Magdalena Trillo

La Alcaldía de Granada en 5 claves

La colmena

Leonardo DiCaprio, en 'El lobo de Wall Street'
Leonardo DiCaprio, en 'El lobo de Wall Street'

16 de junio 2019 - 02:35

Todo era posible en la Alcaldía de Granada… y así ha sido. Luis Salvador comenzó la campaña sintiéndose alcalde y ya lo es. Pero no coge el bastón de mando en el Ayuntamiento porque se hayan cumplido las ilusorias encuestas que lo situaban como fuerza más votada en la capital, sino como resultado de unas negociaciones de vértigo que se han orquestado entre Sevilla y Madrid con una consigna irrefutable: o había un 'tripartito a la andaluza' entre los partidos de centro-derecha o seguía gobernando el socialista Paco Cuenca.

El candidato de Ciudadanos se sentará en el despacho de La Mariana con toda la legitimidad de la democracia, pero también con las evidentes dificultades que conlleva aplicar pragmatismo y sentido común: tendrá que conformar un equipo de gobierno sabiendo que los suyos (los fieles de verdad) son sólo 4, que los 7 del PP todavía están digiriendo que Sebastián Pérez vuelva a quedarse a las puertas de ser alcalde, que se incorporan 3 nuevos de Vox más que imprevisibles y que, en frente, hay una oposición fortísima con un PSOE dispuesto a recordar la "afrenta cuantas veces haga falta" porque son la fuerza más votada (10 ediles) y un grupo de Podemos-IU (3) que fiscalizará, sin complejos, desde las antípodas ideológicas al equipo de gobierno.

1. Salida a lo Borgen (14-13)

Primero fue la aritmética: nada de lo que ha ocurrido en estas dos semanas se hubiera producido si la izquierda hubiera conseguido unos cientos de votos más; los suficientes para sumar 14. El efecto Sánchez se produjo el domingo electoral, y los socialistas terminaron la jornada con unos resultados históricos en la capital: pasaban de 8 a 10 escaños y se convertían en la fuerza más votada. Inédito desde los tiempos de Antonio Jara.

En estas dos semanas hubiéramos estado hablando del reparto de áreas, de nombres en la conformación del equipo de gobierno y de proyectos estratégicos, como ha ocurrido en otras ciudades con mayorías claras, si el PSOE hubiera logrado un solo concejal más (los 11 que por ejemplo tuvo el PP de Torres Hurtado hace cuatro años) o los de Adelante (Podemos-IU) hubieran igualado los resultados de 2015 con 4 ediles en lugar de 3. Un puñado de votos. Vamos desaparece y la fragmentación deja la opción de un gobierno progresista de izquierdas pero sólo si la derecha no alcanza un acuerdo… ¿La solución? Al estilo Borgen.

2. El eje de negociación Granada-Sevilla-Madrid

Dos semanas de tiras y aflojas, de reuniones, de llamadas de teléfono y de envío de whatsapp a tres bandas (PP, Ciudadanos y Vox) y con tres focos de negociación: Granada, Sevilla y Madrid. El hasta ayer alcalde en funciones ha criticado la falta de autonomía de las formaciones a nivel local y que se haya estado "tutelando" el gobierno de la Plaza del Carmen. Pero todo son vasos comunicantes. Importan las cesiones en otros territorios, tanto en el terreno de juego de las Municipales como de las Autonómicas, tanto como las directrices que los distintos partidos han marcado a nivel nacional.

Cs dejó claro que su "socio preferente" era el PP y que la imputación de Cuenca era un "escollo insalvable" en el caso de Granada. Por parte del PP, el tripartito de la Junta era el "modelo" a exportar y el objetivo prioritario era uno: que no gobernara la izquierda. En el caso de Vox, la consigna inamovible de negociación respondía al "todos contra Sebas" con que comenzó la campaña: hasta el último minuto (más allá del decálogo de medidas con que escenificaron una bajada de presión la noche del viernes), el veto llevaba un nombre propio: Sebastián Pérez.

3. El 'trueque' con la Diputación de Málaga

Las negociaciones en el Ayuntamiento de Madrid y de Granada (con una complejidad muy similar y correlación de fuerzas muy similar) han caminado casi en paralelo. Justo cuando en la capital de España se lanzaba la opción de un pacto PP-Cs para repartir la Alcaldía dos años cada partido, en Andalucía se producía un amplio acuerdo por parte de Ciudadanos que incluía apoyar al PP para que pudiera mantener la Diputación de Málaga. Es justo en ese momento cuando Cs, en el marco de los acuerdos que se van cerrando a nivel nacional, pone sobre la mesa un objetivo clave para Andalucía: poder gobernar una capital de provincia (Granada, Jaén o Córdoba… o las tres). Desde el PP, ese mismo día nos niegan de forma tajante que esa opción estuviera sobre la mesa pero confiesan que "todas las opciones" están abiertas.

Ni a Cs ni al PP les interesa que se hable de intercambio de cromos (no es más que la evidencia del peso relativo que tenemos los ciudadanos cuando acudimos a las urnas) y menos aún en una ciudad como Granada, con el precedente de 1979 del histórico trueque con Sevilla del que nunca se recuperaría el PA. Pero los tiempos son los que son, la política es como es y los resultados también: el PP tiene la Diputación de Málaga y Cs la Alcaldía de Granada.

4. El papel de 'Lobo'

Si hay una persona que ha sido clave en toda esta negociación es Fran Hervías: granadino, mano derecha de Albert Rivera, integrante de la comisión nacional de pactos de Cs, un estratega astuto y perspicaz que conoce a fondo la idiosincrasia de esta ciudad y un malabarista en las negociaciones tan flexible como implacable. El apodo de 'Lobo' con que se le conoce cariñosamente dentro de su partido no es gratuito. Ayer, nada más acabar el recuento de votos que hacían alcalde a Luis Salvador, subía a su perfil de Instagram un fotografía de DiCaprio en El lobo de Wall StreetFran Hervías y Teodoro García Egea (PP) son los hacedores del pacto de Granada, los que a contra reloj -entre la madrugada del viernes y el amanecer del sábado- han desactivado la opción de Cuenca y han buscado la fórmula para sumar a Vox. Sí, Ciudadanos también cede… con la foto y asumiendo que tendrán que contar con ellos en el equipo de gobierno.

5. El futuro de sebas y la crisis en el PP

¿Dos años para Cs y otros dos para el PP o todo el mandato para Luis Salvador? A esta pregunta no hay respuesta (aún) porque Sebastián Pérez así lo ha impuesto. Su partido ha pactado dar la Alcaldía de Granada a Luis Salvador todo el mandato como salida última ante la negativa del también presidente provincial del PP a que su partido negociara con Vox y Cs que Luis González o César Díaz (números 2 y 4 en la lista) cogieran el bastón de mando. El horizonte que se abre es complejo. Por el proceso judicial aún en marcha por el supuesto "amaño" del congreso y por el malestar en el propio PP por haber tenido que entregar Granada y no haberlo convencido para que se hiciera a un lado. "Hoy es el día más triste en la historia del PP de Granada". Así se ha sentido al menos en un partido que ya tuvo que soportar el escándalo nacional de la detención de Torres Hurtado y que ahora ha de asumir la entrega a Cs de una ciudad estratégica como Granada.

Queda partido. Por la complejidad con que arrancan los cuatro años de mandato y por la incertidumbre que planea en un horizonte de gobernabilidad en el que la política y la justicia cruzan las líneas del pentagrama. De momento, Cs se ha apuntado una victoria histórica en Andalucía: el tripartido andaluz se exporta a Granada y con sorpasso al PP.

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