La Rayuela
Lola Quero
Nadal ya no es de este tiempo
Quisiera que los hubieran visto ustedes. Los sesentones de ahora recuerdan haberlos visto cuando eran jóvenes. Me refiero a los partidos de fútbol de los Barriguillas contra los Bartolones que se celebraban en el Albaicín con motivo de la festividad de San Miguel. Ellos estaban seguros de que jamás los iba a fichar el Granada CF ni de que iban a jugar en un campo de césped, pero su intención de provocar un rato de diversión al personal era más que elogiosa. Los Barriguillas eran los planos de barriga y los Bartolones aquellos que lucían una vistosa panza cervecera. Los partidos se celebraban en la explanada de San Miguel y ahí lo que menos importaba era el resultado. El árbitro en vez de mostrar tarjetas rojas a los jugadores mostraba lonchas de jamón, que se comía el amonestado sin rechistar. Y en la pausa para la hidratación (que parece que es un invento de ahora pero que ya existía en la época de los Barriguillas y los Bartolones), los utilleros ofrecían a los jugadores, en vez de agua, botas con vino o con anís, según las preferencias de los jugadores. Luego, en el tercer tiempo, terminaban todos en Los Mascarones, el Torcuato o el Aixa. La gente se lo pasaba bien y se reía a rabiar. En la organización del encuentro participaban una gran cantidad de pequeños negocios. Había ilusión en unas fiestas participativas y entrañables.
Ahora varios albaicineros con excedente de vida interior están intentado recuperar esta tradición del partido entre los Barriguillas y Los Bartolones porque creen que el Albaicín ha perdido alegría y ha perdido chispa. Piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor y que el turismo masivo y la prolífica indigencia han hecho perder algo de la esencia del barrio morisco por excelencia. Desde hace unos años ya no se monta la famosa cruz de Mayo en Plaza Larga, seguramente una de las tradiciones que tenía más arraigo en el barrio. Hay vecinos que se resisten a que el Albaicín pierda más cosas y están empeñados en recuperar esa animosidad que antes estaba a flor de piel de los albaicineros, sobre todo cuando llegaba San Miguel. Yo ya me he ofrecido para jugar un partido. Los Barriguillas me dicen que con ellos no puedo jugar porque no doy el perfil. Así que estoy esperando a que me fichen los Bartolones. Y sobre todo a que a la primera de cambio me saquen tarjeta roja.
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