Magdalena Trillo

La Alhambra de Córdoba

La colmena

La explicación de RTVE desconcierta: ¿en Cataluña no saben dónde está la Alhambra y, por lo que se ve, da igual?

Fotos de la Alhambra en el Día Mundial del Patrimonio / Antonio L. Juárez / Photographerssports

04 de abril 2021 - 01:48

Los tuits se escriben a la misma velocidad que las palabras pero con efectos colaterales: no se los lleva el viento; muy al contrario, quedan como marmóleos lapidarios. Hace justo un mes, Jardines con historia de La 2 dedicó su programa del sábado a la Alhambra. Y fue excepcional. Como anticipaba el arquitecto y presentador Arturo Franco, "la manifestación absoluta del paraíso a través de los cinco sentidos". Un recorrido de la mano de expertos como José Tito Rojo por las más de 600 especies que pueblan el jardín nazarí. Desde la buganvilla, la rosa de pitiminí y el caqui japonés hasta el arrayán morisco.

El mensaje que se difundió en Twitter para anunciar el programa ha terminado con una disculpa de la entonces responsable de RTVE, Rosa María Mateo, y una auditoría de la gestión de redes de la corporación pública: "Disfruta de una magnífica ruta por los jardines de la #Alhambra, el monumento nazarí por excelencia que recibe tres millones de visitantes al año en #Córdoba".

¿Errata o error? ¿Culpa de las prisas o alarmante desconocimiento? El PP hizo la pregunta en el Congreso y la respuesta oficial ha resultado desconcertante. RTVE explica que fue un "error humano" del community manager que gestionaba la cuenta "desde el equipo de Interactivos en Sant Cugat al programar los contenidos de emisión del fin de semana" y que, a partir de ese "incidente", las redes sociales de La 2 "han pasado a ser coordinadas directamente por el equipo de Interactivos de Torrespaña, que gestiona el resto de las grandes cuentas de TVE y que ha sido reforzado para cumplir este cometido".

Es decir, el problema es que Twitter se gestionaba con el equipo de Sant Cugat (en Cataluña no saben dónde está la Alhambra y, por lo que se ve, no tienen por qué) y el asunto se soluciona tomando las riendas en Madrid. Pero es gravísimo. El tuit situando en Córdoba la Alhambra tal vez sea la mayor constatación (inesperada) de un problema mucho más complejo: qué hemos hecho con la educación en nuestro país, en ese asimétrico Estado de las autonomías donde cada territorio tiene carta blanca para enseñar en valores o adoctrinar, para levantar muros de conocimiento o convencernos de que el independentismo, el fascismo, el racismo… y hasta la estupidez se curan leyendo y viajando. Aprendiendo.

Casualmente, tenemos un ministro catalán de Universidades (Manuel Castells) y una 'colega' vasca de Educación (Isabel Celaá) y seguro que a ninguno de los dos le han saltado las alarmas. Y para la RTVE, ese monstruo audiovisual que cada vez ve menos gente y cuesta más, bastante desafío supondrá tener que lidiar con su endémica crisis económica y política: de la falacia del saneamiento de las cuentas a la anacrónica batalla que siguen librando los partidos por controlar la opinión pública desde la radiotelevisión pública.

Con un presupuesto para este año de 1.127 millones (una subida del 12,7% respecto a 2018), el profesor José Manuel Pérez Tornero se acaba de poner al frente del ente público y lo ha hecho trasladando un mensaje de optimismo: "Es el momento del cambio y de recuperar la ilusión". Le avala el consenso (forzado) con que se ha acordado su nombramiento (a ver cuánto dura) pero llega en uno de los momentos de mayor incertidumbre para todo el sistema de medios. No por los males de siempre sino por los nuevos. Por la OPA hostil que han lanzado nuevas plataformas canibalizando las audiencias y cuestionando el modelo y sentido mismo de una televisión financiada entre todos.

"Los medios públicos son como el aire que se respira; no se nota, pero es fundamental". Me recuerda esta frase del catedrático almeriense a la metáfora de Bauman sobre la sociedad líquida. Y me atrevería a completarla: no asumimos responsabilidades porque, en la práctica, no hay consecuencias. Ni para lo más irrelevante (ahí está la anécdota del tuit) ni para lo realmente grave (¿de verdad que no va a dimitir nadie en Europa por la nefasta y vergonzosa gestión en la compra de las vacunas contra el Covid?). Tal vez debiéramos empezar a preguntarnos qué ocurrirá cuando la pandemia se diluya y nos obligue a salir de la caverna de sombras.

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