Un paseo por la Granada más poética

Estreno de 'Cinco canciones granadinas'

Xavier Pagès-Corrella pone música a la ciudad imaginada por Rafael Guillén en sus versos

La OCG interpretará hoy en el Falla las piezas con el agua, el amor y la luz como protagonistas

Una imagen de los ensayos estos días de la OCG con Xavier Pagès-Corrella dirigiendo en el Falla / Antonio L. Juárez / Photographerssports
Isabel Vargas

19 de febrero 2021 - 05:00

Granada/"[...] Con el alba, partida por muros y cipreses, tu voz de valle umbrío que me llama desde el agua. En las rojas colinas donde el cristal se mece, tu cintura que ondea y se me escapa como el agua. Por la ciudad, que gira sobre un gozne de nieve, toda tu soledad, que es mía, y se descalza por el agua. ¡Si yo alcanzara a la aldaba que abre las puertas del agua de Granada!". En cuanto Xavier Pagès-Corrella leyó este poema de Rafael Guillén, perteneciente al Cancionero-guía para andar por el aire de Granada, se imaginó subiendo la cuesta hasta el Falla, con el arrullo del agua de fondo, en pleno entorno de la Alhambra. Los versos no sólo le evocaron su estancia aquí, sino también sonidos, texturas y colores. El compositor ha puesto ahora música a la ciudad imaginada por el poeta gracias a un encargo de la OCG, que hoy verá la luz en el auditorio Manuel de Falla.

Las piezas compuestas para orquesta y tenor solista están inspiradas en Cinco canciones granadinas, aparecidas en el Cancionero-guía para andar por el aire de Granada. Se trata, en palabras de Pagès-Corrella, de "cinco escenas granadinas con un color muy diferente cada una de ellas". Para crear esta música, el artista ha partido de todas esas sensaciones que le han provocado los poemas y que las ha ligado o conectada con todas sus sensaciones en la ciudad. "He intentado encontrar en esta simbiosis de experiencia propia y lo que me provocaba los poemas la música que me sale", reconoce. La obra sinfónica se apoyará en un lenguaje moderno (el mismo del que se alimenta y bebe el propio compositor). "Por esta modernidad, por estos recursos expresivos que no son muy usuales como sacar el sonido del vencejo literalmente. Se va a oír el cantar del vencejo. Habrá un momento que la gente que se preguntará donde están", adelanta.

¿A qué suena el agua de Granada?

El primer movimiento (cuyos versos aparecen al inicio del artículo), Si yo alcanzara la aldaba, describe el agua de la ciudad. "Vayas donde vayas, en Granada siempre hay una fuente. Está evocando el sonido del agua todo el rato. He intentando traducir lo mismo en la música", señala el artista, que ha buscado "figuraciones muy fluidas, notas que se muevan muy rápido, intentando acompañar la melodía de la voz en este ambiente acuático". El segundo movimiento, titulado La claridad de aquel día, cambia totalmente de carácter. Es más recogido. "Contrapone la claridad del día, de esta luz tan andaluza, tan clara, con el sentimiento del poeta en ese momento, que tiene como una especie de dolor dentro. Contrapone la luz a la oscuridad de este dolor”, explica. Musicalmente, el compositor ha querido hacer este contraste a través de los agudos de los violines, el carillón, con los graves de la cuerda del contrabajo, el bombo, que, según el músico, "le dan este color oscuro y más dramático".

El poeta Rafael Guillén posa en el despacho de su casa / Antonio L. Juárez / PhotographersSports

Para tu mirada, amor es un canto al ser amado, un manantial de energía rítmica y de colores orquestales derramado sobre un motivo obstinado e incesante que mantiene la tensión hasta la explosión sonora final. "Esta tercera pieza habla del amor. Es una pieza más extrovertida. Es el amante que ensalza a su querida. Es una pieza muy brillante en cuanto a color también", subraya. De las dos canciones que quedan, la primera juega con el carácter cerrado de la segunda y la recuerda un poco (por estos colores ocres del atardecer y salen reminiscencias del sonido del vencejo que lo cita el propio autor en el poema). El final es una pieza donde el protagonista son las campanas. "De sueño, más que de bronce suena a campanas en la lejanía. La oyes desde muy lejos", precisa.

Rafael Guillén, un poeta musical

Conociendo la poesía de Rafael Guillén, uno se lo imagina dirigiendo una orquesta de palabras. Su obra refleja perfectamente su condición de poeta musical. Por eso la colaboración entre Pagès-Corrella, el propio autor y la OCG resulta tan interesante. ¿A la hora de adaptar las canciones, percibió el carácter musical de Rafael? "Mucho. Sintonicé mucho con él en cuanto nos conocimos. Estuvimos una tarde entera hablando en su estudio. Un amigo común, Xavier Astor (contrabajista de la OCG), pensó que sería buena idea que lo conociera y nos presentó. Conversé con él sobre arte y poesía. Conectamos muy rápidamente", asegura el director de orquesta. La conversación aquella tarde de 2019 fue estirándose. Rafael le regaló un libro suyo de poemas firmado. De esa conversación, Xavier salió "cargado de energía e ideas" y empezó a buscar un texto que se adecuara al formato para orquesta y tenor (en este caso David Alegret).

"Estas canciones me entusiasmaron desde el primer momento por su musicalidad. Me interesa mucho de los textos que tengan no sólo ritmo, sino también el color y el ambiente. Las palabras que salen cada una de ellas van produciendo música. Esto es muy importante. Porque cuando oyes una palabra te vienen en mente algo, te evoca. Hay palabras frías. Telesilla, por ejemplo. Mucha música no me evoca. El agua es un elemento vivo, fluido. A mí personalmente me evoca la música. Ya veía a los instrumentos haciendo agua, moverse, fluir con la textura orquestal. Las campanas, los vencejos. Cuando hablaba de la claridad del día. Tenía un color orquestal muy claro. En seguida te sale la música gracias al texto", destaca. Un paseo por la Granada más poética que podrá disfrutarse hoy (y mañana) en el Falla.

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