Érase una vez
Agustín Martínez
Presupuestos?‘destroyer’ para Granada
Cuando el 27 de febrero de 1989, el entonces presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, inauguraba las emisiones de Canal Sur Televisión, las andaluzas y los andaluces saludamos con ilusión a un medio de comunicación público que nos colocaba a la par de las comunidades históricas, también en lo que a la información propia se refería.
Desde entonces, aquella RTVA que nacía estableciendo en su Contrato Programa que la información era el fundamento del servicio público, bajo los principios de rigor, veracidad, imparcialidad, calidad, profesionalidad y objetividad, solo ha hecho que darnos disgustos.
Aquel eslogan publicitario que rezaba: “Canal Sur: la Nuestra”, se tradujo muy pronto en su historia por el de: “Canal Sur: la Suya”. Porque eso y no otra cosa es lo que ha venido ocurriendo con la radio televisión pública de Andalucía. Primero fue la del PSOE, que colonizó los informativos y programas de la RTVA hasta extremos insoportables, tejiendo además un ecosistema tóxico de productoras propiedad de ‘empresarios afines’, que eran las únicas que conseguían contratos con el ente público y ahora es la de Moreno Bonilla y el PP, que a decir de los profesionales de Canal Sur, ha llevado las cotas de manipulación y sectarismo a extremos no conocidos en la casa y eso que el listón estaba muy alto.
En su último informe semestral, el Consejo Profesional de Canal Sur ha emitido denuncia 400 ejemplos de “malas prácticas periodísticas” y la supuesta manipulación y falta de pluralidad en los informativos de Canal Sur Radio y Televisión. El informe abarca el periodo de abril a septiembre de 2024 y señala que los ciudadanos andaluces y sus temas han sido relegados a un segundo plano.
Como muestra bastan algunos botones, como que durante esos seis meses, Canal Sur ha dedicado un 1000% más de tiempo a Puigdemont que a los problemas de los maestros andaluces, un 1700% más a Nicolás Maduro que a los problemas de la vivienda en Andalucía, o un 2500% más a Begoña Gómez que a las listas de espera sanitarias y por supuesto tres veces más a Juanma Moreno que al resto de la oposición.
En resumen, en el último semestre, el Consejo Profesional de la RTVA ha detectado 400 malas prácticas periodísticas. Seis meses en que la Dirección de Informativos ha impuesto una línea ideológica por encima de los intereses de la ciudadanía y del servicio público al que obligan el Estatuto de Autonomía, la Ley de la RTVA, el Contrato Programa, la Carta de Servicio Público y el Estatuto Profesional que definen la única línea editorial a la que se debe Canal Sur… En resumen y a la vista de los datos objetivos, más del PP y de Moreno Bonilla que de los andaluces.
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