El maestro Juan Martínez que estaba allí
Juan Martínez existió
Almuñécar/Turno para el trompetista Eddie Henderson y el quinteto del trombonista Steve Davis en el Festival Internacional de Jazz de Almuñécar. Se trata de un tipo de jazz que no defrauda a los amantes de la esencia de esta música. No es casual que estén vendidas hace tiempo todas las entradas. Henderson es uno de los grandes, que ha tocado nada más y nada menos que con Art Blakey, Roy Haynes, Herbie Hancock, Joe Henderson y Dexter Gordon, entre otros, llegando a ganar un premio Grammy. Por su parte, le acompaña la formación del virtuoso del trombón Steve Davis, que cuenta con una trayectoria similar. Dos grandes en el escenario del Parque El Majuelo. Hemos hablado, en los días previos al concierto, con el trompetista de Nueva York y San Francisco.
Certero en sus respuestas, con un enorme sentido práctico, niega que sus estudios de Psiquiatría le hayan servido para entender o hacer mejor la música. Más bien, la faceta del patinaje artístico (su madre fue bailarina en el Cotton Club) le ha aportado más, por la disciplina que implica, insistiendo en la importancia de organizarse en la época que compatibilizaba la medicina con la música. Sus inicios, en la infancia, están marcados por la influencia de Louis Armstrong, que le dio una lección informal antes de su acceso al Conservatorio de San Francisco. Junto a esa referencia, es indiscutible la importancia de Miles Davis, que era amigo de sus padres. Reconoce ambas como apariciones bíblicas en su vida, tal y como se recoge en sus biografías. Fue una suerte, reconoce, tener la historia del jazz en vivo y en casa.
El siguiente posgrado, más bien doctorado, fue la entrada en la banda de Herbie Hancock. Toda una experiencia de consolidación. Con esa banda, que se llamaba Mawndishi, aprendió el sentido colectivo de hacer música en los años 70. Posteriormente, para Henderson, la agrupación The Cookers fue una prolongación de esa experiencia de aprendizaje. Los 80, sin embargo, representaron una reorganización estilística, revisando el be-bop, al terminar su contrato con Capitol Records y no conseguir uno nuevo hasta 1986. Para entonces, ya había construido un nuevo vocabulario sonoro. Desde esa época, en la que se trasladó a Nueva York, incrementó sus grabaciones, especialmente desde el año 2000.
Henderson, que ya había trabajado en fusión y sonido electrónico o Hip Hop, valora y ve muy positivamente las corrientes modernas y la hibridación de músicas por parte de las nuevas generaciones. En lo referente al sample, las grabaciones que se usan en una interpretación, se siente halagado por el hecho de que el rapero Jay-Z lo utilice, aunque afirma que ojalá la hubiera pagado. Sobre el concierto de Almuñécar, destaca el valor de venir acompañado por un grande, como el trombonista Steve Davis, recordando la amplia experiencia de este músico con Art Blakey, Slide Hampton y Chick Corea. Quien haya sacado la entrada de esta propuesta de Jazz en la Costa ha acertado.
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