Un nuevo libro revela los orígenes del flamenco en los cafés cantantes de Granada
Antonio Conde, crítico flamenco de Granada Hoy, presenta su obra este miércoles la obra en la Peña de la Platería con la compañía de Miguel Poveda
Bailando a los clásicos
Granada/Con el nombre de café cantante se conoció en España a un tipo de locales de ocio que complementaban el servicio propio de un café con la puesta en escena de espectáculos populares, en su mayoría de cante, toque y baile flamenco.Tuvieron especial auge en capitales a partir de mediados del siglo XIX hasta que fueron relegados después de los años duros de las posguerra por los tablaos flamencos. En general, eran salones amplios con servicio de mesa, decorados con espejos, cuadros o carteles costumbristas o taurinos, y un pequeño escenario tablao de madera donde los artistas como Antonio Chacón, La Niña de los Peines, Manuel Torres, Cobitos, Fosforito el viejo o Canario Chico ofrecieron sus espectáculos.
El viaje a los orígenes del flamenco aún está por terminar de definirse. Una música y un arte con algo más de dos siglos de historia no ha podido desprenderse del halo místico que los envuelve y que ha llevado a que multitud de teorías dispongan un camino que aunque no permite conocer con exactitud milimétrica de dónde parte, sí arroja información sobre a donde llega. La editorial flamenca Granadaiflamenco, continúa su labor de divulgación y difusión, una tarea que ahora impulsa desde el formato libro. En este caso, se trata de un estudio de investigación sobre los cafés cantantes de Granada y otros espacios escénicos en los que se programó flamenco entre 1868, fecha en la que actuó en el café del Recreo el gran Silverio Franconetti y 1939, fecha en la que cerró el último café cantante de la ciudad.
El volumen, titulado Los cafés cantantes de Granada y otros espacios escénicos. Desde 1868 a 1939, es un trabajo que 336 páginas que será presentado este miércoles en la Peña La Platería con un padrino de excepción como es Miguel Poveda. La obra un recorrido histórico y musical desde el último tercio del siglo XIX hasta final del primer tercio del siglo XX y recoge la ubicación y la programación de flamenco de todos estos cafés. Recoge más de trescientas reseñas de actuaciones, entre las que figuran Silverio Franconetti o las anteriormente citadas, y así hasta doscientos artistas que ofrecieron su cante, su baile y su toque a los aficionados en una de las cunas principales del flamenco.
Orígenes del flamenco
Para el autor, la singularidad de los múltiples planteamientos remite a extremos que sin duda puede apuntar a axiomas falsos, pues la tradición oral aún no supone el referente metodológico cuyo rigor investigador pueda sostenerse con solvencia. No es la intención del autor dilucidar tal hecho de un plumazo, pero no cabe duda de que si los primeros espacios donde se halló lo flamenco fueron los cafés cantantes, tabernas, fondas y lugares de similar orden conviene apuntalar siquiera algunos datos que puedan dotar de consistencia a ese origen vaporoso que se sigue buscando. No pueden obviarse otros entornos en los que también se desarrolló aunque el estudio "se centra ahora en apuntar aquellos en los que terminaron de profesionalizarse el cante, el baile y el toque".
Y para ello se emplea el verbo terminar. porque si bien tradicionalmente se ha establecido como primer lugar de profesionalización el café cantante, no puede obviarse que "desde la tonadilla escénica hasta el género chico e incluso el teatro pueden suponer primigenios espacios sonoros donde empieza a germinar el primer flamenco" Por eso, "se podría entender que no debiera o pudiera todavía llamarse flamenco como tal". "Sin embargo, algunos de los elementos más diferenciadores de este género ya pueden encontrarse en estas variedades, por lo que no parece osado afirmar que fue allí, en sus espacios, donde además se dio de manera iniciática un preflamenco no muy diferente al que posteriormente se convertiría en el género como tal con los consecuentes cambios derivados de la evolución natural del mismo", explica Conde, para quien "acotando el contexto hablar de cafés cantantes en esta época a lo largo de toda la geografía española, como se verá más adelante".
La singularidad o no de Granada
Par el investigador, Granada no fue distinta al resto pudiendo considerarse, de hecho, que los orígenes fueron prematuros en la ciudad de la Alhambra si se pone en relación con otras poblaciones. Como ciudad capital no se encontraba exenta de los avances sociales y culturales de sus hermanas andaluzas y en este caldo primigenio se abrieron los primeros espacios escénicos que si bien no asumieron de entrada el nombre concreto de café cantante sí funcionaban como tales. Nacería poco después la denominación social para diferenciarlos de otros locales como cafés conciertos, dedicados a la música clásica o espacios de bebidas con espectáculos y variedades sin rastro de flamenco como también veremos.
En Granada hubo decenas de locales musicales de diferentes estilos, distintos géneros, de distintas músicas, todos ellos contagiados por las corrientes estéticas de la época. En esa clarividente estética cabe incluir no sólo los elementos sonoros sino también la decoración de los distintos espacios, los heterogéneos públicos a los que iban dirigidos, el perfil sociocultural imperante en cada uno de ellos e incluso las decisiones políticas. Todos estos aspectos entre otros, determinaron de forma más o menos sólida el camino que tomaría este acontecimiento escénico.
El escritor destaca que "este libro nace de la necesidad de ir cubriendo algunas lagunas informativas que aún tenemos en el flamenco de Granada": "Rellenar la magnánima obra jonda que ha generado la ciudad protagonista de esta investigación supone añadir a todo lo sabido hasta la fecha de una de las etapas más importantes de esta historia más datos que consoliden los pilares que apuntalan la misma".
Primera etapa profesional
Es la primera etapa en la que la profesionalidad flamenca hace acto de presencia. "Si Silverio Franconetti fue el precursor de esta profesionalización y al que se le criticó por ello, no cabe duda que fue el principio de algo grande. Su mantenimiento en las profundas cuevas de la ignorancia no tuvo salida por lo que, invalidada esta teoría, surge la necesidad de encontrar otros orígenes más certeros y objetivos del nacimiento profesional del arte flamenco. La cuestión no es sólo la localización de los eventos y acontecimientos del cante, del baile o del toque flamenco. La cuestión prioritaria, además de ésta, es analizar concienzudamente los datos que da la historia y la prensa en este caso, recurrir al pasado bajo el paraguas de la investigación presente para formular una hipótesis de partida loable con garantías y que se aleje irremediablemente de la tergiversada historia que la tradición oral, en ocasiones, ha querido contar al amparo de intereses sectarios, étnicos, socioculturales o económicos". Así el lector tiene a la mano más de 300 citas seleccionadas y transcritas con literalidad de la prensa de la época sobre las actuaciones que se programaron entre 1868 y 1939 en la totalidad de los cafés cantantes granadinos.
El resultado es una investigación que ayuda a comprender como a partir de los cafés cantantes, el flamenco -que normalmente quedaba reservado a entornos familiares, ventas o tabernas o a los pudientes que podían contratarlos para sus celebraciones particulares- pudo abrirse al público en general, lo que le reportó una mayor presencia en la sociedad, además de acercar a un importante número de aficionados al conocimiento del arte del flamenco.
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