Visto y Oído
Sonia
Todo Diversos sectores de la bolsa europea tienen una elevada exposición a China que ha tenido un impacto negativo en los últimos meses en el contexto de desaceleración de la economía del país asiático. En sentido contrario, el fuerte rally de la bolsa china en las últimas semanas tuvo un impacto positivo inicial que ha ido perdiendo fuerza en los últimos días. Esto ha sido así porque hay otros factores además de China que explican la evolución reciente negativa de estos sectores.
En el caso del sector de automoción, las revisiones a la baja de previsiones de beneficios en los últimos meses se explicaban sólo en parte por la menor demanda en China. Factores como el frenazo de las ventas de vehículos eléctricos o el entorno de precios más competitivo que está deprimiendo los márgenes tienen una mayor relevancia y no se van a solucionar a corto plazo por la posible mejora de expectativas de China.
Por lo que respecta al sector del lujo, la estabilización de la economía china es un factor positivo a medio plazo, pero al igual que en el automóvil hay un proceso más estructural de ajuste de precios después del boom que siguió a la pandemia que apunta a un proceso desinflacionista más prolongado en este sector.
Donde vemos un efecto positivo potencialmente más duradero es en el sector de materias primas, un sector muy sensible a la demanda de China y donde confluyen factores de incremento de la demanda estructurales ligados a la transición energética y el desarrollo de la inteligencia artificial. Metales como el cobre, aluminio y plata tienen una fuerte demanda industrial ligada a esas temáticas lo que ha favorecido un fuerte rebote en compañías mineras y acereras en los últimos días que podría tener continuidad a medio plazo.
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