Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Tribuna
Estoy en contra de etiquetar a las personas o a los colectivos. Sabemos que eso solo hace daño, falsea la realidad y es muy injusto. Más aún si expresan rasgos negativos. En ese sentido, desde la primera vez que lo escuché, me chirrió la expresión “malafollá” asociada a los granadinos/as. Sí; aquí hay gente con mala actitud y cara agria… Pero como en todos sitios. Si acaso menos. Pero… el “sambenito” lo tenemos colgado.
Y qué mejor institución para darle la vuelta a “esa cruz”, que el Ayuntamiento de nuestra ciudad. De ahí que, nuestro partido, esté apostando en esta campaña electoral por poner en valor a “Granada, la ciudad que ayuda”. Más de 20.000 personas entre nosotros son voluntarias, militantes, activistas por un mundo y una sociedad mejor. Más de 100 entidades trabajan en favor de los colectivos más vulnerabilizados. Miles de personas se desviven cada día por sus convecinos/as y conciudadanos/as.
Obviamente, no basta con querer. Hay que poner herramientas para conseguir ese cambio y que, a nuestro municipio, se le conozca por su capacidad de “echar una mano” para que nadie se quede atrás. Algo que, por desgracia, está pasando.
Está pasando con ese más de 20% de personas desempleadas –nuestra provincia es la 4ª con más paro-. Está pasando con las más de 15.000 personas mayores que viven solas -la 3ª provincia en ese concepto según una encuesta de hace pocos años-. Está pasando con las 200 personas sin hogar que malviven en nuestras calles o en recursos residenciales transitorios. Está pasando con las más de 60.000 personas con discapacidad que no acaban de ver cumplido el derecho a una ciudad accesible. Está pasando con las más de 7.000 personas migrantes que vienen con esperanzas y sueños y no siempre se encuentran una sociedad acogedora. Está pasando con tantos adolescentes que conviven con problemas de salud mental. Está pasando con miles de jóvenes que ven su futuro con preocupación. Está pasando con quienes un día tras otro ven como se les corta la luz por más que pagan religiosamente sus facturas… Etc, etc, etc. Y a todas estas personas –quizá también a ti o a mí-, hay que ayudarlas.
Por eso, nos es urgente dejar la malafollá para libros de historia y actuar decididamente para que Granada sea 'La ciudad que ayuda'. Nuestro Programa Electoral y sus 155 medidas van de eso. ¿Te lo imaginas? Que vayas a Madrid, a Barcelona, a Lugo o Valencia y al decir que eres de Granada te digan: “¡Ah, sí; de la ciudad que ayuda!”. Con esa etiqueta sí que me quedo.
PD: No te lo vas a creer, pero tenemos el secreto para conseguirlo guardado en una cajita de taracea granadina. Y, si conseguimos los 5000 votos que nos otorguen un concejal, estaremos encantados de desvelar lo que contiene.
También te puede interesar
Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
El parqué
Caídas ligeras
Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
La casita de Jesús
Lo último