Virtudes Olivera: "La vida sucede fundamentalmente en las cocinas, en las salitas de estar y en los dormitorios”

Granada/Virtudes Olvera es una catalana trasplantada en Granada, donde reside desde los 8 años. Es licenciada en Derecho y funcionaria del Ayuntamiento de Granada. De su pasión por la literatura nació su primer libro de relatos, publicado hace tres años. Ahora acaba de publicar su segundo libro de relatos. Lleva por título Mamíferos está editado por Esdrújula Ediciones.

Pregunta.Este es su segundo libro de relatos. ¿Cómo ha ido el primero?

Respuesta.Maravillosamente bien. Pájaros mojados en un cable de luz consiguió ser segunda edición al año de su publicación. No manejo la cifra exacta, pero anda por los 1.200 ejemplares vendidos, porque a día de hoy, se sigue vendiendo. Es una cifra muy alta teniendo en cuenta que fue mi primera publicación, que no contó con campaña de promoción, y que en España se vende más novela que relato, aunque veo que esta inercia está cambiando. En un mundo con prisas, el relato es una buena opción. Estoy contenta porque estas ventas vienen fundamentalmente del boca a boca, el libro llegó a los lectores, y entre ellos y ellas, se lo recomiendan.

P.Dice usted que con Mamíferos lo que hace es reflexionar sobre nuestra condición animal.

R.¿Usted se piensa a sí mismo como un animal? Yo tuve que experimentar la experiencia del embarazo y la lactancia para darme cuenta de que lo era. Eso me hizo reflexionar sobre multitud de aspectos, por ejemplo, sobre el tema de los instintos. Los que tenemos domeñados, en aras de la convivencia social y con todo el costo que ello supone, y los que son imposibles de controlar, porque pertenecen al ámbito de nuestro yo más primitivo. Me interesa lo que subyace por debajo de lo normativo.

P.El libro comienza con una frase preciosa de García Márquez. ¿Cree usted que los seres humanos nacen realmente cuando los pare la vida?

R.Es una obviedad que si hay algo seguro es el cambio. La tierra gira con nosotros dentro y, a la vez, alrededor del sol. ¿Cómo no podríamos los seres humanos estar sujetos al cambio? Tanto en el nacimiento como en la muerte existe una especie de verdadera democracia, nacer y morir son dos estaciones que todos compartimos. En medio, las tribulaciones de la vida nos empujan a cambiar la camisa, como la muda la serpiente de tanto en tanto. Es necesario para adaptarnos a las nuevas circunstancias, y creo que hay que ser valiente para reconocer la necesidad de introducir un giro en el guion. El movimiento es consustancial a la propia vida.

P.He visto en sus relatos mucha brutalidad, en algunos, pero en otros hay mucha ternura.

R.Como en el día a día. Por la mañana podemos asistir al funeral de nuestro mejor amigo y por la tarde a una fiesta de cumpleaños. Mi universo es el ser humano y su cotidianeidad. En literatura creo que los personajes tienen más verdad que los propios seres reales, porque ahí podemos verlos sin disfraces, en el texto se comportan tal y como son, porque creen que nadie les está mirando. Y sí, ellos como nosotros, somos capaces de lo mejor y de lo peor, porque la vida misma nos ahoga en tormentas y luego nos dibuja en el cielo un majestuoso arcoíris.

P.Me ha gustado un relato llamado Torero de coños. ¿Cuál es su preferido?

R.Todos son hijos paridos después de mucha reflexión, pero me voy a mojar. Mi preferido es El niño que murió contento. Creo que, con un estilo muy poético, diferente a lo que había hecho hasta ahora, aborda el tema de la educación, de la norma impuesta desde que somos chicos, de la carrera en pos de la adultez a la que sometemos a los niños y niñas desde que nacen. Siéntate, gatea, anda, habla, escribe... en definitiva, conviértete en uno de nosotros lo antes posible porque el mundo es peligroso. Por el camino, perdemos mucho, por eso añoramos tanto el País de la Infancia

P.¿Dónde ha encontrado sus personajes?

R.En todas partes. Algunos son reales, sometidos después a los procesos de la ficción, pero verdaderos en origen. Yo creo que la vida sucede fundamentalmente en las cocinas, en las salitas de estar, en los dormitorios… Ahí es donde somos más nosotros. Esas conversaciones “domésticas” encierran en muchas ocasiones las grandes pasiones de los que las mantienen. Por ejemplo, la forma en la que un matrimonio desayuna en la cocina, si se miran o no, si se ríen, si se evitan...nos dice el tipo de relación que tienen. Hay que estar atenta para ver y cazar esos significados ocultos. Otros personajes son completamente fruto de la imaginación, y esos son más difíciles de rastrear, pero igual de verdaderos