Envío
Rafael Sánchez Saus
Luz sobre la pandemia
Si lees esto cada lunes, sabrás hasta dónde doy de mí. Quizás hoy te defraude (más), pero tengo que confesarte que en la columna anterior… tuve ayuda. Me ayudó a resumir el primer párrafo el famoso chat GPT que aplica inteligencia artificial. El resultado fue brillante. Y ahora no sé si alegrarme o echarme a temblar.
Cualquier avance tecnológico y científico es bienvenido en una humanidad aún por progresar en tantos aspectos. La inteligencia artificial, nos prometen, cambiará el mundo. Me da miedo su uso porque confío poco en la inteligencia humana y en eso que llaman 'sentido común'. Así que con lo de la inteligencia artificial me echo a temblar.
Un servidor había escrito demasiado y necesitaba menos palabras porque aquí solo caben 2.718 caracteres, me dice Pablo cada semana cuando hago mi envío para este cuadrito.
Aquí va lo que había escrito en el primer párrafo:
"He de confesar que no sigo la actualidad local mucho más allá de la provincia de Granada, pero en el mundillo en el que nos movemos siempre se ha dicho que las cosas que pasan aquí no pasan en ningún lado. Lo cierto es que no somos extraordinarios y que ahí ocurren cosas raras bastante similares a las de otros puntos. No somos extraordinarios. Aquí pasan las mismas cosas que en otros sitios, sí, pero aquí… todas juntas y con más frecuencia que en otros lugares".
El chat me devolvió resumido: "Granada es una provincia como cualquier otra, sin ninguna duda, aunque aquí todas las rarezas ocurren juntas y con más frecuencia que en otros lugares".
Resumen: la máquina lo hace mejor que yo, más breve y más bonito…
¿¡Oye, tú!, tengo que tener miedo de la inteligencia artificial? Y el chat me devuelve:
"No necesariamente. La inteligencia artificial es una herramienta poderosa que puede ser muy beneficiosa en muchos campos, como la medicina, la investigación científica, la industria y muchos más. Como cualquier herramienta, su uso depende de las intenciones y acciones de quienes la desarrollan y la utilizan.
Sin embargo, es importante estar conscientes de los posibles riesgos y desafíos que la inteligencia artificial plantea, como la privacidad, la seguridad, el sesgo y la eliminación de empleos. Para mitigar estos riesgos, se están desarrollando estándares y regulaciones para el uso ético y responsable de la inteligencia artificial. En resumen, la inteligencia artificial en sí misma no es algo que deba causar miedo, pero es importante abordarla con precaución y asegurarse de que se utilice de manera ética y responsable".
Realmente sí me da un poco de "yuyu" esto. Más que nada por el uso futuro. ¿Se nos volverá en contra? El momento en el que las máquinas tomen el control se llama "singularidad", pero de eso ya te hablaré otro día, más que nada porque mi hermano Jaime Martín prepara un libro (es experto en la materia, de verdad) que dará mucho que hablar.
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