"No me voy a poner límites en la vida, ni como coreógrafa, ni como intérprete"

eva yerbabuena. bailaora

La granadina, Premio Max a Mejor Intérprete Femenina de Danza por 'Apariencias', estrena el 27 de julio en Barcelona su nuevo montaje. Está inspirado en la música popular de la isla japonesa de Amami

"No me voy a poner límites en la vida, ni como coreógrafa, ni como intérprete"
Isabel Vargas

27 de junio 2018 - 18:11

Granada/Eva María Garrido García (Fráncfort, 1970), Eva Yerbabuena para el público, se presenta hecha un folclórica: melena suelta, gafas de sol, un kilo de salero y un piquito de oro que no deja títere con cabeza. Se queja del anterior Gobierno, que según ella "se cargó la cultura", y de que la gente juzgue por las apariencias. De eso precisamente habla su último espectáculo, cuyo trabajo fue premiado la semana pasada con el Max a Mejor Intérprete de Danza. Pero más allá de los reconocimientos, la bailaora granadina se concentra en seguir creando, viviendo y disfrutando el camino.

-Recibió hace una semana el Premio Max a mejor intérprete de danza por Apariencias, un montaje donde reflexiona sobre los clichés del flamenco.

"España no valora el flamenco, ni la cultura. Eso fue lo primero que se cargó el anterior Gobierno"

-Sí, sobre los clichés del flamenco, pero también sobre lo que nos influyen las apariencias y cómo el ser humano se va acostumbrado a vivir lo malo. Todo eso cabe en el espectáculo. Hoy día no pensamos en crear una tendencia, sino en seguir las tendencias. Muchas veces uno se dice si sigo las modas, me saldrá más trabajo. Lo bonito y hermoso en esta profesión es crear tendencia sin darte cuenta, sin ni siquiera proponértelo.

-¿Es muy difícil innovar y ser usted misma en el escenario?

-Nada es fácil en esta vida, pero cuando tienes fe en ti, se puede. Trato de trabajar y no olvidar la intuición, de ser lo más honesta y humilde posible. Me levanto cada día pensando que acabo de empezar. No hay más.

-Arranca el espectáculo con el pelo recogido, simulando que está calva, y sin traje de faralaes. ¿No le dio miedo que el público rechazara esa imagen, que se preguntara qué había ido a ver?

-Hay muchos conceptos del flamenco que se confunden porque no se trabajan. Es una cuestión de educación. ¿Qué es ser flamenco? ¿Qué es ser puro o menos puro? ¿Qué es ser coreógrafa? ¿Qué es ser intérprete? Yo tengo una cosa muy clara: soy bailaora. Bailo soleá, seguiriyas, por tangos. Pero si soy intérprete y coreógrafa yo no voy a ponerme límites en la vida. Hasta que no pierdes algo no lo valores y no sabes si te servía, no te servía.

Yerbabuena se cubre el pelo en 'Apariencias'. / José Martín Asencio

-¿Hasta convertirse en Eva Yerbabuena ha perdido algo por el camino?

-Nada. Soy como soy con pelo, sin volantes, con volantes. Yerbabuena conoce a Eva, y Eva a Yerbabuena, a través de un lenguaje que es el flamenco, que es lo que me gusta, la música, un espacio escénico, la interpretación. Todo lo que conlleva decir artes escénicas.

-¿Qué cree que diferencia el flamenco de calidad del malo?

-Uf (ríe). La calidad siempre tiene que estar al servicio de los demás. Una persona con una mijita de sensibilidad capta cuando ve un montaje de calidad y cuando es un churro. Pero hablo de calidad del montaje, calidad humana.

-Imagino que para que un espectáculo cuente una historia, la persona que lo crea tiene que hacerse muchas preguntas. ¿Se hizo muchas mientras preparaba Apariencias?

-En la sinopsis no hay una frase que no sea una pregunta. ¿Quiénes somos cuándo se levanta el telón? ¿Tenemos que crear para existir? Son todo preguntas y algunos refranes. Dime con quien anda y te diré quién eres. ¿Por qué? ¿Por qué tengo que respetar más a una persona con traje y corbata que a una persona que pide en la calle? No, estoy de acuerdo, pero nos influyen muchísimos las influencias.

-¿A usted la han juzgado por sus apariencias?

-Claro. Yo era la cateta de pueblo porque yo no vestía de ropa del Corte Inglés.

-Imagino que eso eso a uno le marca de por vida.

-Muchísimo. Si una persona me aprecia me tiene que aceptar como soy, no porque sea la hija de, por ejemplo.

-¿Se ha sentido discriminada por ser mujer en el mundo de la danza?

-Entiendo que tiene que haber una igualdad económica y un respeto si dos personas desempeñan el mismo trabajo.

-¿El sexo condiciona en el flamenco?

-Claro. Muchísimo. Imagínate la de mujeres que se han quedado sin poder bailar, cantar o tocar la guitarra porque eso no estaba bien visto.

-¿A día de hoy también ocurre?

-La mujer siempre ha estado intentando romper esos clichés. Pero, oye, las mejores compañías españolas de flamenco siempre han estado capitaneadas por mujeres: Carmen Amaya, la Argentinita, Pastora Imperio.

Carmen Amaya en el Beachcomber de Nueva York. / Grupo Joly

-Rocío Molina me dijo en una entrevista que "a los flamencos no les basta con actuar en España, que el trabajo está fuera". Ella monta sus espectáculos en Francia, donde se lo costean, y Blanca Li lleva viviendo allí desde hace décadas. ¿España no valora a sus flamencos?

-España no es que no valore el flamenco, es que no valora la cultura. Lo primero que se cargó el anterior Gobierno fue la cultura. Bueno, la cultura, la sanidad, los servicios sociales. La cultura es el reflejo de un país. Anular la cultura es lo peor que puede hacer un país. A los niños no se le enseña a ir al teatro, a valorar que le regalen un bono para ir a ver funciones. Vas a otro país y los teatros están llenos. Se han cargado la cultura.

-¿Qué le pediría al nuevo ministro de Cultura, José Guirao?

-Que bajo cuanto antes el IVA cultural y que nos ayude a crear. Yo también me pregunto cómo es posible que en Andalucía no exista un teatro donde se programe flamenco todo el año. Eso es imperdonable.

-¿Las circuitos están viciados? ¿Se programa siempre lo mismo, no se arriesga?

-Es todo lo mismo. La culpa la tienen los artistas, no los políticos. Porque no se reclama nada. Nos limitamos a quejarnos simplemente. ¿Pero dónde están las propuestas? La gente cuando me pregunta a donde va a ver flamenco la mando a un tablao. ¡Pero si el flamenco es lo más atemporal del globo! No va a morir.

-¿Estrenará nueva obra pronto?

-Sí. La estreno el 27 de julio en el Mercat de les Flors. Se llama Cuentos de azúcar. Se inspira en las músicas populares de una isla de Japón, Amami, y lo que cuentan, que por cierto son historias muy parecidas a las que se narran aquí. La cantante japonesa Anna Sato me regaló un cedé con esta música, me lo puse y me quedé alucinada. Y me dije: "Tengo que hacer algo con Anna".

Eva Yerbabuena en una fotografía promocional de su nuevo espectáculo.

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