguer, abogado barcelonés afincado en Granada especializado en Derechos de Autor y Protección de Datos. "En cualquier caso, mi opinión es que si en efecto se conculcan estos derechos, siendo además todas las personas afectadas víctimas que no han buscado la fama, sí que se debe restringir el otro derecho fundamental enfrentado, que sería la libertad de expresión".
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