"La poesía social está denostada hoy día porque cae en la propaganda"
Juan domingo aguilar. escritor
El autor granadino recibe el Premio Villa de Peligros de lírica por una obra de temática "social e intimista"

Granada/-Ha ganado el Premio de Poesía Villa de Peligros con Nosotros, tierra de nadie. ¿Se parece en algo a su anterior poemario, La chica de amarillo?
-Se parecen en ciertos aspectos formales, sí, pero esta vez me he centrado más en la parte social, que desarrollé en la segunda parte de ese libro. Nosotros, tierra de nadie, es un libro que trata sobre la memoria. Pretendo realizar un ejercicio de memoria colectiva, honesta y responsable. Quizá hablar sobre la memoria histórica en un libro echa para atrás a la gente. También menciono el papel de la mujer en España.
-¿Hace mención en concreto a alguna autora?
-Sí. Hay un poema que se llama Las madres cansadas donde cito a María Teresa León.
-¿Se puede decir que este libro responde al momento político y social que se vive hoy día?
-Sí. Concibo la poesía como una herramienta de cambio, y con la que se puede recordar y reivindicar a la gente que ha luchado por la igualdad en nuestra tierra. También lucho con este poemario contra la desigualdad de género y de raza. Lo considero un libro comprometido.
-Leyendo La chica de amarillo noté cierto desencanto. ¿Aquí también ocurre o se vislumbra algo de esperanza?
-Hay mucho desencanto en mis versos, sí, pero también esperanza, o eso espero transmitir al lector.
-¿Piensa que este país debería hacer una ejercicio de memoria?
-Este país debería hacer una revisión más crítica de su memoria histórica, y dejar de permitir que se digan las verdaderas a medias que durante tanto tiempo se han implantado de manera oficial en muchos discursos e instituciones.
-¿Los jóvenes miran con atención su pasado?
-Creo que hay un sector de los jóvenes que sí lo hace, pero es una minoría. Hay un tema importante que es la educación. Si nos educaran de otra manera, igual tendríamos más interés por conocer nuestro pasado y nuestra historia más reciente. La poesía social está denostada hoy día porque cae en la propaganda. Pero es interesante hacer una poesía social honrada y sincera, que refleja problemas como la invisibilizacion de la mujer.
-¿Qué cuentas pendientes tienen las administraciones públicas con la poesía joven?
-Deberían de dar más vibilidad a los autores jóvenes. Estamos cansados de que siempre se llamen a los mismos escritores. No los menospreciamos porque son nuestras influencias, pero nos tienen que dar más cancha. Y tienen que acercar la literatura de otra forma a los críos para que la poesía no les resulte ajena y extraña, del poeta en su atalaya.
-¿Qué opinas de esa hornada de autores jóvenes que se dan a conocer en las redes sociales?
-Las redes están muy bien porque son una herramienta de difusión potente, y nos ayudan a conocer a otros autores. Hay que tener cuidado porque es un arma de doble filo al no haber un filtro. Echo de menos en algunos poetas de Instagram un conocimiento más profundo de los clásicos. A veces se confunde lo sencillo con lo simple.
-¿Es decir, la calidad con el número de seguidores?
-Sí. Lo simple puede ser fácil y puede llamar la atención de muchas personas, pero eso no quiere decir que sea bueno. Lo ideal sería que nosotros consiguiéramos conectar con ese público y viera que escribimos cosas frescas y tratamos temas que a ellos les interesa.
-¿Cuáles son sus poetas de referencia?
-Uno fundamental para mí y toda mi generación es Pablo García Casado. Desde que sacó el libro Las afueras revolucionó la poesía española contemporánea. La poesía de la experencia también. Soy muy fan de Javier Egea, Ángeles Moras y Luis García Montero.
-¿Hasta qué punto es más fácil para los autores jóvenes hablar sobre lo que sucede en su interior que en su exterior?
-No se pueden separar al poeta de la persona. Es compatible hablar de sentimientos y de la situación política actual.
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