Los versos impostores de Alejandro Pedregosa

Se piensa de los poetas que son como profetas de rimas incuestionables. Pero Alejandro Pedregosa no está en absoluto de acuerdo y lo demuestra con un libro de poemas impostores. ¿Cómo recitaría Chaplin sus propios versos ?

Pedregosa presentó ayer en el Teatro Alhambra su libro Los labios celestes, premio de poesía Arcipreste de Hita, acompañado por el escritor Juan Varo Zafra y la música del pianista Alberto Vázquez Cazorla. En él, se pueden encontrar los pensamientos, las inquietudes y la vida sentimental de cinco personajes: Charles Chaplin, Karl Marx, Gala, el personaje de cómic Corto Maltés y un anónimo, un viajante de tejidos español.

"Para el público general la poesía es una cosa casi de inspiración. Se entiende la poesía como una verdad absoluta porque sale del corazón y al poeta, para escribirla, se le sale el alma por la boca...".

Para demostrar que no es necesario que a un poeta se le vaya la vida al escribir un libro de poesía el autor ha buscado la sensibilidad de estos personajes, reales y ficticios, en sus biografías y les ha pedido prestados sus labios para hablar de ellos y no "de uno mismo. Se puede hacer un libro de poesía sin hablar de ti, ni queriendo trascender". Para ello ha escogido claves de su personalidad, como el hecho de que Chaplin se criara en un orfanato pobrísimo de Londres o la espiritualidad de la mujer de Dalí. El mejor poeta para Pedregosa hubiera sido, sin duda, Marx.

Él mismo adopta un papel. Pedregosa se convierte en un editor y escribe una introducción en la que adquiere una imaginaria literatura vikinga, un poema épico en el que explica la razón de ser del libro: "Yo he venido a contar aquello que le fue negado a los labios celestes". Un juego en el que el escritor intercambia sus manos por los labios de aquellos que nunca escribieron poesía.