Granadexit

La semana pasada recordaba que la permanencia de Granada en Andalucía sólo nos traerá más de lo mismo en los próximos 40 años ¿Quieren seguir así?

El Granadexit, esto es, la salida de nuestra región de la falsa patria andaluza -que no pudo refrendarse en un referéndum fallido y perdido, finalmente amañado al gusto del régimen-, es cada vez más acuciante, porque la sensación de abandono de Granada y los granadinos, de sus infraestructuras, su economía, sus tradiciones, su cultura y su futuro siguen tan presente ahora como con el régimen socialista, porque nada ha cambiado para nuestra tierra tras el 2-D.

Los vientos de cambio que soplaron y las esperanzas de que Granada recuperase algo del protagonismo ostentado durante siglos, se han tornado nuevamente en desesperanzas, y el ninguneo, el olvido y la postergación continúan ahora igual que antes.

Mientras la Junta potencia descaradamente el eje Sevilla-Málaga, Granada sigue maltratada y decadente por mor de esta desigual e injusta autonomía. Mientras aquellas prosperan, Granada sólo avanza en miseria y penuria.

Nos quitaron el Reino, nos quitaron la Región militar, nos querían quitar las Salas del TSJA, algunas de las cuales ya desconcentraron en pro de Sevilla y Málaga -¿conocen alguna Sala del TS desconcentrada?-, nos quieren quitar colegios públicos, también la Escuela Andaluza de Salud Pública ¿hasta dónde estamos dispuestos a aguantar los granadinos?

El afán centralizador de la Junta llevándose a Sevilla las pocas instituciones que nos quedan es intolerable y el desequilibrio territorial insostenible. Máxime cuando ni somos andaluces, ni la historia avala este artificio, ni la geografía, ni la cartografía, ni las tradicionales divisiones administrativa, judicial y militar de España.

¿Qué nos ha dado Andalucía? Nada. Lo hemos perdido todo estando en ella: riqueza, desarrollo, innovación, gestión estratégica de nuestro patrimonio, infraestructuras, poder y estructuras institucionales… hasta convertirnos en una provincia periférica pobre y sin perspectivas de progreso.

La lacerante situación de Granada debe acabar ya y la posverdad proto andalucista y su infame ídolo con pies de barro deben sucumbir ante la verdad incontestable de que Granada y su región llevan 8 siglos siendo Reino y territorio histórico, ninguneado, despojado, postergado ex profeso, aislado, empobrecido, pero territorio histórico, y tiene todo el derecho constitucional a constituirse en Comunidad Autónoma Histórica. Porque el Granadexit llegará...