El balcón
Ignacio Martínez
Jaén, prueba del algodón
Cada 31 de diciembre se hacen rituales variados para que el año nuevo traiga prosperidad: ropa interior roja, diamantes fake en el champán, comenzar el año con el pie derecho..., pero son costumbres que no afectan para disfrutar 365 días de bonanza.
mañana, 1 de enero, tras la resaca de las uvas y el champán, oiremos la Marcha Radetzky, se comentarán las campanadas, los primeros nacimientos del 2025, los primeros chapuzones en agua helada…, en la creencia de que el año nuevo nos traerá fortuna.
Pero la prosperidad y la buena suerte nada tiene que ver con rituales, chamanes, magos o videntes y sí mucho con el buen o mal hacer de quienes nos gobiernan. Será por ello que a quienes padecemos de asfixia económica a causa del desastroso desgobierno que nos ha caído en desgracia -que sólo se activa para pactar con Puigdemont y subirnos los impuestos o clavarnos con otros nuevos-, nos sorprende que estos político-progres se desplacen en coches oficiales con chófer, vistan con trajes que valen más que un sueldo, disfruten de comilonas a nuestra costa, de pisos del Estado y de inmerecidos e innumerables privilegios, mientras que las familias pasan necesidades.
Con el mal llamado gobierno progresista, lo único que progresa en España son los impuestos a las clases medias y la pobreza ciudadana, mientras que ellos sí que progresan a nuestra costa y se convierten en una oligarquía dominante con grandes privilegios.
Lo único cierto que nos va a traer el 2025 es una subida de la luz, los carburantes, el gas, el teléfono, internet, los trasportes, los peajes… y algo todavía peor, un encarecimiento significativo de la cesta de la compra, porque se acaba el IVA reducido de los alimentos ¿Quién puede soportar este incremento en los gastos, mientras nuestros sueldos siguen siendo una miseria en comparación con los de nuestros vecinos más cercanos de la UE, en donde se gana más del doble? España es el tercer país de la UE que más ha subido los impuestos en cinco años, sólo por detrás de Chipre y Lituania.
¿Por qué no lucen los miles de millones que se recaudan de más a nuestra costa?: ni la sanidad, ni la educación, ni la dependencia, ni las infraestructuras... ¿será que hay que pagar a 400.000 políticos?
España ha ido a peor en 25 años, en los 90 se vivía mejor que ahora. Ahora sólo viven bien los multimillonarios -muchos se lo han labrado- y los políticos, los demás sobrevivimos y el año 2025 no parece que nos vaya a traer precisamente riqueza. A pesar de todo, feliz año nuevo…
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