La pasión de los artistas norteamericanos por el impresionismo, en el Thyssen
Una muestra analizará la gran influencia que el movimiento ejerció al otro lado del Atlántico de 1880 a 1890 y su desarrollo posterior

El Thyssen-Bornemisza presentará en noviembre la primera exposición en España dedicada a la expansión del impresionismo en Norteamérica, en la que se mostrará el modo en que los artistas norteamericanos descubrieron este movimiento en 1880 y 1890 y su desarrollo posterior.
Formada por casi 80 pinturas, Impresionismo americano supondrá un descubrimiento para el público, ya que, junto a conocidos nombres como los de Mary Cassatt y John Singer Sargent, se podrán contemplar obras de otros más desconocidos "pero muy interesantes", en opinión del director artístico del museo, Guillermo Solana.
Éste consideró durante una entrevista con Efe que la exposición pondrá en contexto obras de impresionistas americanos con las que pertenecen a la colección de la baronesa Thyssen, "que son estupendas y se verán en un contexto más amplio".
El recorrido se iniciará con Mary Cassatt y Sargent, que vivieron y fueron parte de los inicios del impresionismo. "Eran dos grandes de la corriente y, aunque norteamericanos, vivieron en Europa la mayor parte del tiempo".
Aunque la relación de Sargent con el impresionismo "es algo problemática, ya que hizo cosas con este movimiento y otras no, Cassatt se convirtió en una de las principales impulsoras del estilo francés al otro lado del Atlántico". Junto a obras de ambos se exhibirán pinturas de Degas, Manet y Monet.
Los siguientes espacios están dedicados a otros pintores americanos "que viajan a París con diferente grado de acceso a los principales artistas de este movimiento; alguno incluso llega a conocer a Monet". La interpretación que hicieron del impresionismo "es peculiar. Se trata de pintores provincianos que entran en contacto con un movimiento con el que no están familiarizados ni tienen contacto directo. Todo esto hace que haya cosas muy interesantes que descubrir", según Guillermo Solana.
El recorrido dedica un espacio a la colonia de americanos que se instaló en la zona campestre de Giverny para pintar. Fueron pocos los que lograron colocar su caballete junto a Monet y entre ellos se encuentra Theodore Robinson. John Leslie Breck, otro asiduo de Giverny entre 1887 y 1891, incorporó a sus obras elementos novedosos como las sombras coloreadas, e incluso realizó una serie de almiares basada directamente en los de Monet.
Siguiendo la huella de los impresionistas, y veinte años después que estos, artistas como William Merritt Chase y Childe Hassam descubrieron los parques, "un terreno a medio camino entre la ciudad y la naturaleza". En estos artistas se centra el apartado Escenas urbanas. Nueva York, Boston, Chicago.
A una figura "tan peculiar" como James Abbott McNeill Whistler se dedicará un espacio de la exposición. Se trata de un artista que pasó gran parte de su vida en Europa, pero siempre se consideró norteamericano. Más que ningún otro, Whistler precedió e impulsó a una nueva generación, que vio en su estilo un modelo a seguir, entre ellos autores como John Henry Twachtman o Thomas Wilmer.
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