Paloma San Basilio: "Esto es el punto y final a mi carrera como cantante"

Granada/Paloma San Basilio es una de las grandes de la música más que española, hispana: durante 50 años de carrera ha triunfado a los dos lados del Atlántico. Ahora se embarca en un viaje de despedida para corresponder a sus seguidores el apoyo recibido a largo de este medio siglo de éxitos. Lo hace con una única palabra como contundente título: Gracias. Un recorrido que en el que está arropada por una excelente banda de músicos que incluye a su propia hija entre las coristas y que este viernes 14 de febrero la llevará a hacer parada en el Palacio de Congresos de Granada. La cantante madrileña promete una experiencia llena de emoción y recuerdos que perdurarán en la memoria de todos aquellos que han tarareado sus emblemáticos temas. Éxitos como No llores por mí Argentina, Luna de miel, Porque me abandonaste, Juntos y Cariño mío. Con más de 16 millones de discos vendidos a lo largo de su carrera, Paloma San Basilio ha dejado una huella imborrable en el mundo del espectáculo y este espectáculo promete ser el broche perfecto.

Pregunta.-¿Esta gira es un punto y final a 50 años de trayectoria o es un punto y seguido para algo más? ¿Qué hay después?

-Hay otros proyectos, pero esto es el punto y final a mi carrera como cantante. Es una manera necesaria y justa de despedirme de la gente y darle las gracias por haberme permitido tener una carrera tan bonita. Es mi cierre de un capítulo muy importante y extenso de mi vida.

P.-¿Cuáles son esos otros capítulos que ahora se abren?

-En principio hay un proyecto muy bonito que es mi tercera novela, Uxoa, el secreto del valle, que verá la luz en abril. Me hace mucha ilusión porque he desarrollado el trabajo a lo largo de estos últimos años y es muy personal. Tiene que ver mucho con las emociones, con la pérdida y la búsqueda. Ese proyecto me apasiona y el audiolibro lo voy a hacer yo también. Ya para finales de año me subiré al escenario pero en otro formato: para hacer un trabajo de interpretación con un personaje maravilloso que se llama Dulcinea.

P.-Usted conoce bien El Quijote porque triunfó con el musical El hombre de La Mancha junto a José Sacristán. ¿Cómo será esta Dulcinea?

-Una que no ha existido, porque es un personaje de ficción que nace de la mente de Don Quijote. Con Juan Carlos Rubio, director, estamos poniendo voz por primera vez a ese personaje, intentando imaginar que sintió y qué no sintió. Es un espacio muy abierto porque no hay muchas referencias a pesar de ser un personaje tan importante de la literatura universal. Merecía la pena tener capítulo por sí mismo.

P.-¿Cuándo será el último concierto, ese adiós definitivo?

-Creo que será en octubre porque que es cuando empiezo a ensayar la nueva obra. Hasta entonces estaremos ofreciendo conciertos por España que ahora, en febrero y marzo, se concentrarán por Andalucía. Arrancamos en noviembre del año pasado y la duración que yo tenía prevista era de un año.

P.-Su carrera se ha desarrollado en ambas orillas del Atlántico. ¿Su despedida también cruzará a América?

-Sí, ya ha habido varios países en los que he cantado y en mayo volveré. Es un público fundamental en mi vida que me ha permitido desplegar muchísimo las alas, poder volar, tener siempre un sitio al que ir y volver. Desde la gira que hice con Evita, en el año 1983, he tenido esa sensación. Desde entonces siempre he ido a hacer conciertos porque ha sido un público muy fiel.

P.-En su vida ha ocupado un peso muy importante el musical, con Evita, El hombre de La Mancha o la versión de Memory, de Cats. ¿Cómo vive la edad de oro que está viviendo el género ahora?

-La verdad es que me alegro mucho porque yo siempre he sido una enamorada del género antes incluso de saber de su existencia. Lo que buscaba era interpretar personajes, cantar, bailar... y me enamoré cuando vi que existía la oportunidad de que ese género tan exigente y tan rico, que ofrece tantas posibilidades a los actores y también al público, con ese nivel de calidad tan alto... Siento que yo fui pionera de un género que se consideraba incluso menor. Es una alegría ver ahora como tanta gente joven puede vivir de algo que ama, del que hay tanta oferta y que ofrece cosas de una gran calidad. Además, es una escuela única, después de eso el escenario nunca va a ser algo extraño. Me emociona y me da una gran satisfacción pensar que ahí está mi granito de arena.

P.-Hace falta mucha escuela para afrontar la presión de subirse a un escenario de Eurovisión y más en la época que la que usted lo hizo, cuando TVE no tenía competencia.

-Hay mucha presión porque cuando llegas allí hay tantas delegaciones, tanta gente con tantas ganas... Noté una sensación de competitividad que a mí personalmente no me gusta, es tremendo. Realmente yo creo que Eurovisión, al margen de la calidad de las canciones, se ha convertido en un gran espectáculo audiovisual, por encima de cualquier otra cosa.

P.-Su carrera empezó curiosamente vinculada a la televisión.

-Sí, empezó con una chica que estaba estudiando en la universidad y que le gustaba el escenario desde que era una niña. Comencé haciendo teatro universitario y luego, al buscar trabajo, me hablaron de la convocatoria en televisión y ahí arrancó mi recorrido más profesionalizado. A partir de ese momento me conecté con todo lo que es el mundo del espectáculo que aquel entonces era mucho más pequeño que ahora. Era más fácil llegar a un sitio y tener herramientas para que la gente te conociera. Salir en TVE, que era la única que había, implicaba eso y era en alguna medida más fácil desarrollar el trabajo.

P.-Su hija ha tomado el testigo en la música. ¿Qué consejos le da ahora con el cambio que ha tenido el mundo de la música?

-Realmente es muy distinto. Los parámetros que he tenido no son comparables porque ahora es un mundo con una sobreexposición muy grande, en el que la dinámica es muy rápida y hay mucha capacidad de expansión, pero también mucha oferta y competencia. Tienes que estar con tu imagen en primera línea constantemente y creo que eso es un esfuerzo muy grande. También es un sacrificio, pero hay que asumir en cada etapa de la historia lo que te demanda, como se desarrolla el mercado. Ella es una mujer muy preparada y tiene muchos recursos, es un poco transversal como su madre. Se plantea seguir con la música y compone muy bonito. De hecho en este concierto hay una canción que ella compuso para mí en un disco anterior a la pandemia y la cantamos juntas. Creo que tiene claro todas sus aptitudes para poder crecer en todas las direcciones.