El lanzador de cuchillos
Martín Domingo
¡Boom!
¡Oh, Fabio!
Hay gente a la que no le ha parecido bien que sea Jordi Savall, una leyenda viva de la música antigua, el encargado de inaugurar mañana el Año Murillo en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Lo lamentamos, porque no se nos ocurre otro mejor. Argumentan los descontentos que el célebre violagambista es un "antiespañol" y la prueba de cargo que aportan son unas declaraciones que hizo a La Vanguardia en las que aseguraba que se había hecho independentista tras ver cómo la Policía y la Guardia Civil arrastraban a ancianas por las calles de Barcelona durante la pantomima del referéndum del 1-O. En general, con sus palabras, el músico de Igualada no hacía más que repetir de una manera acrítica toda la propaganda indepe. Ya saben, lo de los "mil heridos" que nunca demostraron más allá de algunas imágenes que difundieron en bucle (algunas falsas); lo de la negativa del Estado a negociar, eximiendo a los catalanistas y a sus chantajes de cualquier responsabilidad; lo del regreso del Caudillo al Pardo (un cuento de política-ficción que también cunde a este lado del Ebro) y, en general, todas esas consignas sexis y pegadizas que quieren hacer pasar por argumentos sólidos. No negaremos que las palabras de Savall nos irritaron en su momento, pero también comprendemos que no fueron aquellos días los más propicios para el debate sereno. El procés, ahora lo sabemos, ha sido como uno de esos vinos malos que nos sueltan la lengua y, al día siguiente, nos dejan como triste herencia la jaqueca y el remordimiento.
Desconocemos lo que piensa ahora Jordi Savall sobre la cuestión catalana, sobre todo en estos momentos en que ha quedado más patente que nunca la condición circense del fenómeno. Tampoco nos interesa demasiado. Pero sí tenemos claro que el célebre violagambista no es un "antiespañol". No puede serlo el que ha dedicado toda una vida de intenso trabajo a recuperar y difundir el inmenso y muchas veces desconocido patrimonio de la música antigua española, el mismo que tantas veces ha sido ninguneado o ignorado por autoridades políticas que se llenan la boca y los bolsillos con la palabra patria. No se nos ocurre mejor definición de "españolismo" que esa abundosa lista de discos y conciertos dedicados a lo mejor de nuestros músicos del Antiguo Régimen, algunos de ellos andaluces: Heredia, Arauxo, Cabezón, Guerrero… Bienvenido sea siempre a esta tierra del sur, que también es la suya, maestro Savall.
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