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Rafael Sánchez Saus
Luz sobre la pandemia
Dentro de 40 días elegiremos a nuestros representantes en la administración más cercana, los ayuntamientos. Bueno, en realidad la más cercana es 'esta nuestra comunidad' (la de vecinos, digo).
¿Tiene todo ganado el PP para hacerse con la Diputación de Granada? Hay aún muchas incógnitas en el aire y, todo indica, que hay juego, por mucho que siga soplando el aire de la mayoría absoluta en Andalucía. Aún pueden influir asuntos como la crisis en la sanidad andaluza, negada por el gobierno andaluz y padecida por todos; los riegos de Doñana (impulsados ahora para hacerse con los votos locales de los municipios de Huelva); la separación de la izquierda (a la izquierda del PSOE) en todos los municipios de nuestra provincia; y la fortaleza granarina de algunos resultados socialistas locales.
No está todo dicho tampoco en la contienda de la capital donde la candidata del PP, Marifrán Carazo, está recogiendo estos días todo el apoyo de la derecha y el empresariado local.
En el resultado influirá, sin duda, la fortaleza de la imagen de la candidata popular, los resultados de gestión que el socialista Paco Cuenca está cosechando; el efecto de ir por separado los puenteduras y los cabrerizos; las meteduras de pata de los compañeros de estos dos grupos que aún hoy son uno; la decisión que finalmente tome Sebastián Pérez (que dice que no quiere pero se deja querer) y, desde luego, la lista que elabore Carazo.
La candidata popular está dando a conocer su lista por fascículos. Donde estará el meollo de la candidatura será en la inclusión o no de Luis González y Eva Martín. La valía de ambos es indiscutible por lo que no tiene sentido que el PP defienda la inclusión de uno de ellos dos por sus relaciones militares.
El debate existe, o ha existido, en el PP. La ruptura con el actual equipo popular en la Plaza del Carmen por parte de Carazo está en el fondo de la discusión. La decisión no es fácil porque la valía de muchos de los nombres que acompañan aún en la bancada popular en el pleno a los dos mencionados es grande y conocida. Sin embargo, el PP cuenta en su haber con la decisión insólita y políticamente incomprensible de haber dimitido de su responsabilidad de gobierno no por interés público, sino por una lucha de poderes inaceptable.
Incluir a algún concejal del actual equipo popular en la Plaza del Carmen es una decisión difícil para Marifrán y para el PP. Es de justicia reconocer la valía de quienes han trabajado por esta ciudad y, en muchos casos, con una excelente eficacia. Pero incluir un solo nombre de esa lista en la lista de Carazo es darle alas al resto de grupos para airear las causas que llevaron al grupo a dimitir por el grandísimo objetivo de conseguir un sillón: la 'venta' de Granada, según denunció el anterior presidente popular, y la habilidad de algunos políticos para cambiar plazas de gobierno como si fueran cromos. A Marifrán le dije personalmente exactamente esto en una ocasión. Ella, por supuesto, es consciente de todo lo que suponen Luis y Eva como activos dentro de un grupo (trabajadores y efectivos) pero también debe valorar lo que supone su inclusión a la hora de darle el discurso hecho a una oposición que va a utilizar cualquier resquicio para erosionar.
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