Luces largas

Granada ha decidido acudir a los juzgados para defender su derecho a conocer si su candidatura a acoger la sede de la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial era la mejor, como creen sus reputados y valiosos redactores. Bien hecho. Pero, ¿ahora qué?

Aunque ya he hablado aquí de esto -estas letrillas son continuación de mis cosas del pasado lunes-, me gustaría concretar mis inquietudes basadas en la simple constatación de una unidad (resquebrajada por un intento inoportuno de atacar y sacar tajada 'premunicipales') que se puede y debe mantener en el tiempo.

Puesto que el Pacto por Granada tiene por primer vez un plan concreto, realista, fundamentado... para el desarrollo de toda nuestra tierra, pongámoslo en un documento y hagamos un diseño cronografiado de nuestro futuro. Hagamos participativo ese documento (en dos semanas se puede, si se quiere) y aprovechemos que 2023 es un año electoral para llevarlo a todas las administraciones.

Empezó Boabdil… y llevamos cinco siglos, y un tercio de otro, llorando. Pues esto debe terminar aquí. La vía judicial acordada debe seguir su curso, pero nuestro plan de futuro (que incorpore esperanza para todos nuestros territorios por igual) debe comenzar a rular por despachos, empresas, partidos y gobiernos.

Los integrantes del Pacto por Granada deben autoexigirse el cumplimiento de esa 'hoja de ruta' y llevarla a San Telmo y La Moncloa para arrancar todos los compromisos que esta tierra necesita amarrar.

Ya no lloramos por las infraestructuras ni concursamos en el 'Un, dos, tres' del reparto de sedes: ya planteamos proyectos concretos y necesitamos su financiación en virtud de planes y estrategias concretas de desarrollo.

Algunas de esas líneas necesitan de una financiación y apoyo inmediatos. Otras podrán contar con una cronografía más laxa: da igual. No tenemos prisa, tenemos proyectos; y no necesitamos prebendas basadas en la discrecionalidad política, sino justicia correspondiente y en relación directa a nuestros legítimos y ambicioso planes.

Los integrantes del Pacto son legítimos y variados representantes de nuestra tierra y conforman un buen grupo de personas con amor por Granada. Queridos todos, querida Pilar: nunca hemos tenido tan claro nuestro futuro y nunca hemos ido a exigir lo que nos corresponde con estrategias en la mano tan irrefutables como ahora.

No queremos nada ni siquiera por justicia o deuda histórica. Queremos todo por que nos lo merecemos en virtud de líneas concretas de trabajo ya conocidas, a las que se puede sumar lo que el vicerrector de Investigación, Enrique Herrera, ha llamado como eje de actuaciones UGR-Alhambra.

¡Coge un pañuelo, sécate esas lagrimas y 'tira palante', Granada! ¿Nos ponemos en marcha?