Francisco Andrés Gallardo

Celebración

Visto y Oído

12 de octubre 2024 - 03:09

Aunque nos puedan incomodar por sus frases impertinentes personajes como Gabriel Rufián y todas esas órbitas indepes y de extremismos miopes, sus ofensas quedan aguadas cuando observamos que sólo les mueve el resquemor y la ingratitud. Con cualquier logro colectivo, con cualquier alegría que pueda disfrutar la gente, los españoles en general, siempre tienen a tiro algún agravio, alguna aportación de carácter hiriente que nos confirma que debemos alegrarnos por formar parte de este país.

Si no fuera por el pasado sanguinario de Bildu los desprecios desde el norte nos darían sólo lástima. Y la complicidad del actual Gobierno con quienes disfrutan con erosionar la autoestima de los habitantes sería una anécdota para sobrellevar con desencanto. Nuestros mayores levantaron una clase media que ahora recibe dentelladas políticas y económicas, desde todos los frentes, que la desangran. Qué será de nuestros jóvenes con los mimbres de tanta especulación que nadie se interesa en atajar.

La hora de la entrevista de Susanna Griso con Felipe González y Alfonso Guerra en Espejo público en esta semana fue un ejercicio de memoria y espíritu razonable y responsable de la política. Ellos pensaron en el futuro. La pareja que nos condujo con firmeza a Europa, elevada hace medio siglo en Suresnes, mantiene sus esencias y dicen lo que se espera de ellos y callan sobre lo que siempre han sabido proteger (sí, el emérito). “Subieron como cohetes y cayeron a plomo”, sintetizó FG sobre Sumar y lo que aún intenta representar. El régimen del 78, los ingenieros de la transición desde las dos alas, tuvieron una altura de miras y visión de futuro que ahora no tiene la actual generación marcada por el cortoplacismo del voto instantáneo de los afectos. Con voces veteranas como las del “por el cambio” del 82 entendemos que tenemos mucho que celebrar, por lo que fuimos y por lo que aún somos. Por un idioma y una cultura que nos une con los de allá, que son también españoles bajo la epidermis de su nacionalidad.

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