Patricia Guerrero se vuelca en cuerpo y alma en el estreno de 'Pineda' en el Generalife

Granada/Decía Federico García Lorca que había mil Marianas Pineda distintas, "la heroica, la madre, la enamorada, la bordadora", relataba durante el estreno de su obra homónima en 1927. De todas ellas, el poeta eligió una, la que encarnaba "la libertad en sí misma". Ahora, casi un siglo después, otra granadina, Patricia Guerrero, da su cuerpo y alma para dar vida a la heroína liberal en una obra que, precisamente, lleva por nombre Pineda, y que este sábado tendrá su estreno absoluto en los jardines a los pies de la Alhambra, como punto de partida del ciclo Lorca y Granada en los Jardines del Generalife.

En la que es su primera dirección al frente del Ballet Flamenco, la granadina encara este desafío con la misma juventud y energía con que el de Fuente Vaqueros escribió Mariana Pineda al final de los años 20. El resultado, según explican desde la organización, es un obra "vibrante y con calambre", que explora toda la fuerza "espiritual y expresiva" del poema dramático del que bebe.

Un poema que desde este sábado, y a lo largo de agosto, cobra vida sobre las tablas del Generalife con una propuesta para la que Guerrero se ha rodeado de un equipo excepcional en el que se dejan ver, junto al suyo, algunos nombres granadinos, como los del coro femenino de la Asociación Cultural 'Cruz de mayo Albaicín', que presta su voz para las doscientas mujeres de este barrio que abren la obra; Claudia 'La Debla', que encarna a Aurelia, o Agustín Barajas, uno de los guardias realistas, de la obra. Junto a ellos, el reparto está formado por otros nombres extranjeros, como los de Eduardo Leal, Alfonso Losa, Lucía 'La bronce' o Sofía Suárez, por citar solo algunos.

Siguiendo las tres estampas de la obra original de Federico García Lorca, Pineda narra la vida de la joven granadina, cuya estatua de bronce "altiva sobre la columna, aprentando scontra el cuerpo la bandera de la libertad", siempre inspiró al poeta. Su historia se desarrolla en el siglo XIX, cuando fue condenada a muerte en la guerra, por defender la causa liberal por haber encontrado en su casa una bandera con las palabras "libertad, igualdad y ley".