'Poesía completa': reúnen todos los textos de Gata Cattana en un único libro

Aguilar recopila 'La escala de Mohs' y 'No vine a ser carne' en un volumen junto a varios inéditos de la rapera y poeta

Granada, la ciudad donde Gata Cattana soñó con cármenes

Ana Isabel García (Gata Cattana) en una imagen de archivo. / GH

“¿Qué sería de la gloria sin el legado?”, reflexiona Gata Cattana, en Me despido, el poema inédito elegido para cerrar su poemario póstumo No vine a ser carne (Aguilar, 2020). En 2017 se despidió para siempre Ana Isabel García –nombre real de la cordobesa– pero su legado sigue más vivo que nunca y ello lo demuestra la publicación de Poesía completa, de nuevo editada por Aguilar, y en el que se unen el ya citado No vine a ser carne, junto a La escala de Mohs, además de dos poemas inéditos: un poema y un texto en prosa.

“Ana, con toda seguridad, estaba destinada a ser ejemplo para muchas mujeres [...]. No pudo ser, pero hay un consuelo: Gata Cattana ha hecho el trabajo Gata Cattana es hoy ejemplo para miles de personas”, explica Mónica Adán Frutos, editora de esta recopilación y la de 2020. Por su parte, la periodista Lorena G. Maldonado destaca en el prólogo de la obra unos versos, casi proféticos, de la cordobesa: “Estoy sembrando una semilla / que ahora no ves, / se verá mañana, / cuando estemos todos muertos y solo queden mis hijitos / devorándose a los vuestros, / y solo queden mis escritos / tatuaos por algún cuerpo”.

Esas semillas se están viendo ahora y son los textos inéditos que acaba de publicar la editorial, pero también el documental Eterna (J. Sayalonga, D. Sainz, 2022). El documental nació en 2017, precisamente con la muerte de la rapera, pero no fue hasta 2022 cuando por fin se vio en pantalla grande. “Yo la conocí personalmente y le tenía mucha admiración a ella y lo que hacía y fue un palo lo que ocurrió y a raíz de ahí me surge la necesidad de hacer algo con lo que había dejado”, contaba a Sayalonga a Granada Hoy con motivo del estreno.

El caso de la editora es algo distinto. Ella forma parte del grupo que llegó “tarde a la cita con aquellos ojos verdes enormes que describían una mezcla de inocencia e incredulidad en su rostro”. Ambos, sin embargo, comparten la necesidad de seguir regando esas semillas que, en muchos casos, hunden también sus raíces en Granada, una ciudad donde Ana pasó los días “más felices de mi vida”, como dejó escrito en unos versos que también se recogen en esta compilación (En Granada).

 Y es que, el paso de Cattana por la ciudad de la Alhambra fue fundamental en el plano artístico y personal. Aquí paseó por sus espléndidas calles, hizo sus primeros exámenes universitarios, conoció a nuevos amigos, compuso su EP Anclas, experimentó el subidón de subirse a un escenario –para rapear, recitar o hacer Poetry Slam– y, en definitiva, vivió.

“Gata Cattana tenía una relación muy estrecha con esta ciudad. Su sueño era comprarse un carmen en Granada, instalarse aquí y vivir de su arte”, afirma Sayalonga. También aquí conoció a Anabel su compañera de piso y amiga íntima. “Con ella empezó a rapear y formaron un grupo”, rememora Sayalonga. Ese misma banda dio lugar al nombre de la artista. Su grupo se llamaba Cattana, una unión entre Gata y Ana. Tras la disolución del grupo, Gata decidió adoptar Cattana como apellido en honor de dicho conjunto. 

El mejor ejemplo de la relación entre Ana y la ciudad son los grafiti que decoran la Avenida Juan Pablo II, pintados poco después de su pérdida y que ahí siguen manteniendo vivo su recuerdo, aunque claramente afectados por el paso del tiempo. 

Estado actual de los grafitis de Juan Pablo II. / Antonio L. Juárez / Photographerssports

También quedó inmortalizada en Adamuz, su pueblo natal, donde dan la bienvenida a los visitantes dos grandes murales sobre ladrillo, de unos 20 metros de largo por 10 de alto cada uno, dedicados a la que es su hija más célebre.

Porque si algo tienen el legado y la gloria es que no entienden de tiempo ni de fronteras, de ahí que la Universidad de Córdoba pusiese en marcha un programa de Inclusión Social para la permanencia bajo el título UCO-Gata Cattana y que busca facilitar a personas en situación socioeconómica precaria, los medios necesarios para su acceso y permanencia en los estudios oficiales de grado y máster que se imparten en la institución académica.

La lista sería eterna: la escuela de empoderamiento femenino de Lucena (Córdoba) dedicó una de sus jornadas a la rapera y poeta;en Ciudad Lineal (Madrid) existe otro mural que generó una revuelta popular ante la intención de eliminarlo por parte del Ayuntamiento; el pasado año, la Universidad de Wuppertal (Alemania) le hizo un homenaje. Son infinidad de ejemplo que muestran, como dejó escrito “se puede estar, aunque no se esté”.

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